스물셋 💜

2.1K 179 8
                                    

Haneul

Aun seguía metida en mi cama, solo bajé por un momento y comí un poco. Mi apetito había desaparecido y no tenía ánimos de nada, Max me estuvo llamando pero no le contesté porque ya se que me dirá

Estaba acostada cubierta por la sabanas cuando en eso sentí que alguien se sentó a la orilla de mi cama

—Mamá quiero estar sola — dije moviendome para darle la espalda.

—¿Porque quieres estar sola? — dijo Hoseok haciendo que me sorprendiera.

—¿Que haces aquí? — pregunté sentándome en la cama mientras acomodaba un poco mi cabello.

—No fuiste a trabajar así que vine a ver como estabas — sonrió mostrando esa enorme sonrisa que tenía.

—Pues como ves no estoy nada bien — hice una mueca.

—Ya veo— río — Esto sería una buena portada para la revista, la gran súper modelo Choi Haneul desarreglada

—Cállate — reí empujándolo.

—Aún así te vez linda — acomodó un poco de mi cabello detrás de mi oreja.

—Gracias— respondí tímida — Y perdón por todo lo que te he hecho— baje mi cabeza.

—Tú no me has hecho nada— me abrazó — Solo no sigas sufriendo— susurró en mi oído.

—Ni tú tampoco— dije frotando su espalda.

—¿Quieres ir a tomar algo? — preguntó sonriendo.

—Si te digo que no igual vas a seguir insistiendo así que esta bien— dije lanzándome sobre la cama, no puedo dejarme morir por lo que esta pasando con Tae voy a enfrentar esto y a tratar de encontrar una solución.

Hoseok me dejó sola para que pudiera arreglarme, me bañé lo mas rápido posible para no hacerlo esperar mucho y cuando ya estuve lista me arreglé.

Cuando iba a salir mi celular sonó, cuando lo tomé vi que era un mensaje de un numero desconocido.

Necesitamos hablar, ven a la empresa
Tae.

Solo ese mensaje bastó para que mi enojo se volviera hacer presente, todavía se atreve a decir que hablemos, no tengo nada que hablar con él, ni siquiera quiero verlo

Lancé el celular sobre la cama y bajé a donde estaba Hoseok esperándome

—¡Diviertanse!— gritó mamá cuando íbamos saliendo.

Subimos al auto y Hoseok manejó, en todo el camino no dijimos nada solo nos manteníamos en silencio y de vez en cuando nos sonreiamos

Cuando llegamos al lugar Hoseok me ayudó abajar y entramos, estábamos en una cafetería no tan grande. Fuimos a ordenar un trozo de pastel con una taza de café y tomamos nuestra mesa

—¿Que piensas hacer? — preguntó Hoseok viendo hacia su taza.

—No lo se — respondí bajo.

—Perdón por no poderte ayudar — me vio y pude ver la preocupación en sus ojos.

—No te preocupes. Ya has hecho mucho por mi — sonreí.

—No quiero que te cases con Tae— dijo rompiendo el silencio que se había apoderado de todo. Y me quede unos minutos pensando en lo que acababa de decir.

—Tampoco me quiero casar con él— respondí luego de unos minutos.

—Pensé que tú si querías hacerlo

—No, el Tae que yo conocí es completamente diferente a este que esta diciendo que se casara conmigo

—Quisiera ayudarte — puso su mano en su cabeza.

—Tranquilo, buscaré una solución a esto — le sonreí acariciando su brazo.

Hoseok y yo nos quedamos casi una hora en la cafetería, haber salido con él me animo un poco, Hoseok es una persona divertida que contagia a los demás

Cuando ya nos íbamos le pedí a Hoseok que me llevara a la empresa, iba a ir hablar con Tae ya es momento de que lo enfrente y le diga que no me quiero casar con él

Al principio Hoseok no quiso que fuera pero de todos modos si no me llevaba él me iría sola así que decidió llevarme

Cuando llegamos a la empresa Hoseok me dejó en la entrada y él se fue, fui hasta la oficina de Tae y cuando llegue toque la puerta no tardo mucho en decirme que entrara y así lo hice

—Pensé que no vendrías—dijo poniéndose de pie.

—Solo vengó a decirte que no pienso casarme contigo— dije lo mas seria posible, estaba conteniendo toda mi furia que llevaba dentro.

—Eso no es una opción— río de lado.

—Lo es, para mi. Jamás me casaré contigo, te has convertido en un monstruo al que no reconozco — grité y algunas malditas lágrimas empezaron a salir.

—¡Pero amas a este monstruo!—gritó acercándose a mi, juntando su frente con la mía mientras sujetaba mi cintura con ambas manos. Mi cuerpo empezó a temblar y mi corazón se aceleraba pero el enojo que sentía hacia él en estos momentos era mas fuerte que cualquier cosa.

—Así como te amo también puedo odiarte— lo empuje fuerte.

—Sé que no lo harás— y de repente empezó a besarme, yo no correspondi solo trataba de separarme de él pero no lo lograba.

—¡Sueltame! — grité cuando por fin había logrado separarme de él y le di una fuerte cachetada — Jamás vuelvas a tocarme — lo apunte con mi dedo.

—Cuando seas mi esposa tendré que hacerlo— río mientras sobaba su mejilla que se había tornado roja por mi acto.

—¡Imbécil! — grité antes de salir de ahí.

Iba furiosa, maldecía a Tae en mi interior esto que esta haciendo no se lo perdonaré. Usarme sólo por venganza es una cosa que solo un ser sin sentimientos haría

Tome un taxi que me llevara hasta la casa, cuando llegue entre encontrándome a mis papás reunidos en la sala, no me gusta para nada esto y temo que sean malas noticias

—¿Que pasa? — pregunté sentándome frente a ellos.

—No tenemos buenas noticias— dijo mamá moviéndose para quedar junto a mi.

—¿Que pasó? Hablen ya

—Estuve buscando por todo los medios posibles como arreglar nuestro problema pero nadie tiene tanto dinero para ayudarnos— habló papá bajando la cabeza.

—¡No puede ser!— grité sujetando mi cabeza, ahora Tae se saldrá con la suya.

—Pero no dejaré que te cases si no quieres. Si es posible iré a pedirle perdón a ese imbécil— dijo papá goleando el sillón.

—No papá — me puse de pie — Yo iré hablar con Tae y... Aceptaré su propuesta — dije mientras algunas lágrimas salían.

—Pero hija... — se acercó a mi papá — No es justo que tú estés pagando por algo que no hiciste— me abrazó.

—No te preocupes papá, estaré bien — lo abracé fuerte.

Se que casarme con Tae será como vivir en el infierno, porque yo ya no se si lo que siento por él es odio o amor. Tae cambió mucho y ahora es una persona que no se si pueda soportar pero tengo que hacerlo para ayudar a mi papá

𝙀𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧Where stories live. Discover now