𝙀𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧

마흔 💜

Haneul

Tae me llevó de arrastras hasta su auto, ya mi muñeca dolía de la fuerza con la que me sujetaba

—¡Sueltame ya!— grité haciendo que él se detuviera y soltara mi mano.

—¿Por que te empeñas en seguirle el juego a Namjoon?

—¿De que hablas? —grité— Esto no es ningún juego, voy a trabajar con él quieras o no — empecé a caminar en dirección contraria a él.

—Choi Haneul, ¡ven aquí! — gritó a mi espalda pero lo ignoré— ¿No escuchas?— habló deteniendome.

—Agh, a déjame en paz — grité con desesperación

—No, porque te amo y jamás te dejaré en paz —gritó tomándome de la cintura—Se que tú también me amas— susurro en mi oído bajando para dejar besos en mi cuello.

—De-jame — hablé entre cortado, maldito Tae porque me gustaba lo que me estaba haciendo.

—Mírame a los ojos y dime que no me amas — habló tomando mi cara entre sus manos para que lo viera fijo, en ese momento mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho. Tenía sus hermosos ojos cafés viéndome detenidamente. No quería decir que en el fondo aun lo amo, no lo aceptaría después de todo lo que me a hecho.

—Te dije que me sueltes— dije dando un patada en su entrepierna para que este me soltara y cayera al suelo.

Corrí por el estacionamiento pero Tae empezó a seguirme hasta que logro alcanzarme ya que yo estaba con tacones altos y me era imposible correr rápido

Tae me cargó en su hombro como si fuera un saco de papas, yo golpeaba su espalda diciendo que me soltara pero este no lo hacia

—¡Suéltame imbécil! — grité dando golpes en su espalda.

—¡No!— gritó dándome una nalgada haciendo que me enojara más.

—¡Deja de tocarme!— grité golpeándolo mas fuerte pero parecía que él era antigolpes.

—Yo puedo tocar cuando quiera— volvió a darme una nalgada.

—¡Imbécil te mataré! — grité.

—No me importaría morir en tus brazos— dijo metiendome en el auto.

—Eres patético — dije alzando mi ceja mientras lo veía fulminante.

—¿Sabes? Te has portado muy mal, creó que tendré que darte un castigo — sonrió guiñandome un ojo.

—¿De que estas hablando? — pregunté confusa.

—Ya lo veras— subió al auto y puso este en marcha, sus palabras no dejaban de dar vueltas en mi cabeza y me preguntaba de que hablaba Tae.

Cuando llegamos a casa intenté bajar antes que Tae pero el auto tenía puesto el seguro, él bajó y rodeo el auto para abrirme la puerta. Cuando salí me cargó nuevamente en su hombro

—Maldita sea Tae ¡Bájame! — grité como loca pero solo podía escuchar una risita por parte de él.

Subió las escaleras conmigo en su hombro y fue a nuestra habitación, me puso en la cama y quedé sentada frente a él

—¿Que piensas hacer? — pregunté con mi pulso acelerado y me respiración agitada por haber gritado tanto.

—Lo que debí hacer hace mucho— habló y de inmediato sentí sus labios juntarse con los mios, el beso era desesperado como si quisiera deborar mis labios.

Mordió mi labio inferior para que le diera pase a su lengua, cuando lo hice el empezó a recorrer cada parte de mi cavidad bucal con esta, era tan placentero que ni siquiera podía resistirme pero tenia que hacerlo