prólogo.

1.3K 118 1
                                    

Se acababa de despertar, su mirada viajo a su lado donde debería estar acostada su esposa, al no encontrarla le extraño demasiado pues cada mañana ella estaba ahí a su lado.

—¿Princesa heredera? —mirando a su alrededor. —¿Hay alguien afuera?

Nadie contesto, el chico de cabello rubio se paró de aquel futón y continuó hablando, al no recibir respuesta se harto, «hoy rodarán cabezas.» pensó algo divertido pero con cierto fastidio, en eso el sonido de unas pisadas llamo su atención y acto seguido las puertas corredizas de su cuarto se abrieron a la par, ahí estaba un chico de ojos castaños tirando a rojizos.

—Su alteza.

—¿Que sucede ahora Fire?

—... La princesa heredera.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del rubio al escuchar el tono de voz quebrada de aquel siervo. El chico se paró de golpe para lanzarse directo al joven.

—¡Habla ahora! ¿Qué pasa con la princesa heredera?

—lo lamento tanto...—agachando la mirada, procurando como siempre no mirar a los ojos a su futuro emperador. —ella... La princesa heredera ha...

El miedo y tristeza de decirle la verdad a su joven maestro le rompía el alma, no podía decirle eso, no podía pero debía hacerlo.

—¡Fire habla ahora! Es una orden.

—hemos encontrado su cuerpo en el pabellón de la flor de loto.

Sin más el rubio salió corriendo de la habitación hacia esa dirección, conocía a la perfección aquel palacio donde toda su vida creció, la princesa heredera era su esposa y la amaba más que nada, el que su sirviente le haya dicho eso tenía que ser mentira o eso creía él pero al llegar y ver todo el embrollo entendió que todo era verdad; la mujer que amaba había muerto.

—no...

—Su alteza. —mirando al rubio llegar. —no debería estar aquí.

—¡Princesa heredera! —queriendo correr a ella al ser retenido por algunos guardias. —¡Sueltenme! Es una orden.

—lo sentimos su alteza.

Las lágrimas en aquellos ojos ambarinos con cierto toque color verde comenzaban a inundarse de lágrimas al ver como en aquel lago flotaba el cadáver de aquella mujer con la que había compartido parte de su infancia y su ahora vida adulta.

¿Porque lloras príncipe?
No deberías llorar así pequeño
¿Quieres una oportunidad de salvar al amor de tu vida?
Bien te la daré pero a cambio tendrás que aguantar el peso de la verdad; así es, de tú misma verdad.

[......]

El rubio estaba a lado del emperador actual, él y su padre escuchaban todo lo que sus eruditos decían acerca de lo encontrado en la muerte de la princesa heredera. El rubio buscaba con su mirada a un erudito en especial pero aquel chico no estaba, tal vez la perdida de la princesa heredera había sido mucho para aquel chicos, después de todo ambos eran hermanos y unos muy unidos.

—¿Que sucedió con el Pines menor? —mirando a unos hombres mayores y a un chico a su lado.

—me temo que mi sobrino está en casa.

—la perdida de la princesa heredera es un golpe muy fuerte para el más joven de la casa.

—entiendo, después de todos ambos eran gemelos.

Después de 3000 años.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang