TREINTA Y SEIS

3.7K 586 88
                                    

Abrí la puerta con Jungkook tras de mí, estaba riéndose de que me había caído al bajar del metro. Había hecho el ridículo y lo único que había hecho era reírse. Sin embargo, no me molestaba, hasta yo me había reído de mi desastre. Al cruzar la puerta lo primero que escuché -y vi- fue a Hoseok gritando eufóricamente el nombre de su hermana. Yongsun se reía y Yoongi hablaba con Hyesun. Miyeon estaba sentada en el mueble, sin expresión, y había alguien más que nunca había visto antes, el debía ser Jaehwan. Tiré de la mano de Jungkook, que de repente preguntaba si era normal que los Jung siempre sea tan animados. Era así casi todos los días, así que asentí. Yongsun fue la primera que notó que ambos habíamos llegado gritando un fuerte hola. ¿Por qué todos gritaban hoy?

-Oh, él es Jungkook. -dije cuando todas las miradas se posaron sobre él, pero mis ojos terminaron en Yoongi, en cuya expresión fría. De repente la conversación pendiente de la mañana vino a mi. Había dicho lo siento, pero ¿Por qué exactamente? ¿Por el impulso? No había de qué disculparse, pues nada había sucedido. ¿O se disculpa por Miyeon y sus gritos hacia mi? -Mi novio.

-Nami, nunca dijiste que tu novio era muy guapo-Hyesun dijo mientras se acercaba a darle la mano a Jungkook. Era la que más cercana estaba. -Soy Hyesun, la novia de Hoseok.

-Y ese soy yo. -dijo Hoseok alzando su mano. -Por fin tengo el placer de conocer al querido de Kim Nami.

Eso hizo reír a Jungkook mientras me volvía a observar. -Ellos son Yoongi y Miyeon- dije señalando a la pareja que estaba sentado mirando sin expresión. -Jiwoo. -señalé a la hermana de Hoseok que salía por la cocina. Ella al ver a Jungkook regresó a la cocina gritando el nombre de su madre. -Yongsun y su acompañante ¿Jaehwan?

Dudé apesar que sabía bien su nombre, pero prefería evitar algún malentendido. ¿Qué tal si no era Jaehwan y era otro? El hombre asintió así que sonreí aliviada. Yongsun se acercó saludando a Jeon y estreché la mano de su acompañante. Miyeon y Yoongi eran los únicos que mantenían su distancia. Tiré de la mano de Jungkook llevándomelo a la cocina, para que finalmente conociera a la dueña de la casa. Las risas empezaron a sonar desde la sala. Jungkook de repente se tensó, haciendo que apretara su mano y le susurrara que todo iría bien; la señora Jung era un pan de Dios. Al vernos, la señora Jung sonrió ampliamente.

-Tú debes ser Jungkook, mucho gusto. Soy Jung Inhwa.-la señora Jung le dedicaba una sonrisa muy amplia a mi novio. Jungkook inmediatamente hizo una reverencia y luego extendió su mano para recibir la contraria.

-Mucho gusto, y también muchas gracias por hacer que me quede por unos días en su casa. -Jungkook habló de una forma tan formal que hizo sonreír a la madre de Hoseok y Jiwoo. Jiwoo que estaba ahí solo me alzó sus pulgares y murmurando un es guapo. Jungkook lo era. Muchísimo. Tenía el cabello negro, piel pálida con toques aperlados. Cuerpo tonificado y tenía un aura sumamente iluminadora. Es como si con solo verlo uno diría : es un chico adorable, un buen tipo, un amor de persona; y exactamente eso era lo que era Jungkook. Me había enamorado del ser más perfecto del mundo.

La señora Jung empezó a hablarle e incluso la sonrisa amplia de Jungkook me hizo pensar en mamá. Jungkook nunca sonreía cuando veía a mamá, pero en cambio, ahora podía sentir lo que realmente debió ser cuando lo presenté a mamá. Mamá simplemente le había juzgado. Y eso dolía como la mierda. Aproveché en retirarme mientras les dejaba conversando y le decía que bajaría sus cosas. Jiwoo decidió ayudarme, así que ambas subimos a mi habitación. Al entrar en ella, Jiwoo no dejaba de decir que no imaginaba que fuera tan guapo.

