Dolores II

3.8K 432 156
                                    

No pude contestarle en esos instantes. Tampoco en la mañana al desayunar o en el camino hacia la escuela. Estaba tenso, sorprendido.

No podía creer que alguien como Takao tuviera sentimientos por mí. Y mucho menos que yo no supiera asimilarlo. Era la primera vez que se me confesaban debido a mi... difícil acercamiento a las personas —aparte de que huían en cuanto se enteraban de mi personalidad pegadiza— y, por lo tanto, no tenía claro cómo reaccionar.

¿Qué sentía yo por él?

Pese a que ninguno de los dos habíamos hablado ni dormido, nos manteníamos juntos. O al menos eso era lo que pensaba por un momento. Por mi parte, yo no quería que él se alejara de mí. Y no era algo que averigüé por mí solo, sino que cuando quiso ir por otro camino hacia la escuela, mi mano había agarrado su brazo por sí solo.

Me fue imposible explicarle aquel movimiento ya que ni siquiera yo sabía el porqué quería estar cerca sin poder decirle palabra alguna.

¿Es que me estaba convirtiendo en una persona egoísta hasta con él? Me quejaba de que Sam no pensaba en las emociones ajenas, pero quizá yo era peor.

—Randy, ¿te encuentras bien? —Takao me volvió a quitar de mis pensamientos. No quise verlo a los ojos, ya conocía su expresión—. Si es por lo de... anoche, puedes olvidarlo. No hace falta que me respondas.

Me relamí los labios para responderle, pero una voz que me pareció más que molesta me interrumpió.

—¿Corresponder? ¿A qué te refieres con eso? ¿Ahora andas detrás de Randall?

Levanté la mirada del suelo solo para dirigirle una mirada enojada a Samuel, el cual se encontraba enfrente nuestro con el ceño fruncido.

Obviamente, todo su enojo iba hacia Takao. ¿Qué culpa tenía por enamorarse de mí? ¡Oh, vamos! ¡¿Sammy de verdad era tan estúpido?! ¡¿Qué diablos le había visto en su momento?!

Un momento... ¿Qué acabo de decir?

—Eso no te incumbe —contestó Takao, respirando hondo—. Por favor, me gustaría que dejaras de molestar. Yo no te he hecho nada a ti.

—Pero sí a Joseph.

Y ahí iba. El tema siempre terminaba en lo mismo: Joseph, Joseph, Joseph. Era lo único de lo que sabía hablar Sam.

Ya estaba harto. Más que harto. Yo no era de enojarme, menos con la persona que... tenía sentimientos anteriormente. Sin embargo, ¡eso era suficiente! ¡¿Quién se creía para venir a molestarnos a mí y a Takao?!

—Por lo que sé, Joseph ya me perdonó. Ahora somos amigos —contestó Takao a la defensiva.

—¡Como si dejara que mi novio pudiera ser amigo de un violador serial! ¡Y menos que estés al lado de mi mejor amigo!

—Randall está bien a mi cuidado. No veo que se queje.

—Claro, vas a hacer de cuenta que es tu amigo bonito, lo llenarás de cursiladas y luego cuando quiera irse... ¡bum! Intentarás abusar de él. Así ocurrió con Joseph, ¿verdad?

Gruñí. ¿Era ese su argumento?

Fue la primera vez que vi a Takao directamente en el día. Y me sorprendí un poco, a decir verdad. Pensaba que iba a estar molesto, irritado al igual que yo. Pero no fue así. Tenía los ojos llorosos y su mandíbula casi temblando. ¿Qué... le pasaba?

—¿Qué? ¿Ahora te pondrás a llorar por lo que hiciste? ¡Es tu castigo por tratar de abusar a una persona! —gritó Sam, atrayendo la atención de todos. Sentí mi sangre hervir—. A ver cómo llora el abusador... vamos, hazlo. ¿Acaso quieres darle pena a Ran...?

Cómo dejar de ser homofóbico en 5 besosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang