VEINTINUEVE

3.7K 618 129
                                    

A diferencia de cada noche desde la muerte de Namjoon,  donde me despertaba cada noche sin excepción por una pesadilla hasta la última vez que me había despertado al lado de Hoseok, esa noche me desperté por un ruido peculiar. Era tan bajo, pero a la vez tan fuerte para mis oídos. Me tomó más de un segundo darme cuenta que era realmente ese sonido. Mataría a Yoongi definitivamente. Él tenía un maldito apartamento para tener relaciones con su novia, no a mi lado, porque efectivamente, podía escuchar la cama sonar con la pared a mi lado y unos casi insonoros gemidos de Miyeon y de él.

Así que cogí mi móvil de la mesa de noche y observé la hora. 2:43 am. Oh maldición. Apostaría que no dormiría desde ese momento. Y tal como había encendido la pantalla de mi celular, aproveché a mandarle un mensaje a Yoongi. Me reiría si sonara de repente en la habitación de al lado. Sin embargo primero aproveché en mandarle un mensaje a Yongsun

¿Puedes dormir?

Y luego procedí a enviar un mensaje a Min Yoongi.

Joder, hombre, tienes un maldito departamento para ti y vienes a tirar a mi lado. No jodas.

Bloqueé el móvil y empecé a reírme cuando el sonido resonó a través de las paredes, sin embargo el acto no paró. Yoongi seguía teniendo sexo con Miyeon. Yongsun nunca respondió así que me coloqué de costado con la almohada en mi oreja libre. Odiaba a Min Yoongi  por irrumpir mi sueño de esa manera. Pero parecía no cesar el ruido al punto que me senté. Quise golpear la pared para que se dieran cuenta que ya sabía de ellos, pero haría que Miyeon me odiara más y que Yoongi también me mandara a la mierda por interrumpir su momento de placer. Así que fruncí la boca. Me levanté de la cama y encendí la luz por fin. Iría a tomar agua. Tomando mi móvil salí de la habitación. Todo el pasillo estaba oscuro y solo la luz que salía por la rendija de la habitación de Miyeon y la mía iluminaba un poco el lugar. Bajé las escaleras mientras marcaba el número de Jungkook. Me había dicho que se amanecería y aunque no debía llamarlo, ahí lo estaba haciendo. Cuando me estuve sirviendo agua caliente en mi taza, Jungkook contestó.

—¿Qué sucedió bebé? ¿Estás bien? —la primera noche que no había tenido pesadilla, Jungkook me había llamado tan temprano por la mañana preguntándome si estaba bien. En ese momento, le conté que no había tenido pesadillas. Y no sabía si era gracias a las palabras reconfortantes de Hoseok o simplemente había estado tan cansada después de clases que dormí como una reina, pero pronto un día se convirtieron en varios días, e inclusive hasta el momento no los tenía más ya; no obstante, había visto a Namjoon en la imagen de un chico, en mi propio reflejo y también había oído su voz una vez más. ¿Era todo eso lo que había espantando mis pesadillas o vendrían con fuerza en cualquier momento?

—Sí, solo no podía dormir. —le dije dejando la tetera a un lado, saqué de mi bolsillo el paquetito de infusión que había sacado antes de salir de mi habitación y lo empecé a abrir mientras mi móvil se atrapaba en mi cuello y hombro.

—¿Las pesadillas volvieron?

Negué. —Un ruido me levantó—le aclaré. —unas de las chicas está teniendo sexo y pues...

Dejé mi enunciado al aire cuando Jungkook empezó a reírse. —Eres muy sensible a los oídos, lo sé. Pero, ¿no se supone que ningún chico podía pasar la noche ahí?

—¡Exacto! Pero supongo que algo habrá pasado. —le dije. No podía deducir nada porque no comprendía. Yoongi pudo llevar a Miyeon a su departamento para que tengan relaciones. A menos que... Hoseok le haya dicho que se quede. Entonces los cabos se ataron por sí solo. Hoseok o quería estar a solas en el departamento -con cualquier fin- o simplemente Yoongi no había aguantado la calentura.— y hablando de chicos en casa , Jiwoo me dijo que su mamá dio el permiso de que te quedaras a dormir.

—¿¡En serio!?— la emoción de Jungkook llegó hasta mí. Su tono de voz tan tierna cuando algo le emocionaba podía calentar mi pecho. Empecé el vaivén de meter y sacar la infusión dentro de la taza. —¿Podré dormir contigo estos días?

Parecía una pregunta casual, pero el tono coqueto de Jungkook me indicaba que no era así. Y por arte de magia, la escena de hacia solo un par de horas me azotó, mandando ligeros calambres en mis piernas. ¡Jungkook era tan...! ¡Tan él!

—No, de hecho dormirás en otra habitación, pero...—le comenté, dejando de meter la infusión .— podrías venir a dormir conmigo, claro, si no hacemos ruido.

No quería hacer una oferta de sexo, pero era exactamente lo que hacía. Las mejillas me ardieron repentinamente. Era tan descarada cuando me lo proponía.

—Oh vaya, mira lo que me propones cuando ayer te rehusabas porque temías que mamá escuche. —la burla de Jungkook hizo que volviera a tomar el celular con mis dedos. ¡No era así! Bueno, en parte sí. La madre de Jungkook estaba ahí y pues, no habíamos sido nada discretos porque sabía que sería así. Jungkook tenía una forma de hacerme gritar con un solo roce de piel, y literal también había gritado por el imprevista sugerencia sexual que me había dado antes de la acción. A la mañana siguiente no tenía rostro para ver la señora Jeon, pero Jungkook decía que probablemente no haya escuchado nada por sus pastillas para dormir que ella tomaba. Quería creer que era así.

—¡No vamos a tener sexo con gente en la casa!—le dije. Me daría tanta vergüenza.

—¿Entonces esperaremos que todos se vayan?— chillé ante esa pregunta y solo Jungkook se rió. Él era tan vil con mis emociones. —Bien, entonces ¿Me permites pagar una noche en un hotel?

—¡Jeon Jungkook, basta!— mis mejillas ya estaba hechas tomate. Oír su bella risa hizo que todos mis pensamientos se esfumaran.

—Bien, bebé. Te haré caso. He comprado, por cierto, el pasaje, ¿me irás a recoger, no? Estaré llegando a las 2 de la tarde a la estación central.

—¡Sí! Descuida, iré a verte y luego me podrías acompañar a la universidad ¿Qué opinas?— le comenté. Claro que primero haría que deje sus cosas en la habitación de Hoseok y luego le llevaría a la facultad. Jungkook afirmó así que sonreí mientras bebía por fin la infusión. No mucho después, en susurros, subí la escalera. Apenas terminé ellas, vi la luz salir de la habitación de Miyeon en su total esplendor. La puerta estaba abierta y cuando decidí ir a mi habitación sin volver a mirar ahí, una puerta más se abrió. La del baño. Min Yoongi estaba parado ahí, con el pecho un poco húmedo, pero no como sus manos y rostro, que se notaba que había lavado.

Le miré inquisitiva.

—¿Qué?

Me preguntó, un poco rudo. Fruncí el ceño. —Aún tienes semen en tu vientre.

No tenía, pero el rostro de pánico me hizo causar gracia, así que sin decir nada cerré la puerta tras de mí. Pude escuchar un fuerte ¡Ya, Kim Nami!, pero lo ignoré. Jungkook se estaba riendo con fuerza gracias a mi frase y yo también compartí ese momento. Min Yoongi se merecía eso por no haberme dejado dormir.

Screaming + myg + jjk ✔️Where stories live. Discover now