스물여섯 💜

2K 179 0
                                    

Haneul

Después de hablar con Max fui a la cafetería donde me esperaba Hoseok, su rostro no mostraba esa hermosa sonrisa que tenía siempre y eso era algo raro en él. Me acerqué y me senté frente a él

—¿Porque no me dijiste? — habló serio sin verme a los ojos

—No tuve tiempo. El mismo día que acepté Tae planeo la fiesta

—Me hubiera gustado saberlo por ti y no por las revistas

—Lo siento

—No, no tienes porque disculparte. Y felicidades por tu matrimonio — sin decir nada mas se fue dejandome con la palabra en la boca.

Sé que debí haberle dicho pero con todo lo que esta pasando no tengo cabeza para pensar en nada. Todo esto es demasiado, ya no se que hacer creó que me volveré loca.

Recoste mi cabeza en la mesa donde estaba, para calmarme un poco

—¿Que hacías con Hoseok? — habló Tae haciendo que levantara mi cabeza de inmediato.

—Que te importa — dije tomando mi bolso para irme pero Tae me tomó de la mano—Sueltame

—No te soltaré, necesitamos hablar — me jaló para quedar sentada de nuevo.

—No tengo nada que hablar contigo— me volví a levantar pero él me volvió a jalar.

—Dije que vamos hablar — me vio serio.

—Ya te dije que no tenemos nada que hablar — dije viéndolo amenazante.

—Te pregunte, ¿que hacías con Hoseok?

—Y yo te dije que no te importa

—Si me importa porque eres mi prometida

—¿Ahora si soy tu prometida? Cuando anoche te valió mierda cuando te ibas acostar con esa tipa — dije furiosa tratando de contener mi enojo ya que no quería causar un escandalo.

—¿Estas celosa? — río de lado.

—Eres un imbécil— tomé mis cosas y me fui lo mas rápido posible al estacionamiento para subir a mi auto.

Cuando estaba apuntó de entrar al auto Tae me jaló y cerró la puerta del auto de un golpe, me pegó a este y empezó a besarme, yo intenté a como pude soltarme de su beso pero este no se alejaba de mi. Por mas que hacia en no corresponder a su beso algo dentro de mi me decía que lo disfrutara que yo lo quería pero mi enojo podía mas.

Le di un golpe con mi rodilla en su entre pierna y se alejó rápidamente de mi quejándose del dolor, aproveché para abrí la puerta de mi auto nuevamente y cuando iba a volver a subir Tae me tomó del brazo y me acorraló contra el auto poniendo sus manos a mi costados.

—Sé que te gusta que te bese— habló cerca de mis labios.

—Que equivocado estas— lo empujé — No vuelvas a besarme

—Ya te dije que pronto no podrás evitarlo— río alzando una ceja.

—Lo veremos— dije entrando al auto pero Tae corrió de inmediato a subirse al asiento del copiloto— ¿Que haces?

—Nada, iremos a comprar tu vestido de novia— sonrió mientras ponía su cinturón de seguridad.

—No quiero un estúpido vestido para casarme con un estúpido tipo — dije viéndolo fulminante.

—Pues quieras o no te casarás con ese estúpido tipo— colocó la llave en el auto y lo encendió.

—¿Que haces?— grité.

—Maneja— ordenó.

—Agh— grité golpeando el volante.

Manejé a la dirección donde el sujeto junto a mi me iba indicando, no se como resistía no asesinarlo ahí mismo cuando recordaba lo que había pasado en la fiesta de anoche

Cuando llegamos a la tienda Tae bajó y se dirigía a abrirme la puerta pero yo salí antes que él se acercara, me dio una mirada asesina pero yo solo sonreí falsamente y caminé hacia adentro del lugar.

Entramos y una chica muy joven nos atendió, pero en vez te averiguar sobre mi vestido ella solo observaba a Tae como si él fuera lo mas hermoso que sus ojos habían visto, cierto que es muy guapo pero no para que ella lo este viendo.

Ay, que estoy hablando por mi que se lo quede así me salvo de él

Tae se quedó en la sala de espera y la chica me guió hasta un vestidor donde me mostró muchos vestidos, lo que menos quería en este momento era estar eligiendo un estúpido vestido así que le dije a la chica mis medidas y que me trajera el primero que encontrará.

Luego de haberme probado el que la chica me mostró le dije que quería ese, así que me volví a poner mi ropa y salí.

Pasé ignorando a Tae y volví a mi auto, él venía detrás de mi y de inmediato subió al auto

—¿Tan rápido escogiste tú vestido?— preguntó cuando ya íbamos ambos en el auto.

—Si, además no me importa que vestido lleve, ni siquiera me quiero casar — reí de lado.

—Eso no era lo que decías hace 8 años— hablo y de inmediato detuve el auto.

—Si, hace 8 años mi mayor sueño era casarme con Taetae ese niño que desde la primera vez que lo vi me cautivó, el niño que con su hermosa sonrisa lograba iluminar mis días, ese niño que con su humildad logró ganarse mi corazón, ese niño que quería convertirse en un orgullo para su abuelos pero, ¿sabes? ese niño ya no existe — hablé viéndolo mientras controlaba que mis lágrimas no salieran, él solo me veía.

—Ese niño aun existe

—No, ahora el Tae que conozco es alguien sin corazón que no le importa lo que los demás sientan

—¿Acaso a alguien le importó lo que yo sentía cuando me humillaban? — gritó furioso.

—Si, a mi si me importaba y mucho— ya no pude contener mis lágrimas y salieron sin permiso — Pero veo que a ti jamás te importó nadie mas que tú, jamás te importó que estuviera sufriendo por ti todo este tiempo, jamás te importó todo lo que te extrañé y todo lo que sufrí sin saber de ti.

—Eso no parece ya que estabas muy feliz con mi hermano

—Ay, eres un imbécil— grité empujándolo y salí del auto. No sabía a donde  iba pero no quería seguir viéndolo.

Mientras corrí lejos del auto por un momento pensé que Tae me seguiría y que diría que lo sentía pero no fue así, él solo no le importaba nada y eso estaba mas que claro

𝙀𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora