Después de 3000 años.

XXVII

Hoy era otro de esos días donde solo trabajaban, el silencio en la oficina no era mala pero tampoco era un bueno, con un suspiro pesado el rubio había roto el silencio, Dipper miro a su prometido con una pequeña sonrisa.

-¿cansado?

-Pino quiero salir de esta prisión. -dejando caer su cara en el escritorio. -quiero ir a ver el palacio donde viví hace 3000 años.

-¿Hablas del palacio Changdeokgung? o ¿del palacio Gyeongbokgung?. -sacando su celular para buscar algunas cosas. -porque hasta ahora el más considerado es el Changdeokgung y podemos ir a verlo, de hecho a partir de las 9 de la mañana esta abierto, cierran a las 7 de la noche así que tenemos chance.

-¿Qué? ¡no! El palacio Gyeongbokgung fue destruido durante las guerras, Changdeokgung es el segundo palacio y ese pertenece a mi época. ¡Vamos de una vez a visitarlo Pino!

-¡Hey! Aún tenemos trabajo que hacer Bill.

-podemos dejárselo a Sixer, total no se enojara y nos debe una además de que tú amabas visitar el palacio.-sonriendo emocionado mientras sus ojos brillaban.

Después de unas sonrisas y ruegos del parte del rubio Ford había accedido a hacer el trabajo de ambos, mientras estos se iban a visitar el palacio Changdeokgung.
Durante el camino Bill hablaba animadamente de pequeños detalles del palacio, Dipper por su parte escuchaba atento sus anécdotas; tras llegar al palacio Bill se había quedado mudo, pues el palacio actualmente era tan diferente al que alguna vez había pisado, con calma atravesó la puerta Donhwamun mientras sus ojos apreciaban cada remodelación de aquel edificio, las personas caminaban por todos lados mientras se tomaban fotos.
Con suavidad el chico camino por el puente de piedra, Geumcheon-gyo, se hinco un momento mientras las yemas de sus dedos eran pasados por las decoraciones de los animales míticos.

-son hermosos. -mirando los tallados en el puente de piedra.

-en ese tiempo lo utilizábamos para proteger el palacio, mi padre tenia una creencia de que ellos protegerían al palacio de cualquier ataque. -sonriendo.

-vaya, no me sorprende que creyeran en eso. -viendo al chico pararse. -la cultura es importante para nosotros.

El chico de cabello dorado asintió mientras retomaba su camino, a paso lento pero seguro se fue acercándose al que con anterioridad era su habitación privada, el estudio donde solía quedarse hasta tarde aprendiendo algo nuevo o mejorando su caligrafía; los colores que más resaltaban era el verde y rojo.

-los colores de la realeza pero siendo sincero el amarillo es mucho mejor. -sonriendo de lado.

-esos colores son demasiado llamativos Bill. -rodando los ojos al recordar la ropa que llevaban estos cuando se conocieron por primera vez.

-Dipper, necesito que vengas por aquí.

El rubio sin cuidado comenzó a caminar adentrándose a la área que detenía el paso de los visitantes, sin que algún guardia lo viera se acerco a la parte baja de su estudio; Dipper al ver eso se puso nervioso y comenzó a mirar a todos lados para ver si nadie los descubría, al ver que Bill le llamaba con la mano el castaño debatió brevemente consigo mismo para con un suspiro acercarse al rubio.

-Bill, no deberíamos estar en esta área.

-¿Por qué no? Técnicamente soy el dueño del palacio. -moviendo unas piedras.

-porque esta prohibido y eso es solo en el pasado. -arqueando las cejas.

El rubio sonrió mientras tanteaba en el piso, sus manos se llenaron de arena pero tras sentir algo sonrió y lo saco, en su mano se encontraba una piedra tan azul como el mar. Bill volteo a su prometido.

-no te di un anillo como tal porque pensé en darte algo mejor. -diciéndole con la mirada que estirara la mano. -cuando era chico la encontré por casualidad y para ser sincero pensé que era una especie de piedra de la suerte. -riéndose al tomar la mano de Dipper y colocar la piedrita mientras recordaba que igual había encontrado a alguien especial ese día.

-es...-su mirada se concentro en la piedrita mientras la apreciaba. -una Lapislázuli.

-es una piedra tan antigua como yo. Incluso en la actualidad se cree que esta representa la amistad y la verdad. Se dice que sirve para tener armonía en las relaciones también es una piedras de la sabiduría, del conocimiento mismo. -alzando los hombros con una sonrisa. -me hubiera gustado tener una rubí o un ópalo que representaban el amor pero.

Antes de que terminara de hablar Dipper lo había callado con un dulce beso, el rubio aunque estaba sorprendido del movimiento del castaño termino correspondiendo sus sentimientos, un beso apasionado y lleno de amor fue aquel que tanto los acercaba, sin ambos darse cuenta el cuerpo de Bill comenzaba a volverse nuevamente traslúcido.

[......]

El albino se encontraba en el bosque, su mirada estaba danzando entre los árboles mientras se detenía en un lugar en específico, llevo sus manos a su boca formando una especie de megáfono y comenzó a gritar el nombre del otro oráculo.

La chica quien solía estar observando por medio de portales sonrió como el gato Cheshire y apareció frente al albino quien solo la miro serio.

-¿me llamabas galán?

-¿Por qué solo Robbie desapareció? -mirando fijamente a la chica quien solo ladeo la cabeza y señalo a su persona.

-cariño tú igual lo estás haciendo.

La mirada de Gideon fue directamente a su cuerpo y aterrado vio lo mismo que a su amigo le había pasado, ahora lo sabía, él era el siguiente en desaparecer, y si era así entonces ¿Qué pasaba con su rey? ¿ya había desaparecido? o ¿acaso sería el ultimo? La chica relamió sus labios y abrió un portal.

-ya que quieres respuestas entonces vamos, en mi mundo no te veras afectado por ahora. -llevando su mano a su barbilla como si estuviera pensando algo, después de eso miro nuevamente al chico. -a cambio de información ¿Qué te parece escuchar una historia?

-si con eso me dirás lo que deseo entonces que así sea.

La chica asintió y tras eso Gideon cruzo el portal con Key detrás, el portal se cerro en cuanto ambos cruzaron.