Capítulo 05

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Al despertar lo primero que hice fue alistarme para asistir a la universidad. Tome una ducha, me vestí y finalmente salí para preparar el desayuno junto con el loche de Iris, pensé que mi rutina sería la misma de siempre solamente que ahora con la diferencia de que cuando fui a buscar a mi hermana a su habitación ella no se encontraba. Sentí pánico, debo confesarlo pero cuando mi vista cayó en la puerta de nuestra nueva inquilina de alguna forma me tranquilice.
Me dirigí hasta la puerta y llame un par de veces pero nadie me contesto por lo que decidí abrir la puerta. La primera persona que visualice fue a la chica dormida en el suelo boca arriba, uno de sus brazos cubría su rostro pero aun así podía observar perfectamente como tenía la boca abierta mientras que un pequeño rastro de saliva recorría su mejilla. Creo que alguien era de sueño pesado.
Fije mi vista ahora en la cama donde se encontraba Iris extendida por toda la cama boca abajo, creo que ambas chicas eran amantes del dormir.
Me acerca con cuidado de no hacer ruido y por supuesto de no pisar a la chica durante mi trayecto, tome a Iris entre mis brazos y finalmente salí de la habitación.

—Vuela hámster espacial—murmuro Iris antes de sonreír. Yo la observe con cierta gracia y confusión. ¿Qué demonios está soñando?

Al salir de la habitación cerré la puerta con cuidado para ahora encaminarme a la habitación de Iris para que ella pudiera alistarse, algo como despertarla siempre es todo un reto pero después de tanto tiempo había aprendido a tratarla y buscar nuevos métodos.

—Te doy cinco euros si te bañas y arreglas en diez minutos.

—Que sean seis.

—Cuatro, es mi última oferta.

—Está bien acepto cinco y me darás siete si permiso antes de los diez minutos.

—Es un trato—mencione mientras estrechaba su mano, salí de la habitación para darle su privacidad. Mire el desayuno y me senté para comer algo en lo que esperaba a Iris, mire hacia la cocina y no pude evitar recordar aquellos momentos donde mi madre preparaba el desayuno con mi padre, todo era tan divertido con ellos dos juntos incluso las cosas más pequeñas lo eran, de alguna forma era bastante doloroso que Iris no tuviese la misma vida que yo y eso siempre me hacía pensar en lo difícil que es su vida.

—Termine—grito Iris mientras salía de su habitación con la mochila en las manos.

—Te llevo más de diez minutos, no habrá dinero para ti.

—Pero te apuesto que este desayuno si lo termine en menos tiempo.

—Claro que no jovenzuela traviesa, comerás con calma ese desayuno.

—Así, pues...

Un grito proyecte de la habitación de la chica nos llamó la atención a ambos, Iris me observo con cierta gracia.

—De seguro se le hizo tarde, otra vez—menciono con gracia Iris—Blythe es una excelente chica pero es muy mala para despertarse con el gallo.

—El burro hablando de orejas, no la juzgues, ayer te estuvo soportando toda la noche por eso debe estar muy cansada.

—Eres un grosero, yo soy un angelito y no ocasiono problemas o cansancio, más bien tu eres el burro hablando de orejas.

—Solo termina tu desayuno Iris.

Después de unos cuantos minutos observe a la chica salir con prisa mientras llevaba una toalla enrollada en su cabello se detuvo en la puerta para rebuscar algo en su mochila.

—Hey chica—el llame mientras observaba como Iris se aguantaba la risa

— ¿Sucede algo Les? —pregunta amablemente mientras me miraba rápidamente después de introducir su llave en la picaporte.

Más que un chico maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora