여섯 💜

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Haneul

Después de un largo día las clases por fin habían terminado, hoy no vi todo el día a los imbéciles que molestan a Tae de seguro mi papá ya hablo con el director, me daba gusto saber que ya no lo molestaran

Íbamos hacia la salida de la escuela, yo iba tomada del brazo de Tae, cosa que él no quería pero yo no le hacia caso. Cuando llegamos afuera quería irse pero me había dicho que iríamos al parque; bueno no lo prometió pero yo lo tomé como una promesa así que iremos

—No quiero ir— dijo Tae tímido, cuando ya estábamos en la entrada del parque.

—Tae, por favor— alargue.

—No enserio, lo siento — se giró y empezó a caminar por donde habíamos venido antes yo lo seguí.

—Hey— llamé deteniéndolo — ¿Porque te portas así? solo íbamos a divertirnos

—Ve tu si quieres—empezó a caminar de nuevo.

—Entonces si nos vas conmigo pues no iré— lo sujete del brazo, siguiendo su paso.

Los dos caminos en silencio hasta un pequeño parque muy lindo, tenía muchos arboles y flores de muchos colores pero no habían muchas personas. Le indiqué a Tae que nos sentaramos en un pequeño asiento de bambú que se encontraba guindado de un árbol

—Tae— llamé su atención.

—¿Que pasa? — dijo con su vista hacia el cielo.

—Me gustas— solté de repente. No se porque lo hice pero sentía la necesita de decircelo, él fijó su vista en mi y abrió sus ojos ampliamente, puedo jurar que hasta se puso pálido.

—¿Qu-e? — balbuceo.

—Si, me gustas— volví a decir pero esta vez tape mi cara con mis manos, sentía que me moriría de la pena.

—No se que decir— seguía balbuceando.

—No digas nada— sonreí tratando de mostrar tranquilidad, pero por dentro me estaba muriendo.

—Yo, lo siento— dijo para luego irse corriendo de ahí.

No entiendo que le pasó, solo le dije que me gustaba no es que nos íbamos a casar.

¿Será que no le gusto?

Ay Dios, porque le dije eso; soy una tonta

Tae

Haneul me dijo que le gusto y ella también me gusta pero eso no puede ser, los dos somos de mundos muy diferentes. Ella merece alguien mejor que yo, alguien de su clase yo solo soy alguien insignificante que no merece a alguien tan buena y linda como ella

(...)

Cuando llegué a mi casa fui hacia mi habitación para lanzarme sobre mi cama, las palabras de Haneul no dejaban de dar vueltas en mi cabeza, me sentía un imbécil por no haberle dicho nada y dejarla ahí sola.

¿Pero que podía decir?

De seguro mañana no me va querer ni ver y me lo merezco por ser un imbécil con ella

—Tae— escuché decir detrás de mi puerta.

—¿Que pasa abuela?

—Baja a cenar

—¡Voy! — grité parandome de la cama.

Cuando bajé mis abuelos estaban en la mesa esperándome, tomé mi lugar y empecé a comer.

—Hijo, ¿cuando traeras de nuevo a Haneul?— habló la abuela.

—N-no se

—¿Porque te pones tan nervioso? — río.

—Por nada abuela— llevé la comida a mi boca.

—Es una buena chica y muy linda— agregó el abuelo, haciendo que me pusiera mas nervioso.

—Lo es— dije bajo — Bueno me voy— dije para luego irme de la mesa, ya no podía aguantar mas seguir hablando con mis abuelos sobre ella.

Me fui a dormir pensando en que le diría mañana a Haneul, no se si tenga el valor de verla.

Ay no se que voy hacer mañana

                                           🌸   

Me desperté por mi abuela que no dejaba de moverme y decirme que despertara. Me levanté para bañarme y arreglarme para irme a la escuela

Cuando ya estaba listo desayuné con mis abuelos y luego me fui de inmediato para no llegar tarde

Después de casi media hora de camino como siempre; llegué a la escuela y recordé lo de Haneul, trataría de evitarla, además no creo que ella quiera hablar conmigo después de haberla dejado tirada ayer.

Las clases aun no empezaban así que fui a donde siempre iba y me senté bajo ese gran árbol, cerré mis ojos para relajarme un poco.

Después de varios minutos escuche esa chillona voz que la conocía donde sea que fuera, no quise abrir mis ojos por miedo a verla.

—Tae — llamó. Pensé que después de ayer ya no querría volver hablarme pero veo que no fue así —¡Tae!— gritó mas fuerte haciendo que diera un brinco del susto.

—¿Que pasa? — dije tímido mientras frotaba uno de mis ojos.

—¿Porque te fuiste corriendo ayer?— se sentó junto a mi.

—Porque si— respondí viendo hacia el piso.

—No te sientas precionado por lo que te dije. Es solo que quería decírtelo y ya— sonrió mostrando su hermosa sonrisa.

—Perdón por haberme ido así— dije sin verla. Me sentía muy apenado por lo que le hice.

—No hay problema, todo en paz — habló alzando su mano esperando que yo chocara la mía con la de ella.

—Gracias— dije chocando nuestras manos.

—Pero sonríe, no es como que me hubieras matado— dijo riendo, provocando que yo también riera —Ya ves, tienes una sonrisa muy linda

—Gracias— hablé tímido, ella me ponía tan nervioso que no podía ni verla a los ojos.

—Vamos a clases— se puso de pie para luego ayudarme a levantarme.

Ambos fuimos a clases donde tomamos nuestros lugares para esperar que la maestra llegara y no tardo mucho en llegar y comenzar a dar su clases.

𝙀𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧Kde žijí příběhy. Začni objevovat