XXXVII

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Su mirada estaba posada en los trajes blancos de aquel lugar, en verdad estaba indeciso pero eso era algo poco común en él.
El rubio sonreía al verlo tan concentrado, se alegraba de al menos tener la oportunidad de casarse con Dipper, aunque tenía miedo; Bill tenía miedo de que todo cambiará, pues en el pasado no sabe si Dipper siente lo mismo que él, además que en el presente, no será él quién acompañe toda su vida al castaño. Su mirada melancólica estaba en el chico, quién por fin había decidido que traje comprar, la chica que lo atendía sonrió para llevar el traje a la caja y guardarlo.

Dipper giro a dirección del chico y noto esa mirada melancólica perdida en la nada, sus ojos castaños danzaron a los alrededores y al ver que se encontraban solos, a paso le tomo se dirigió a Bill; con suavidad se sentó en las piernas de este mientras sus brazos rodeaban su cuello; Bill al ver esto sonrió y dirigió toda su atención al castaño.

—¿Y este regalo?

—no me estabas prestando atención. —robándole un pequeño beso.

—no sabía que eras tan posesivo.

—Bill hay tantas cosas que aún no sabes de mí.

—¿A si? ¿Cómo cuales? —juntando sus frentes con suavidad mientras una sonrisa adornaba su rostros. —cuéntamelo, quiero saber todo de tí.

—algún día lo sabrás por ti mismo amor.

—¿Tienes miedo? —las palabras salieron de la nada, sabía que Dipper estaba ocultando su tristeza, sus miedos.

—mucho más de lo que podía imaginarme, tengo miedo a simplemente un día despertar y que no estés a mi lado.

—yo igual tengo miedo, pero creo que solo tenía que arreglar las cosas aquí.

—aún no has descubierto quién mató a Mabel.

El rubio negó suavemente mientras observaba los ojos chocolate que tanto amaba, suavemente plantó un beso en los labios del ajeno y cuando se separaron continuó.

—ya tengo la respuesta a todo eso.

—¿Y me la dirás?

—cariño, no puedo decírtelo.

—¿Porque no?

Bill no dijo nada, en eso una voz suave les hablo, la chica que atendía a Dipper había regresado.
El castaño con las mejillas rojas bajo de las piernas de su prometido y fue a donde la chica para pagar, Bill se paró rápidamente y corrió a pagar, claro no dejaría que su hermoso niño pagará.

Después de haber ido a comprar las cosas decidieron ir a comer algo a sí mismo pensaban donde harían su boda, Dipper quería algo pequeño, algo donde solo ellos pudieran estar y por su parte Bill quería algo grande.

—algo pequeño es lo mejor Bill.

—¿Porque? Es mejor si es en grande. —sus brazos se cruzaron mientras su nariz se arrugaba ligeramente.

—Bill, quiero algo cálido, algo lindo. —sonriendo suavemente. —algo así es más inolvidable que algo grande y sinceramente solo quiero que sea algo para nosotros dos.

—amor. —su mirada se relajo, al ver al chico tan tierno no hizo más que sonreír. —diablos, está bien, se hará como tú quieras amor.

—amo cuando caes en mis redes.

—bueno, de vez en cuando no está mal ser prisionero de tu amor.

»un reo soy de mí ilusión, atravesaste en mi toda la oscuridad, en tus ojos viviré encadenado a este tan cruel y bello amor.«

—Bill. —sus palabras fueron más en un suave susurro, el rubio dejo su bebida para prestarle toda la atención a su castaño. —huyamos juntos a las estrellas.

Solo esas palabras bastaron para que unas pequeñas lágrimas calleron de los dorados ojos que tanto amaba, el corazón de Bill era feliz y triste al mismo tiempo, con suavidad tomo la mano del castaño y con una sonrisa cálida prosiguió a contestar.

—huyamos tan lejos que nadie pueda encontrarnos.

[......]

En la dimensión de los gemelos.

—que hermoso es. —hablo tan alto como oídos mientras admiraba la escena, la chica a su espalda simplemente se acercó a observar lo mismo que su hermana.

—y aún así harás que todo regrese a la normalidad.

—no puedo cambiar nada, les di oportunidad de cambiar todo.

—pero no por eso los enviaste realmente al presente. —dijo mientras cambiaba el panorama que veían, la chica de ojos eléctricos sonrió ante las palabras de su hermana menor.

—exacto, no los traje para que cambiarán del todo su destino.

—eres tan cruel.

—algo así. —alzo los hombros restándole importancia. —Cass lo había dicho "si logras salvar lo que en verdad amas entonces y solo entonces podrás saber la verdad."

fue una trampa en cierta manera ¿Verdad?

—sí y no. —mirando con detenimiento el desarrollo en el pasado. —iba a ocurrir nuevamente pero ese tipo se hablando demasiado, supongo que es influencia de la época, pero Bill es aún más astuto de lo que imaginaba. —una sonrisa se dibujo en su rostro. —ya sabe el porque está regresando al pasado, ya sabe que es lo que realmente sucedió.

—algo digno de un rey y al mismo tiempo de un erudito. —dejando su cuerpo irse para atrás, al flotar en la habitación.

—sí, ahora mi pregunta es ¿Qué hará con esa persona en el pasado?

—a veces pienso que necesitas enamorarte para dejar de ser malvada, eres el oráculo más malo que he visto en toda mi vida.

—no es mi culpa, Cass es el sensible y yo soy la mala.

La rubia simplemente rodó los ojos al escuchar a su hermana; su mirada viajó a la nada. »yo igual estoy ansiosa por saber cómo acabará todo esto.« fue lo único que pensó mientras se quedaba dormida.

Después de 3000 años.Where stories live. Discover now