-Realmente parece uno de esos idols que hay ahora. Tú eres guapa, no puedo imaginar cómo saldrían sus hijitos. Ay, con solo pensar eso me emociona .-Jiwoo era extremista, pero si lo pensaba así, tenía razón. Si nuestros futuros hijos tenían más genes de Jungkook serían más bellos. -Ustedes hacen una pareja perfecta. Ahora veo porque tienes un cuerpo tan bonito. ¿Hacen mucho ejercicio juntos?

¿En qué sentido lo decía? Así que la miré riendo. Ella captó mi indirecta. -Si serás una completa sucia. Me refería si iban al gimnasio juntos o algo así.

-Solíamos salir todos los días a correr, y de vez en cuando al gimnasio, pero no soy fan de las máquinas. -confesé. Tomé la camiseta que había dejado Jungkook sobre mi cama al momento de ducharse antes de ir a clase. La doblé al igual que lo demás que se había retirado y lo coloqué superficialmente en el interior de su maletín. Lo cerré y pronto la coloqué sobre mi espalda. Jiwoo cogió los audífonos y chaqueta que Jungkook había dejado en mi escritorio.

-Hubiera querido tener un esposo así, pero mi ex era un completo idiota. -Y vaya que lo era. Jiwoo le había tenido que abandonar porque abusaba de ella físicamente. Y Hoseok le había dado una buena golpiza tanto que desde entonces no se había vuelto a colocarse en frente de Jiwoo, y si lo hacía, Jiwoo presentaría todas las pruebas de abuso físico ante la policía. Su madre le había dicho que lo denuncie ya, pero Jiwoo le amaba mucho, más no significaba que dejaría que abusaran así de ella.

-Llegará algún día, Jiwoo. -le dije, dándole una sonrisa sincera. Me gustaría verla feliz plenamente. Realmente quería eso.

Ambas bajamos las escaleras y otra vez la bulla estaba presente. La casa se sentía muy llena de vida y concurrida. Hoseok nos miró, y pronto nos siguió, pues nos dirigíamos a su habitación. Al entrar a la habitación fue inevitable no recordar la última pesadilla que había tenido. Desde ahí habían parado. ¿Qué me había hecho, Hoseok, ese día? Le miré y él pareció entender mi mirada.

-Es hora de que vayas a mi estudio. -dijo como si se hubiera acordado de su promesa que me había hecho. Asentí.

-Solo dime cuando, pero con tiempo, así me preparo para refutarte todo o apoyarte. -le dije. El brillo de su sonrisa me causó ternura. Terminé dejando la mochila de Jungkook sobre la silla del escritorio de Hoseok. Él se cruzó de brazos.

-¡Por supuesto! Y por cierto...-dijo Hoseok, señalándome. -Nada de fornicar en mi cama.

-Para eso tiene su cama, Hoseok. -Jiwoo dijo, haciéndome reír.

-Entendido, capitán. -hice el mismo ademán que hacían los militares hacía sus superiores y en mi visión apareció de repente aquel pelinegro que amaba tanto. Él se acercó pronto a mí diciendo que tenía hambre. Bueno habíamos comido el pollo frito hace tres horas, y de alguna forma eso nos había abierto el apetito. Hoseok al oír eso dijo que le avisaría a los demás y antes de marcharse le dijo a Jungkook que se sintiera cómodo en su habitación. Jiwoo se marchó tras su hermano no sin una mirada pícara, pues Jungkook me sostenía desde la espalda baja.

-Todos son muy agradables.

-Te lo dije- dije ante su comentario. Realmente lo eran. - son muy adorables y me hacen sentir en casa.

Jungkook sabía a qué me refería con eso. A mí actual familia disfuncional, así que me abrazó con fuerza colocando mi cabeza sobre su pecho. Él olía tan jodidamente bien al punto de calmarme. -Llegará el día en que todo va a estar bien, como en el pasado, Nam. Tu mamá volverá a ser ella, tu padre recapacitará de que teniéndote lejos no soluciona nada. Llegará el día incluso que cuando pienses en Joonie no vas a llorar, sino que sonreirás, y cuando llegue ese día, estaré para ti.

Sus palabras eran mi consolación. Deseaba que ese día llegase pronto, pero una parte de mí decía que cuando llegue aquel día, las cosas serían dolorosas, pues tendría que decir adiós a la vida que tenía en Seúl.

Screaming + myg + jjk ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora