Capítulo 36

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—Creo que debo contarle la verdad.

—Creo que deberias mandar aquella chica al demonio. Santo cielo Les-Les eso fue hace mucho.

—Esto no se resolvera hasta que le cuente la verdad a Blythe.

—Solamente tuvieron sexo, tambien te acostaste conmigo y no ando haciendo un drama por ello. Hay no, me acoste con el que ahora es mi jefe, mi vida existencial se termino—dijo Ana mientras fingia lloriquear para despues limpiar las lagrimas falsas con el madil.

—Esto es diferente. Tu eras tan maldita como yo en el pasado.

—Exacto, lo pasado pisado. Si vas por ahí diciendole a Blythe cuales son todas las chicas con las cuales te acostaste solamente la lastimaras, ademas ella ya sabe que fuiste todo un ligón y aun asi te acepta, ¿para que provocar un incendio en el bosque?

—Es su amiga.

—Si esa chica fuese su verdadera amiga estaria ahi para ella incluso cuando no acepta del todo su amorio contigo.

—Nosotros no tenemos un amorio.

—Pero te encantaria tenerlo. Escucha Les-Les sin importar lo que hiciste en el pasado lo que cuenta es lo que estas haciendo ahora, no negaremos que cometistes errores pero aprendiste de ellos. El pasado esta para aprender no para atormentarse.

—Creo que sera la decisión de ella si tambien quiere aceptar esa parte de mi pasado.

—Te ofrezco la oportunidad de una caminata tranquila en el bosque y tu solo quieres incendiarlo todo. Me ire a limpiar los cristales.

Dijo Ana mientras tomaba las cosas para salir de la tienda. Desde ese dia no podia mirar de la misma manera a Blythe, la consciencia me mataba pero el temor me paralizaba. No sabia como abordar con ella ese tema y confesarle que un dia de borrachera me acoste con Renata por simple despecho para luego simplemente ignorar su existencia. Vaya imbecil que era.
Me quite el mandil para dejarlo en la silla, tome mi celular y sali de la tienda para poder irme.

Les-Les, no la cagues—me aconsejo Ana mientras salia de la floreria. Decidi ignorarla mientras me acercaba a Iris y Blythe quienes me esperaban en la parada del autobus.

—Bien ya termine, vamonos—. Dije mientras guardaba mi celular en mi bolsillo, le pedi la parada a un taxi el cual se estaciono enfrente de nosotros para que pudieramos subir. Durante el camino Iris le contaba chistes al taxista el cual reia por las ocurrencias de ella pero Blythe no lo hacia. Su mirada estaba perdida sobre el asiento del conductor mientras golpeteba sus manos contra sus rodillas.

—¿Te sientes mal?—le pregunte al observar como se sobaba la cien.

—¿Que?—levanto la cabeza un tanto confundida para mirarme—. No, yo estoy bien.

—Hace un momento parecia que te dolia la cabeza—dije mientras la miraba a los ojos buscando algun signo de mentira en sus palabras.

—No es nada, yo solo meditaba en el caso, es decir es parte de nuestras notas finales y debe ser perfecto.

—No deberias preocuparte tanto por eso, somos un equipo asi que tienes dificultades en algo tan solo dimelo.

—Si, gracias.

—¡Llegamos!—grito Iris mientras levantaba los brazos, ella se estiro para abrir la puerta y salir del taxi mientras pisoteaba mis piernas en el proceso, esa niña simplemente ya no me respeta.
Ambos bajamos del auto para dirigirnos a la parte trasera del hospital, donde se organizaba una sala exclusiva para cuando era la campaña de donación de cabello, desde la lejania mire a parte de la familia de Blythe esperandonos en la puerta.

Más que un chico maloWhere stories live. Discover now