La elegida

Leyenda: el lobo maldito

El lobo maldito.

Disfruten de la lectura :)

Cuenta la leyenda narrada por los Dioses y transmitida entre humanos que nuestro mismo mundo sobrevivía y dependía de un Talismán. Una piedra rojiza como el fuego en cuyo centro se trazaba una circunferencia blanca con tres puntos encima de esta. Aquella piedra era capaz de hacer crecer y mantener con vida la tierra y era tan poderosa como ningún otro ser. Escondida en el interior del túnel Tenebris que a su vez estaba protegido por el volcán Russum; seleccionado por los Dioses para proteger el Talismán, se decía que este volcán tenía vida propia y que chamuscaba a todo aquel que osara a coger el Talismán. Pero no solo eso era lo que lo protegía. No nos olvidemos de los duendecillos; pequeños seres alados pero salvajes como cualquier otro depredador. Algunos dirían que indomables, estos habitaban en el lago Altum.

Las raíces mágicas que rodeaban el volcán, podían estrangularte y dejarte sin aire y vida en minutos ¡Y cómo olvidar al ogro Sam! Torpe pero de gran tamaño, se encontraba en la misma entrada del túnel a pesar de no llevarse muy bien con el volcán. Tenían sus diferencias y ambos eran muy testarudos. Pese a toda la protección de la piedra, el poder que esta guardaba seguía siendo demasiado tentador para algunos. Fueron muchos los que pusieron en riesgo su vida por siquiera rozarla con su piel. Cientos de magos y criaturas interesados en aquella magia y cegados por la avaricia, el poder y la riqueza intentaron cruzar todas las pruebas aunque siquiera muy pocos de ellos consiguieron pasar la primera amenaza. Solo un licántropo atrevido y soberbio consiguió cruzar.

Tom era el Alfa de la manada de los hombres lobo y sabía todo acerca del poder del Talismán salvo una cosa; como controlar su poder sin ser poseído antes. Para eso tenía a su sanador y Brujo Amir con el que había acordado compartir su poder. Lleno de egoísmo, paso por cada una de las pruebas con la ayuda de su sirviente, había sido el primero de muchos.

Sus manos temblaban segundos antes de coger la piedra de su sitio sagrado, estaba abatido por haber derrotado a Sam y los nervios no hacían más que añadir tensión a la situación. Con cuidado de que no se le resbalara por las manos a causa de su sudor, Tom salió corriendo mientras los Dioses gritaban enfurecidos por su osadía. La tierra tembló y vibro bajo sus pies, y a pesar de que consiguió darle la piedra a Amir, su brujo, nada puedo evitar el castigo que le impondrían los Dioses mientras el nuevo dueño del Talismán huía traicionando a su amo. Tom recibió su condena, que le marcaría de por vida. Sus ojos se volvieron blancos como perlas, para él y su descendencia, mostrando así la vergüenza, decepción y arrepentimiento de su acción. Siendo así el detonante del comienzo de la destrucción del hogar en el que vivían los suyos y el resto de criaturas.