Capítulo 50

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—Estas castigada toda tu vida—dije seriamente cruzando mis brazos, Iris sacó la paleta de su boca para mirarme con una sonrisa tonta, como si ese truco fuese a funcionar, aún quería tragarme viva a esta criatura del señor y darle una lección para toda su vida.

—A Dominic solo lo castigaron un par de meses.

—Pará tu suerte, yo soy quien imparte tus castigos, no los Coxx.

—¿No podemos llamar a papá y llegar a un acuerdo?

—Castigada sin tratos. Te fujaste de la escuela, viajaste sin ningún adulto presente, sacaste a Dominic de la escuela y trataste de vivir como una vagabunda sin futuro, no sólo pusiste tu seguridad en peligro, también la de Dominic y Blythe.

Le recordé y aunque en su mirada quería mantenerse juguetona sabía muy bien que ella si sentía algo de culpa.

—Tu también te portabas mal y no recibias ningún castigo. Todo era más fácil cuando mamá estaba viva.

Trató de chantajearme Iris pero yo solo podía seguir observándola con molestia.

—De acuerdo. Estarás castigada lo que a mi me reste de vida.

—Estas de broma, ¿y si yo me muero antes que tú?

—Tu castigo será levantado.

—Ya para que.

—¿Iris? —la voz de Dominic captó la atención de todos. Iris le miró un tanto apenada mientras se acercaba para tocarle el hombre para que sintiera su presencia —. Perdón por meterte en problemas.

Ella no dijo sólo me miro pidiendome que guardará silencio antes de sonreírle para palmera la espalda de  Dominic.

—Estoy segura que algún día nos reiremos mucho de esto. ¿Que tal fue tu castigo?

—Mamá me dio un gran pellizco mientras me regañaba en su idioma natal, papá me dio un gran sermón tras darme tres meses de castigo.

—A mi solo me castigaron lo que le quede de vida a Leslie. Tal vez Blythe nunca llegue a ser una Shuster
—bromeó Iris ganándose un zape por mi parte. Dominic soltó una breve carcajada por su comentario antes de volver al silencio.

—Bueno, aún me falta un castigo. No sé qué es lo que dirá mi verdadera mamá... Dime, ¿es bonita?

—Gracias a los buenos genes de ella no tengo pesadillas por verte—menciono Iris comica—. Me atrevo a decir a que es tan bonita como mi mamá... ¿Quieres que te acompañe con ella?

—Ella apenas volvió y ya le ocasione problemas... Estoy seguro que regresaré de nuevo a su casa sin mi y no se si sentirme feliz o triste por ello.

—Las crisis existenciales llegan con la adultez. Creo que deberías estar feliz de tener a tu verdadera mamá y a tu mamá que cuido de ti, eso significa dobles regalos y pasteles en cada festividad.

—Es raro tener dos mamás.

—Creo que es mejor a no tener ninguna.

Mencionó Iris con un rastro de tristeza en sus palabras pero con una sonrisa, hay tantos momentos donde no logro entender a mi hermana que es bastante complicado para mí saber si todo realmente es enserio o en broma pero lo que mas me costaba era ver cuando ella sufría y eso me hacía sentir como un mal hermano. Iris se acercó y tomó su mano.

—Vamos con tu mamá.

En silencio seguimos a ese par, hasta cierto punto aún teníamos algo de miedo de no volverlos a ver solo porque se les ocurrió nuevamente la pésima idea de huir. Caminamos un par de pasos, ellos entraron a una habitación donde nosotros esperamos afuera mientras mirábamos por la ventana, aquella mujer rubia se levantó de su cama y con una gran sonrisa observó a Dominic quien se acercó hasta a ella para tocar su brazo donde estaba herida, en verdad parecía arrepentido por haberse escapado y causar problemas pero aquella mujer lo único que le importaba era tener a su hijo nuevamente entre sus brazos. Mire a Iris quien contemplaba la escena en silencio, ella estaba tan seria pero no con una tristeza, ni con un enojo, me preocupe por no notar una expresión en su rostro, incluso dentro de ella aún había un sentimiento tan desconocido para nosotros y posiblemente también para ella.

Más que un chico maloWhere stories live. Discover now