Capítulo 03

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—¿No deberías estar en la universidad?

—¿Y usted no deberia dejar de fumar?—cuestione al señor Díaz.
Desde que lo conozco siempre tiene un cigarillo entre los labios y es algo que no ha cambiado durante los ultimos años, incluso cuando su edad ya no deberia permitirle seguir consumiendo tal sustancia cancerígena.

—El que morira aqui sere yo. ¿Por que llegaste temprano hoy, Les?

—Sali temprano—respondi con simpleza mientras levantaba la cortina metalica para poder abrir la floreria.

—¿Cuantas clases te saltaste?—insistió el hombre. Lo mire escupir  aquel humo hacia el viento. Su mirada llena de cansancio y cierta fastidies me miro con curiosidad.

—Dos—. Respondí al no poder seguir sosteniendo mi mirada con la suya. Si algo tenia bien firme ese hombre de setenta años era su mirada.

—A tu madre no le gustara.

—No tiene porque saberlo.

—Wou, mintiendole a tu madre. Iras al infierno por ello, Les Shuster—. El señor Díaz arrojo su cigarrillo al suelo para finalmente apagarlo con la suela de su zapato—. Pero que mas da lo que diga este vegestorio. Si viene Felicity, tu no me viste.

—Si le miento a su esposa, señor Diaz, ahora si ire directo al infierno.

—Nos iremos juntos entonces, no te preocupes por ello—bromeo el hombre mientras se despedia con un ademan con la mano.
A parte de verlo siempre con un cigarrillo entre manos o labios, la palabra infierno de alguna forma siempre tenia que estar presente en sus oraciones, lo cual era extraño ya que él una vez me confeso que no creia que tales cosas. Simplemente le gusta mandar a todo el mundo ahi, ya sea porque dijiste una mentira, hiciste un mal gesto o porque simplemente se le daba la gana.
Asi de extraño era ese hombre.

Al abrir la puerta de la floreria, mi vista se fijo en aquel mueble blanco que mi padre habia hecho para mi madre. A ella siempre le habian fascinado todo lo que tuviese que ver con la jardineria y las flores, ella siempre ha sido la razón por lo que cada detalle de mi hogar tiene algo que ver con flores, desde la forma de las cucharas hasta las figuras de los plantos. Las paredes siempre las pintaba de blanco para que las flores resaltaran por todo la casa o el establecimiento.
Era tanto su amor por las flores y el amor de mi padre por ella que aprendió carpintería para hacerle una mesa que tuviera un diseño floreal.
Mas de medio año para tallar una mesa que tuviese el diseño de un jardin de rosales. Me encantaba esa manera en la que había tallado las patas de la mesa, era como flores en crecimientos mienreas sus ramas formaban un espiral. Mi padre siempre a sido devoto a mi madre y todo su tiempo siempre era para ella y sus hijos, lo sabía por este objeto que tenía mas valor sentimental que económico y aunque no pareciera la gran cosa para mi lo era todo.
Era una prueba de la inocencia que no se ha podido comprobar despues de tantos años.
Pero al final simplemente se termino convirtiendo en un recuerdo que ahora ya es un simple adorno.
Saque la mesa para colocarla enfrente del aparador, fui por los jarrones de rosas, margaritas, girasoles y tulipanes para exhibirlos. Después continue con la limpieza de lo demas.

—¡Exijo una orden de restricción!—grito Iris mientras corría hacia adentro del edificio con las manos cubriendo sus mejillas.

—A este paso mi hermana pondra su propia restricción—. Mencione mientras miraba a Felicity entrar a la floreria.

—No puedo evitarlo, tu hermana siempre a tenido unos regordetes cachetes tan adorables—dijo Felicity mientras hacia ademanes con sus dedos fingiendo apretar algo.

—Gracias por siempre traer a mi hermana a casa.

—No tienes porque agradecer, me queda de paso. Ademas me gusta la compañía de Iris, aunque creo que yo no soy del todo de su agrado.

—Solamente deje de estrujar sus mejillas y ella la adorara.

—Meditare en tu consejo—menciono mientras colocaba su mano en su barbilla como si en verdad lo fuese a hacer—. Veo que estas dejando crecer nuevamente tu cabello, ¿vas a donarlo otra ves?

—Alguna función útil debe tener aparte de hacerme ver como un vándalo.

—Si las personas te juzgan por el simple hecho de tener el cabello largo, son unas completas estupidas. Te contaré un secreto Les—mencionó Felicity mientras se acercaba y hacia el ademan de que yo hiciera lo mismo—. Solamente las personas verdaderamente buenas pueden ver mas alla de la apariencia.

—Incluso aunque una persona sea buena no puede evitar juzgar por la apariencia. Creo que esta totalmente equivocada.

—El equivocado aqui eres tu, Les. Porque si bien donde hay sol no significa que sea calido y no porque haya nubes significa lluvia.

—No entiendo a lo que te refieres Felicity.

—Algun dia lo entenderas—aseguro antes de palmear mi cabeza como tenia por costumbre—. Pero ahora mismo tan solo quiero saber la recomendación del dia de hoy. ¿Que flor adornara mi casa el dia de hoy?

Pregunto emocionada. Desde que tenía memoria mi madre siempre le vendia flores a Felicity una vez por semana. Cada semana siempre era un adorno diferente, una flor por cada semana y a veces eso me intrigaba, todo termino teniendo sentido para mi cuando comencé a entender el idioma de las flores.
Me dirigí al otro lado de la floreria para tomar trece rosas, tome un par de margaritas y pequeñas hojas de adorno antes de volver al mostrador para envolverlo en un bello ramo.

—¿Rosas champán?— Felicity olio las flores y me observo encantada—. ¿Y cual es su significado?

—Respeto y admiración.

Ella sonrió y me miro con ternura ante de abrazar mas las flores.

—Espero que algun dia entiendas dl significado de mis palabras. Creeme que eso te ayudará mucho en el rumbo de tu vida.

—Si quiere que me vaya bien, creo que seria mas fácil que me dijese el significado de sus palabras.

—¿De que sirve vivir si no se sabe descubrir? Hazle caso a esta anciana, Les. Es mucho mejor descubrirlo por uno mismo.

—Pero me ahorraría tiempo si me lo dijese— insistí.

—Como mi esposo siempre dice...

—Ya me mando hoy para allá— le interrumpi mientras le entregaba el ramo—. No hace falta que usted tambien lo diga.

—Entonces no me insistas tanto.
Ire a preparar unos bocadillos, cuando esten listos le dire a Iris que te los lleven.

—De acuerdo.

—Eres un buen chico Les. Nunca lo olvides... Por cierto, ¿por que ahora son trece?

—¿De que sirve vivir si no se sabe descubrir?—pregunte en el mismo tono de voz burlon que ella utilizo. Felicity solto la carcajada antes de señalarme de manera amezadora.

—Niño astuto— menciono antes de retirarse.

Más que un chico maloWhere stories live. Discover now