CUARENTA Y TRES

3.7K 561 103
                                    

Regresé a casa después de ver Deadpool 2 con Goeun y Dongyoung. Estaba cansada, eran las 9 de la noche y mis ojos ardían un poco, eso me pasaba por no llevar mis gafas  al cine. Porque a pesar que casi nunca los usaba, siempre los usaba para el cine. Siempre me era difícil leer los subtítulos, y más si estábamos sentados lejos. Me lancé sobre la cama, cerrando los ojos. No tenía tareas pendientes y lo único que quería es borrar de mi mente la imagen de Yoongi en esa tarde.

Me hubiera gustado acercarme y decirle: me gusta como te queda tu cabello; ¿Estás comiendo bien? ; ¿Has hablado con Miyeon? Porque no sabía nada de él. Ni siquiera había venido a visitar a Hoseok ni Yongsun, ni siquiera a Jiwoo por su cumpleaños semanas atrás. Era como si la tierra lo hubiera tragado y escupido en mi delante, en aquel momento. Pero él se había ido solo unos segundos después de haberlo visto observar el suelo. Suran solo le había mirado a la distancia y pronto ella le siguió, un poco preocupada. ¿Cómo no si Yoongi se veía decaído?

Y esa era la razón por la que mi mente no dejaba de pensar en todo. Retiré mi movil de mi bolsillo, para observar el mensaje de Jungkook.

¿Ya volviste del cine?

¿Nami?

Respóndeme cuando llegues a casa, te quiero ❤

Más solo lancé mi móvil a un lado estirándome hacia mi portátil. Dejé que se encendiera mientras caminaba hacia mi escritorio. Aún recordaba donde había puesto aquel kumamon que tenía información vital. Miré dentro de aquel vasito el oso de color negro que Yoongi me había cedido hacía mucho tiempo atrás y lo apreté con fuerza. Yoongi me había dicho que  escuche las canciones de Namjoon cuando me sintiera triste, y por cierta razón me sentía tan alicaída, o tal vez porque ver a Yoongi me había hecho recordar aquella existencia. Había tenido tanto en la cabeza que últimamente hasta me había olvidado de Joonie. Coloqué  aquel pendrive en la entrada de mi portátil, esperando que cargue su contenido.

Siete canciones estaba ahí. Todas con fechas de un año atrás. La fecha era exactamente mayo. Cinco meses antes que muriera Namjoon. Sentí mi pecho acongojarse, repentinamente, cerrando los ojos. Podría destruirme en ese momento si escuchaba sus canciones, pero estaba curiosa. Yoongi me había dicho que quizá eso me daba fuerza para seguir adelante, que lloraría mucho tal vez, pero que me sentiría muy aliviada, que podría superar este dolor pronto. Pero aunque pareciera superar el dolor de perder mi otro yo, nunca lo haría. ¿Cómo superar la pérdida de alguien que me complementaba? ¿Cómo superar la muerte del ser que estuvo junto a mí desde las entrañas, que siempre me apoyó en todo momento? ¿Cómo podría superar la muerte de mi hermano gemelo? Era algo con lo que viviría siempre. Podría no sentir este dolor en esa misma  intensidad dentro  de un tiempo, pero siempre me podría sensible por su recuerdo, independiente si pasa un mes o diez años. Namjoon era mi recuerdo doloroso y hermoso de mi vida.

Y antes de darle play a la primera canción, me cubrí el rostro con solo recordarle una vez más después de mucho. Hasta mis pensamientos y problemas habían alejado a Namjoon, y era algo que no quería. No me quería olvidar de Namjoon como si nunca hubiera existido, solo quería vivir feliz con su recuerdo presente. ¿Por qué era tan difícil? ¿A caso no era posible?

El sonido de la canción empezó, un sonido bastante peculiar. Uno que me hizo erizar la piel sin motivo. Era tal vez la ansiedad del momento. Entonces cuando escuché su voz, sentí mi corazón dispararse.

Todo lo que necesito es a mí, lo sé
Todo lo que necesitas es a ti, lo sabes.
A veces estoy decepcionado de mí, a veces me martirizo.
No puedo dar más de mí, pero tengo que ser mejor.
Tengo que dar lo mejor.
Si uno pierde, tiene que morir. Uno siempre  tiene que ganar, pero...

Screaming + myg + jjk ✔️Where stories live. Discover now