스물일곱 💜

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Tae

Me había dolido lo que ella me dijo, ese niño del que habla no murió aun vive dentro de mi pero mi odio y sed de venganza no lo dejan salir y es mejor así

Haneul se fue y algo dentro de mi me decía que la siguiera, que no la dejara sola pero mi cuerpo no respondía solo me quedé estático así que la dejé ir

Cambié de lugar y empecé a manejar a la casa de Haneul para dejar su auto ahí, seguro ella tomará un taxi para volver

Cuando estaba casi por llegar empezó a llover y me preocupé por Haneul me iba a ir y decir que seguro tomaría un taxi pero eso cambió al ver su bolso con su cartera en el auto.

¡Mierda!

—¿Ahora donde la encuentro?— hablé girando para regresar a buscarla.

Manejé por el mismo lugar donde ella se había ido y nada que la encontraba, la busqué por todas partes y nada. No la veía por ninguna lado así que decidí salir del auto para buscarla mejor, caminé por todos lados sin importarme que me estaba mojando

Pasé como media hora y nada de ella, ya estaba completamente mojado y hacia mucho frío y me estaba preocupando por ella

Volví al auto, subí y llamé a casa de Haneul, su nana me respondió y dijo que ella había llegado hace unos minutos con Hoseok.

Corté de inmediato y mi furia aumento a mil, yo como imbécil buscándola y ella de lo mas feliz con el imbécil de Hoseok

—!Maldita sea!— grité golpeando el volante — Esto me pasa por imbécil y preocuparme por ella pero jamás me vuelve a pasar, la próxima vez que le pase lo que le tenga que pasar

Salí de ese maldito auto y cerré las puertas para buscar un taxi e irme de ahí.

Regresé a mi casa y me quité toda la ropa mojada, me di un baño y me metí a la cama para dormir

Haneul

Cuando salí corriendo de mi auto sin importarme nada, me sentía demasiado mal como para estar soportando a Tae

De repente empezó a llover muy fuerte pero igual no le tomé importancia y seguí caminando, mientras caminaba mis lágrimas se mezclaban con las gotas de lluvia, por un momento podía llorar sin que lo notaran. Sentía tanto dolor en mi pecho que sentía que mi corazón no podría mas

Pasé varios minutos caminando bajo la lluvia hasta que el frío me estaba venciendo y no podía seguir. Me senté en una banca mientras las gotas de lluvia seguían cayendo sobre mi

De repente estas ya no caían mas, alcé mi vista y me encontré con un paraguas sobre mi, vi que el dueño de este era Hoseok, no sé como me encontró pero me daba gusto verlo

Él tomó mi mano y la puso sobre la manija del paraguas, quitó su chamarra y la colocó en mi espalda.

—Te llevaré a casa— Dijo mientras me cargaba en sus brazos, yo ni siquiera podía decir nada, el frío me cortaba la respiración y temblaba como gelatina.

Hoseok me subió a su auto y empezó a manejar hasta mi casa, cuando llegamos me volvió a cargar y cuando la nana abrió me llevó de inmediato a mi cama

—Quítele esa ropa y dele algo para que entre en calor— dijo para luego hacer una reverencia e irse.

La nana me ayudó a quitar mi ropa y me puso mi pijama, luego se fue para prepararme un té

Me quedé abrazando mi almohada mientras mis lágrimas volvían a salir, soy una tonta por estar sufriendo por él cuando ni siquiera le importa lo que pase conmigo

Antes que la nana regresara me quedé dormida, me sentía muy cansada y estar llorando solo ayudó a que me durmiera mas rápido 

                                      🌸

Me desperté y me quedé sentada en la cama viendo a la nada, hasta que la nana entró a mi habitación

—¿Que pasa nana?— pregunté sonriendo.

—Anoche llamó Taehyung preguntando por ti, se escuchaba muy preocupado y cuando le dije que habías llegado con Hoseok me cortó

—Agh, me olvidé de mi auto — golpee mi frente con mi mano — Tengo que ir a buscarlo

—Ok, niña despistada — río nana mientras salía de mi habitación.

Me levanté de inmediato y fui a darme un baño, después de varios minutos ya había terminado así que fui a buscar un taxi para ir a la empresa de Tae, aunque no quisiera verlo tenia que preguntarle donde estaba mi auto

El taxista me dejó en la empresa y fui adentro, cuando subí al elevador Hoseok también iba entrando, cuando me vio quiso irse pero lo detuve

—Ayer no pude agradecerte— dije viendo hacia el piso.

—No tienes que agradecerme — respondió bajo.

—¿Aún sigues enojado conmigo? — pregunté tratando de verlo a los ojos pero él apartaba su vista de mi.

—No, ¿porque estaría enojado?

—No se, solo que ya no es como antes

—Antes no me habías roto el corazón— dijo para salir de inmediato del elevador, dejándome con un sentimiento de culpa horrible, antes que Tae regresara yo le había dicho que empezáramos a conocernos y ahora resulta que me casaré con otro, soy una estúpida y merezco que él este enojado conmigo.

El elevador se abrió y salí directo a la oficina de Tae, la secretaria no me dijo nada solo me dejó pasar. Cuando entré Tae estaba viendo unos papeles y ni siquiera volvió a verme

—¿Donde esta mi auto? — hablé seria.

—¿Que hacías con Hoseok ayer? —preguntó soltando los papeles que tenía en sus manos y se puso de pie.

—A ti que te importa

—Me importa porque eres mi prometida — gritó sujetandome fuerte de ambos brazos.

—¡Sueltame!— grité, sus manos apretaban muy fuerte mis brazos y él me veía con su ceño fruncido—Me estas lastimando— dije bajo y algunas lágrimas salieron, cuando el vio eso me soltó y se alejó de mi y empezó a golpear su escritorio.

—No quiero volverte a ver cerca de Hoseok— amenazó.

—Jamás te me vuelvas acercar— grité llorando — Y tú no me dirás que tengo que hacer— giré para salir de ahí pero él me lo impido cerrando la puerta de golpe, me giró y me pegó a la puerta

—Tú no tienes que ver a otros hombres que no sea yo — habló cerca de mis labios.

—No soy un objeto que te pertenece— lo empujé alejándolo de mi pero este me volvió acorralar.

—Pero pronto serás mi esposa

—Desgraciadamente

—Sé que no es así— río sarcástico mientras se alejaba de mi — Sé que muy en el fondo te quieres casar conmigo— río guiñandome un ojo.

—Piensa lo que quieras— abrí la puerta y salí lo mas rápido posible de ahí.

No quería seguir viendo a Tae cada día él hace que mi odio hacia el aumente y que el amor disminuya, ya son dos veces que me deja marcas en la piel cuando se enoja, no se en que momento se convirtió en eso, él jamás le había hecho daño a nadie pero ahora debo entender que el Tae que yo conocí ya no existe

𝙀𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧Where stories live. Discover now