Capítulo 16

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Mire hacia la puerta de la habitación de Blythe, ella habia tenido un dia un tanto difícil pero no se había quejado ni por un segundo nisiquiera por ese golpe en la cabeza que le habia dejado un gran chichon o por ese gram rasguño, ella simplemente actuó como cualquier otro dia y se marcho a dormir.
Mire ahora hacia la puerta principal de mi hogar, Iris habia salido temprano para ir a jugar con el nieto de Felicity mientras que por mi parte pronto tendria que ir al trabajo, me levante de la mesa para dirigirme hacia la habitacion de Blythe coloque mi mano en el picaporte con cierta duda pero aun asi decidi abrir la puerta con cuidado, ella estaba dormida boca abajo con un pié fuera de la cama me acerque con cautela y tome su celular que se encontraba en el buro para apagar las alarmas que pronto sonarian una vez que lo hice lo volvi a colocar en su lugar, mire a la chica nuevamente para contemplar su mal dormir me sorprende que no despierte toda torcida, me acerque para colocarla en una mejor posición sobre su cama para finalmente volverla a arropar, creo que por lo menos el dia de hoy se merecia un buen descanso.

Mientras pasaba el tiempo disfrutaba de la tranquilidad de mi trabajo, tome la regadera para comenzar a regar las flores pero toda aquella tranquilidad se termino en un par de instantes, escuche la campanilla del local y el golpeteo de unos tacones me indico que la paz termino por completo.

—Perdón por el gran retrasó, jefe
—hablo Prince con la voz agitada y puedo jurar que es debido a que vino corriendo.

—Es tu dia libre—le indique sin dejar de hacer mi trabajo.

—Pense que eran los domingos.

—Pues tomatelo hoy también— le ordene mientras giraba para verla—. Te dire algo Prince, antes de preocuparte por tu trabajo o cualquier otra cosa preocupate un poco mas por ti misma, desde aqui noto como el chichon resalta entre tu cabello sin mencionar el rasguño que te dejo aquella mujer en la mejilla. Ahora ve al departamento y descansa.

—Pero ya estoy mejor—aseguro levantando un poco sus manos pero bajandola de inmediato —. Quiero trabajar.

—No—dije sin más antes de tomar la regadera de agua en espera de que ella se marchara pero Prince no se movio por ningun segundo.

—Por favor—pidió y algo me decia que seguiria alli hasta conseguir un si por respuesta. En verdad que está chica es necia. Suspire con resignación antes de entregarle la regadera.

—Termina de regar las ortencias
—le ordenó y ella se dirigio al fondo donde se encontraban las flores, gire a verla, Prince simplemente estaba de pie frente a las flores con una sonrisa adornando su rostro antes de comenzar a regar las flores. Gire un momento para buscar en la lista del almacen las cosas que hacian falta y aunque me gustaba el silencio que se habia formado necesitaba agradecerle por lo que habia hecho por Iris ayer.

—Iris no deja de mencionar con orgullo como la defendiste de la señora Maisel, lo que ne resulta increible ya que esa mujer es una bruja.

—Admito que es una persona arrogante y orgullosa, la verdad bastante dificil y entiendo un poco la razón por la cuál es así, mi madre es el tipo de persona que sabe tratar con todo el mundo. Ella es psicóloga infantil pero nunca trabajo verdaderamente en su area asignada pero aun asi dice que aprendio muchas cosas y me enseño un par de trucos entre ellos el como tratar a personas como la señora Masiel, su motoe es su orgullo y si atacas por ese lado tu victoria puede ser asegurada.

—Iris dijo que estuviste increíble, ojala que hubiese visto no sabia que tenia una prometida tan increíble, aunque la verdad nisiquiera sabia que tenia una prometida—bromee con ella al recordar como Iris me conto todo a lujo de detalle ayer mas de tres veces.

Más que un chico maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora