CATORCE

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Empujé la puerta a la vez que me golpeaba contra ella. Chillé del dolor y me quejé con la persona que venía tras de mí. Maldito Yoongi y su insensibilidad. Lo escuché reírse con malicia mientras que le insultaba. Prácticamente entré renegando cuando visualicé a la familia Jung ahí, sí, incluyendo al señor Jung que prácticamente nunca veía. —Buenas noches.

Dije en modo de cortesía. La Sra. Jung tal como una madre se acercó y me dio un abrazo, luego prosiguió con Yoongi. —Por cierto, Nami, tu padre llamó. Dijo que quería hablar urgente contigo.

Mi móvil estaba apagado gracias  a Yoongi desde hace una hora. Había estado jugando en mi móvil pues el suyo también estaba sin bateria, también lo utilizó para enseñarme unas partituras que tenía un su drive. Quería incluso en estos días llevarme a su estudio y tener una "competencia" como hacía unos años atrás. Obviamente había dicho que sí. Tenía que hablar con papá primero antes de hacer la videollamada con Jungkook. Miyeon bajó las escaleras y apenas vio a su novio corrió hacia él. Observé la escena. Miyeon era una persona diferente con él, se veía dulce apesar de su apariencia fría. Hasta empezaba a verle un parecido a Kaya Scodelario. Tan refinada, alta y bella, además de esa frialdad innata, pero que cuando sonreía, era dulce como el algodón rosa. Yoongi también sonrió de una forma diferente a como lo hacía conmigo, ahora había ternura y amor en su sonrisa, en las que él me brindaba solo eran de goce, de risa. Era una gran diferencia que en ese momento pude percibir. Hoseok hizo un gesto de vomito que hizo reír a Yongsun, a su lado, había una persona más, muy pequeña que no pude ver hasta ese momento.

—¡Hola! — dijo. —Me llamo Hyesun, novia de Hoseok. Hoseok me ha hablado mucho de ti, Nami. Espero que seamos amigas.

Oh, ella era la novia de Hoseok. Se veía muy agradable, siendo sincera. Era pequeña de aproximadamente metro sesenta, piel pálida con un bronceado bello, cabello negro hasta los hombros y un lunar en la punta de nariz que la hacía ver muy curiosa. Tenía casi el mismo lugar que Taehyung. ¿Qué era de aquel muchacho? No había hablado mucho con él, era como si el tiempo -que apenas era poco- se lo hubiese tragado.  Tomé su mano y pronto me marché de ahí. Pude escuchar los pasos de Miyeon y Yoongi tras de mí, por lo que volteé.  Era obvio que era una cena familiar. Sin embargo, pensé en lo que dijo Jiwoo una vez: No hombres en la casa; obviamente se referían a no traer novios, pero dejaban entrar a Yoongi como si nada. Supe que era ventaja de ser amigo de Hoseok de años.

Giré y terminé de subir las escaleras. Troté hasta mi habitación y luego de despedirme de Yoongi -y de paso de Miyeon- cerré la puerta tras de mí. ¿Qué quería papá?

Coloqué a cargar mi celular y lo encendí luego de haber ido al baño a orinar. Demoró en encenderse, esa mañana había hablado con él para que me mandara ciertas cosas que se me habían quedado en la casa. Ya me había enviado mi teclado eléctrico -con bastante cuidado- y tenía el dinero para una guitarra nueva, pues la anterior era de Namjoon y no quería tocarla. Mi yo quería tocarla, pero temía de malograrla en el proceso de la mudanaza, sin embargo, cuando regresara de Gwangju la traería conmigo. Por tanto ese dinero, no sería tocado por el momento. Sentía que si tocaba esa guitarra, estaría tocando como y para Namjoon.

Se encendió por completo el móvil así que marqué el número de papá. No tenía idea qué podía ser. Sin embargo cuando corté la llamada, sabía que mucha felicidad no podía ser posible.

*

"Sé que no lo querías, pero  eres una testigo de la muerte de tu hermano. Debes venir a la corte en dos días a testificar, Nami. Lo siento bebé."

El juicio era un tema que aún seguía sin finalizar. No entendía la mentalidad de mi madre. Era la razón principal por la que me había ido de Gwangju. Papá sabía que no estaba de acuerdo en hacerle juicio a alguien inocente. Había observado todo con cuidado aquella noche. El conductor no tenía la culpa que Namjoon haya aparecido en su camino, no estaba ebrio, no excedía la velocidad, había reaccionado lo más rápido que podía para evitar a Namjoon, y sobre todo, se había quedado en la escena del crimer para ayudar. No entendía la mentalidad de mi mamá para mandarlo a la cárcel. ¡Existían inclusive cámaras de seguridad que podían ser de ayuda al demandado! Pero era en vano.

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