서른여덟 💜

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Haneul

Una semana había pasado desde que nos mudamos a esta casa, mi tobillo ya estaba sano y ahora si podía regresar a trabajar

Toda esta semana fue estresante, los pleitos con Tae no disminuían, a veces se portaba lindo y a veces sacaba ese lado cruel que tanto odiaba

Toda la semana no salí de casa, no he visto a Hoseok y quisiera saber como esta. Me contacté con Max para que llamara a nuestros contactos

Tae aun no sabe que volveré a trabajar y tampoco pienso decírselo porque no se como vaya a reaccionar

Hoy se fue muy temprano al trabajo así que me daría tiempo para reunirme con Max sin que él se entere

Cuando llegué al restaurante donde Max me había citado ya él estaba esperándome, cuando me vio se puso de pie y me saludó con un beso en la mejilla

—Te extrañé — dijo con voz baja.

—Yo también te extrañé pero ya estoy aquí — respondí emocionada.

—Y yo ya te tengo un trabajo — bebió de su copa.

—¿Que es? — pregunté impaciente.

—La empresa Kim...

—Espera, ¿que?— interrumpi.

—Tranquila, no es la empresa de tu esposo. El dueño es Kim Namjoon

—Ah si, varias ocasiones escuché hablar sobre él

—Si, él quiere que trabajes para modelar su nueva ropa interior que será lanzada en primavera — gritó emocionado, esa era una gran oportunidad. Namjoon es un empresario muy importante en la industria de la moda y trabajar con él seria increíble.

—¿Que esperas para aceptar? — pregunté viendo a Max.

—Él quiere firmar el contrato contigo

—¿Y? ¿Cuando sería eso? — pregunté sin quitar la sonrisa de mi rostro.

—Hoy mismo

—Perfecto, ¿en donde nos vemos?

—Iremos a su casa esta noche

—Muy bien, entonces me voy, tendré que arreglarme — sonreí alzando una ceja, estaba muy feliz con la noticia.

Tan feliz que olvidé a Tae, recordé que tengo que decirle. Pero me daba miedo su reacción, pero de una u otra forma se dará cuenta así que será mejor que se lo diga yo misma

Cuando llegué a casa él aun no estaba así que me empecé arreglar, si venía antes de irme se lo diría hoy pero si no viene será hasta mañana. Yo no puedo desperdiciar esta gran oportunidad

Me arreglé, me puse un vestido largo y rojo con los hombros descubiertos y una de mis piernas igual descubierta. Recogí mi cabello dejando algunos mechones colgando y me maquille para luego bajar

Tae aun no llegaba así que me fui, le indiqué al chofer a donde llevarme y este de inmediato lo hizo

Cuando llegué habían muchos reporteros en la entrada al parecer esta no era una simple reunión. Caminé hasta adentro y fui en busca de Max cuando lo encontré este estaba con un hombre

—Ven— me tomó del brazo y me llevó frente al hombre que estaba con él — Te presento a Kim Namjoon— dijo señalando al guapo hombre que se encontraba frente a mi.

—Mucho gusto— extendi mi mano y este la estrechó con la de él.

—El gusto es mío — respondió con una gran sonrisa que marcaba sus lindos hoyuelos — Ya veo que eres mas linda en persona que en las revistas— dijo en tono dulce.

—Lo mismo digo— sonreí.

—Será un placer trabajar contigo

—¿Eso quiere decir que si firmaremos un contrato?— lo vi atenta.

—Claro que si— respondió tomando dos copas de la bandeja que llevaba un mesero — Brindemos por eso — me dio una copa.

—Salud— dije mientras chocavamos las copas.

—Escuché que estas casada— dijo viéndome.

—Si— respondí seria.

—Conozco a tu esposo— dijo bebiendo un sorbo del liquido en su copa.

—Todos lo conocen — imite su acto.

—Pero yo lo conozco bien — sonrió.

—¿Ah si? ¿Y de donde? — pregunté confusa.

—Estudiamos en la misma universidad

—Entiendo — dije moviendo mi cabeza.

—¿Sabes? Eres muy linda para que estés con el patán de Taehyung — agregó acercándose a mi.

— Él... Él

—¡No te le acerques!— escuche gritar a Tae a mi espalda. 

—¿Que haces aquí? — pregunté viéndolo con mi ceño fruncido.

—Hola Taehyung, tanto tiempo — saludó Namjoon sonriendo pero él solo lo miraba con odio.

—Nos vamos ya de aquí— hablo Tae ignorando a Namjoon y tomándome de la mano.

—No me iré— dije soltandome de su agarre.

—¡Dije que nos vamos! — gritó cargándome en su hombro.

Empecé a patalear que me bajara, todos nos observaban extrañados y yo me moría de la vergüenza

Tae me llevó hasta su auto y me puso en el asiento del copiloto, me abrocho el cinturón de seguridad y empezó a manejar como loco hasta la casa.

Se veía que estaba furioso, ni siquiera le importaba aventajar los autos ni saltarse los altos, iba demasiado enojado como para percatarse de eso. Mi corazón latía muy fuerte y sentía mucho miedo

Tae detuvo de un frenazo el auto y vi que ya habíamos llegados, no esperé que Tae me abriera la puerta y bajé a toda prisa del auto y entre a la casa

Corrí hasta la habitación y justo cuando quería cerrar Tae me lo impidió poniendo un pie entre la puerta y la pared

—¿Porque me haces esto? — grité furiosa mientras me alejaba de él.

—¿Porque no me dijiste que estabas trabajando y peor aun con el imbécil de Namjoon?— grito acercándose a mi.

—¿Tengo que decirte todo?

—Si, porque soy tu esposo — me tomó de ambas muñecas.

—¿Porque te molesta tanto que trabaje con él?— intenté zafarme de su agarre pero él me sujeto mas fuerte.

—Porque no quiero que él ni nadie este cerca de ti — habló muy cerca de mi boca — No quiero que ningún otro hombre te mire, ni te toque, ni te sienta— susurro en mi oído con su voz tan gruesa.

—No soy un objeto que te pertenece— me alejé de él girandome pero me tomó de la cintura bruscamente pegandome a su cuerpo haciendo que un enorme escalofríos recorriera todo mi cuerpo.

—Tú eres mía— susurró mordiendo el lóbulo de mi oreja haciendo que me estremeciera.

—Y-o — no podía emitir ninguna palabra estaba en un tipo de trance.

Tae me giro haciendo que quedáramos frente a frente, podía sentir su respiración chocar con la mía, sus ojos recorriendo cada parte de mi rostro y sus manos apretando mi cintura

𝙀𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧Where stories live. Discover now