𝙀𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧

열하나 💜

Haneul

Después de que la reunión terminara y que mi representante me explicara todo fui a la oficina del señor Jung 

—¡Adelante! — escuché después de tocar la puerta. Obedecí y entre sentándome frente al señor.

—Hola— saludé sonriendo.

—Si ¿Necesitas algo? — dijo muy amable.

—Si, quería saber cuando me reuniré con su hijo ya que me dijeron que él sera mi jefe

—Bueno, mi hijo adelanto su regreso así que ya esta aquí en Corea, pero tuvo una emergencia hoy pero me aseguró que mañana en tu fiesta lo conocerás ya que piensa asistir

—Me alegra mucho poder tenerlo ahí. Dígale que sera un placer conocerlo — me puse de pie e hice una reverencia — Entonces me voy y lo dejo trabajar

—Que te vaya bien

Salí de la oficina y fui directo a mi casa, necesita arreglarme ya que iría a comer con Hoseok como se lo prometí

Cuando ya estaba lista, bajé a la sala para tomar mis llaves e irme de nuevo.

Manejé a la dirección que me había dado Hoseok y cuando llegué era un hermoso restaurante, no había mucho gente y no era tan grande así que era mucho mejor porque estaríamos más tranquilo

Cuando llegué fui hasta donde me esperaba un sonriente Hoseok, lo salude con un beso en la mejilla y tome mi asiento frente a él

—¿Llevas mucho tiempo esperándome? — pregunté.

—No, acabo de llegar

—Bueno, entonces hay que ordenar— sonreí.

Hoseok llamó al mesero y ambos ordenamos. No paso mucho tiempo y el mesero volvió con nuestra orden

—¿Te comerás todo eso? Digo no es que sea nada malo pero las modelos no deberían cuidarse— me vio sorprendido.

—Si, tienes razón pero yo aunque me coma una ballena entera no subo de peso— respondí feliz.

—Me sorprende— río —Entonces, comamos

—Comamos— dije feliz — Hoseok ¿puedo hacerte una pregunta? — dije dejando de comer.

—Si ¿que pasa? — me vio atento.

—¿Viste hoy a tu hermano? 

—No, ni lo quiero ver tampoco

—Según se mañana ira a mi fiesta y tú también estarás ahí

—Espero no verlo, lo voy a evadir lo mas que pueda

—¿Porque no te cae bien?

—Por que él se robo el amor de mi padre, por muchos años me maté estudiando y tratando de que mi padre se sintiera orgulloso de mi y jamás lo logré. Y luego aparece él llamando la atención de mi padre y de un momento a otro se convirtió en lo mas importante para él.

—¿Pero no te has puesto a pensar que él no tiene la culpa?

—No, el que yo lo odie no va cambiar — volvió a comer.

—Bueno, te entiendo— dije haciendo lo mismo que él.

Después de haber término de comer los quedamos unos minutos mas hablando, no quise volver a hablar nada sobre su hermano ya que veo que eso no le gusta

El tiempo que estuvimos así me la pase muy bien, Hoseok me hacia reír mucho. Me la había pasado bien en la cena con él pero no era como para olvidarme de Tae. Hoseok es muy guapo, divertido y amable pero ni un así puedo olvidarme de Tae. Tal vez mas adelante si continuamos saliendo se pueda dar algo entre los dos

—Me divertí mucho— dije cuando ya estábamos en el estacionamiento.

—Yo también me divertí mucho— sonrió.

—Nos vemos mañana en mi fiesta

—Quiero ser tu invitado de honor

—Lo serás

—Haneul, ¿te puedo decir algo? — dijo tímido.

—Si ¿que pasa?

—Pu- pues, tú eres muy linda y desde que estudiamos en la secundaria, me gustas — dijo viéndome fijo.

—Y-yo — no me dejó decir nada mas cuando sentí sus labios besando los míos, no sabía como reaccionar pero decidí dejarme llevar, creo que es momento de que salga con alguien.

—Lo siento— dijo Hoseok apenado.

—No, tranquilo— respondí nerviosa.

—¿Entonces no estas enojada?

—No, para nada— sonreí—Nos vemos mañana — le di un beso en la mejilla y subí a mi auto.

En todo el camino no dejé de pensar en lo que había pasado, se que decidí olvidarme de Tae pero como puedo olvidar a alguien que se metió en lo más profundo de mi corazón.

Cuando besé a Hoseok no sentí las llamadas mariposas en el estómago que todos dicen que sientes cuando estas enamorada, se que no debo jugar con sus sentimientos pero tal vez si empiezo a salir con él me olvide de Tae

Llegué a mi casa y me puse mi pijama par dormir, hoy había sido un día muy cansado y solo quería dormir

                                            🌸

Me desperté y escuché una gran bulla en la sala, de seguro era lo de la fiesta que estaban preparando todo

Me lavé la cara y baje a la sala aun en pijama , vi a mi mamá dando vueltas por todo el lugar ordenando todo lo que debían hacer

—¡Hija, feliz cumpleaños!— gritó mamá abrazandome.

—Gracias mamá— la abracé fuerte.

—¿Que haces aquí abajo? ¿Y porque aun estas en pijama? — me vio de pie a cabeza.

—Solo quiero desayunar — dije tomando un poco de los bocadillos que habían en la mesa.

—Deja eso y ve aprepararte— me empujó hasta las escaleras.

Subí a mi habitación y me encontré en mi cama una caja, al abrirla vi un vestido hermoso dentro, había una nota, al parecer el regalo era de papá

Deje el vestido en la cama y me metí a bañar. Pasaron varios minutos y cuando termine salí a vestirme

Cuando ya estaba lista mi fotógrafo llegó y me sacó algunas fotos, según mamá quería agregarlas a sus infinitos álbumes que tenía.

Después de eso bajé, la casa ya estaba repleta de gente, incluyendo reporteros, ya que soy modelo y aquí hay personas reconocidas vinieron a sacar fotos para sus revistas.

—Te ves hermosa mi princesa— dijo mamá — Tu papá baja en unos momentos.

—Espero y no tarde mucho

— Ya llegó Hoseok— habló mamá girandome para que viera al mencionado.

—Te ves bellísima— dijo acercándose a mí.

—Gracias, tú también te ves muy guapo

—Feliz cumpleaños— dijo abrazándome.

—Gracias —murmuré en su oído.

Luego de separarme de su abrazo vi que todos los reporteros iban hacia la entrada. No se que pasaba pero todos iban corriendo

—¡Hija!— habló papá bajando las escaleras — Feliz cumpleaños mi princesa— me abrazó.

—Gracias papá, ¿sabes que pasa afuera?

—Si, debe de ser que ya llegó el hermano de Hoseok. Su padre me avisó que ya venían supongo que es por eso— se encogió de hombros.

—¿Tan reconocido es que los reportes corrieron hasta él? —preguntó mamá.

—Dicen que es la primera vez que se muestra a las cámaras— dijo papá.

—¡Agh!— rodó sus ojos Hoseok.

—Creo que ya vienen — dijo mamá sonriendo.