Capítulo 24

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A mitad de la noche una melodia que resonaba sin parar me desperto, mire el reloj de mi alarma para notar que aun era de madrugada, estire la mano para contestar mi celular.

—Leslie necesito que vengas ahora—me ordeno Raquel en cuanto conteste el celular.

—¿Que sucede?—pregunte mientras me levantaba de la cama.

—Es tu madre, algo sucedió y no estoy segura de lo que paso. Pero vi a ese hombre otra vez.

—Voy enseguida—. Colgue el telefono para poder colocarme la ropa, sali de mi habitacion y tome las llaves pero antes que introducir la llave me detuve por un momento, no podia dejar irme sin decir nada, Iris haria demaciadas preguntas, solte un suspiro antes de dirigirme a la habitacion de Blythe, toque la puerta un par de veces pero ella no habrio la puerta por lo que tuve que entrar, la habitacion estaba completamente a oscuras y reinaba un gran silencio, me acerqué a la cama para observar a Blythe dormida boca abajo, toque su hombro un par de veces con inseguridad pero ella seguía sin despertar, no tenia el tiempo de despertarla como si fuese una princesa. La gire con cierta brusquedad para colocarla boca arriba, cubri su boca y le pedi que guardara silencio cuando note que habia despertado con cierto terror.

—Escucha Prince, no tengo tiempo de explicarte. Necesito ir al hospital ahora, quiero que cuides de Iris y si te pregunta donde estoy dile que sali a ver a Don para hablar sobre la mercancia de flores, ¿entendiste?

Le pregunte y ella asintio lentamente. Quite mi mano lentamente para despues levantarme y salir de la habitacion pero ella tomo mi mano.

—Espera. Antes de que te vayas quiero que me prometas que si sucede algo grave me llamaras.

Lo observe dudoso pero al sentir la fuerza de su agarre sabia que ella no me soltaria hasta que dijese que si.

—Lo prometo.

—Ten cuidado Les—pidio mientras soltaba mi mano.

—Lo tendre.

Sali de su habitacion sintiéndome un poco mas tranquilo, sabia que podía confiarle a Iris y que nada malo o grave sucederia. Me dirigí a la parte trasera del edificio para llegar a un pequeño garaje que habia hecho el señor Diaz, descubri la manta que cubria mi vieja motocicleta y aunque tenja muchas dudas de volverla a usar no tenia mas opciones, nadie podria llevarme a plena madrugada hasta el hospital, sin pensarlo por mas tiempo me subi a la motocicleta y me marche.
Al llegar al hospital baje con prisa con mi casco aun entre manos, subia las escaleras sintiendo el nerviosismo aunmentar cada dia, desde la lejania observaba como Raquel daba vueltas en su lugar sin parar si seguia asi terminaria formando un hoyo.

—Leslie—menciono mi nombre con tranquilidad mientras se acercaba.

—¿Como esta mi madre?

—Estable. Los doctores lograron controlarlo a tiempo.

Suspire con alivio al oirla pero la preocupacion volvio al percartarme que Raquel se veia aun preocupada.

—¿Que sucede?

—Cuando comence a trabajar como enfermera pense en ser una completa heroína pero momentos como estos me doy cuenta que soy una cobarde...

—¿Que es lo que tratas de decir?
—Pregunto confuso.

—Solo despues de comprender esta profesion, es que entiendo lo duro que es vivir, que tanto se necesita para librarse del dolor...asi que...cuando se que la gente que aprecio enfrenta una situacion como esta, me estremesco.

—No entiendo lo que tratas de decir Raquel.

—Ya es momento de que prepares tu corazón— dijo firme mientras miraba hacia la habitacion de mi madre para despues retirarse.

Más que un chico maloWhere stories live. Discover now