CUARENTA Y SEIS

4.1K 602 417
                                    

(!)contenido sensible

Seokjin me trajo a aquella habitación de hotel, luego de haber salido corriendo tras de mí, había tomado mis hombros al punto de hacerme girar y mirar de casualidad a Jungkook, sentado en el jardín, llorando y Taehyung y Jimin a su lado diciéndole cosas. Eunmi y Minah estaban abrazadas, la segunda abrazando a la primera. Minah tenía una cara de seriedad extrema y Eunmi tenía la nariz roja, sabiendo que se echaba la culpa de haberme hecho venir y romper mi relación. Pero aquel hecho se veía venir, tarde o temprano.

—Descansa, Nami. No estás bien. —Seokjin me dijo, colocando sus manos grandes sobre mis hombros, sentándome en la cama. El hotel no era lujoso, pues no me podía dar lujos. Además no tenía más tiempo. Solo quería cerrar los ojos y dormir, y transportarme a 7 meses atrás, cuando Namjoon vivía, porque todo había cambiado ahí. Y no necesariamente con su muerte. El recuerdo volvía. Aquel recuerdo que venía cada vez que volvía a Gwangju. Aquel secreto que había mencionado Jungkook, algo que nadie más sabía excepto él.

—Gracias, Jin. —le dije. Dejé mi mochila caer sobre la cama en un sonido hueco, y mi mirada se posó en la alfombra que había bajo mis pies. Kim Seokjin no se movió ningún segundo.

—Fue lo mejor para ambos, Nami. Hiciste lo correcto. —Seokjin dijo de repente. —Jungkook me contó todo, y no justifico nada, pero ustedes...

—Seokjin—le interrumpí. —No ahora por favor.

Sabía que yo tenía culpa de muchas cosas, lo sabía bien. Era culpable de la inseguridad de Jungkook, de su desespero por perderme. Pero ¿De qué creían que era Jungkook culpable? Él era casi tan culpable como yo de que nuestra relación fracasara en tan solo un día, o bueno, desde que me marché gracias a aquel secreto, que no podía revelar aún.

—Igual tendrás que conversarlo, Nami. Tienes mi número si necesitas que alguien te escuche. Acuerda que eres la hermana de mi mejor amigo. Eres como Eunmi para mí.

Era. Quise decirle, pero no dije nada. Asentí, queriendo estar agradecida, pero me sentía tan hipócrita que no dije nada. No confiaba en nadie. No desde aquella noche fatídica, donde la sangre corría por mis manos mientras apretaba la mano de mi hermano, desde aquel sepelio cuando vi aquellos tres rostros llorar. Quise no buscar culpables, pero cada vez que les veía sonreír mientras nos reuníamos para no perder la costumbre tras la muerte de Namjoon, era inevitable no tener un poco de resentimiento. Ellos continuaban su vida como si nada, como si nada hubiera pasado esa noche y cuando me veían recaer, porque las noches eran duras cuando estaba sola, solo parecía hacerles sentir culpabilidad.

Eso no quería  tampoco. Yo no quería que ellos se sintieran mal, pero a la vez sí. Me habían arrebatado a mi hermano por un conflicto de fraternidad, por llevarlo a una fiesta, por desatar un pleito y huir. No digo que Namjoon haya sido obligado, pero tal vez, por un momento deseé que Namjoon no fuera sus amigos, que se haya quedado en casa aquella noche conmigo viendo películas, pero no. Namjoon me había dicho solo un encúbreme y me había sonreído un largo tiempo antes de cruzar la ventana de mi habitación que daba hacia el árbol y bajaba para irse con aquellos tres.

Quisiera no recordar ni siquiera aquel sonido de la máquina desconectada cuando entré a la habitación corriendo cuando escuché lo que mamá había dicho y hecho, que recordara incluso como Jungkook tomó de mi cintura evitando que me cayera al suelo por la sorpresa, que incluso corriera hacía Namjoon para golpearle y despertara. Quisiera no recordar nada, pero los recuerdos eran mi tormento. Y no podía dejar de hacerlo en ese momento. Podía incluso sentir la textura de la tela que apreté al golpear a Namjoon para que despertara. Parecía que hubiera sido ayer, y me estaba volviendo loca. Ahora sí.

Screaming + myg + jjk ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora