Capítulo 55

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—Leslie, gracias a Dios que estas bien. 

La voz de mi abuela captó mi atención, ella bajó de su auto antes de que su chófer pudiese abrirle la puerta, se acercó a mí examinandome de pies a cabeza para después mirar el negocio el cual estaba destrozado de la entrada principal, varias masetas habían sido destrozadas, la mercancía estába arruinada y de alguna agradecía que de alguna forma las cosas no explotaran.

—Cuando escuché lo que pasó estuve tan preocupada.

—No te preocupes, solo fue un accidente y lo importante es que nadie salió gravemente herido —dije restandole importancia.

—Pero tu florería, mira que gran desastre.

—No te preocupes por ello, creo que ahora se donde voy a invertir mi dinero.

—Cariño ese dinero es para ti, deja que la abuela se encargue—ella tomó mis manos tratando de brindarme seguridad pero yo negué.

—Estaremos bien.

—Esa terquedad, igual a tu madre. ¿Donde esta Blythe?

—Esta con sus padres, ahora con el accidente se que ella tratara de encargarse de todo pero debe descansar —ahora yo tome sus manos para sonreirle—. Abuela, Blythe esta embarazada, seremos padre.

Note como su rostro se iluminó por completo, varias lágrimas brotaron y yo solo pude abrazarla.

—Seré bisabuela, mira que fortuna de estar viva para otra generación—se separó por un momento observando nuevamente la floreria—. Definitivamente la abuela se encargará de esto.

—No hace falta abuela, puedo encargarme de ello.

—Por favor Leslie, deja que la abuela se haga cargo. Jamás te e hecho un regalo y tu sin embargo me has hecho tan feliz, puedo tener la oportunidad de hacer las cosas correctas para mis nietos.

—Estas preocupando por nosotros, lo considero más que suficiente.

—Esas palabras no funcionarán, la abuela Cherry hará algo al respecto.

Mencionó con total alegría su chófer se acercó con cautela susurrandole algo que le provocó un gesto de molestia el cual borro de inmediato cuando me miró.

—Tengo que irme, tú abuelo solicita mi presencia. Ese hombre debería preocuparse más por la familia que por el trabajo.

—No te preocupes por ello. Deberías ir.

—La abuela volverá y está vez con regalo para todos.

Aseguró, la acompañe hasta la puerta de su auto para abrirla por ella gesto que a ella le encantó, pero yo por mi parte no pude evitar mirar a su acompañante, me miraba con tanta severidad que se sentía tan penetrante, miró hacia la florería haciendo una mueca, se sentía tan incómodo que incluso aunque cerré la puerta podía sentir su mirada sobre mi, creo que tenía a otro sospechoso en mira.
Volví mi vista hacia la florería soltando un largo suspiro, el gran ventanal estaba destrozado por lo que había muchos vidrios rotos dispersos en el suelo, las flores maltratadad estaban dispersas sobre el lugar, las marcas del auto estaban sobre el suelo, mire el mostrador el cual estaba cubierto por suciedad, creo que tendría que hacer una remodelacion completa.
Desde volver a pintar las paredes como el cambiar el suelo, incluso podría cambiar los muebles por otros, me sobe el cuello un tanto fastidiado tendría que encargarme de la remodelacion sin mencionar que faltaban un par de días para la graduación y sabía que estaría un tanto presionado por ello, vaya que la persona que quería matarme había escogido un mal momento para hacerme la vida imposible.
Me acerque hacia el organizador donde antes colocaba los jarrones y adornos para buscar algo que aún sirviera pero todo estaba destrozado a excepción de un pequeño cofre de madera que solía utilizar a veces para reemplazar las masetas, me coloque en cuclillas para tomarlo pero algo captó mi atención, el rechinido de una tabla de madera, coloque mi pie nuevamente para escuchar otra vez el rechinido, tomé el pedazo de madera que sobresalía para quitarlo debajo de este había un pequeño hoyo extendí mi mano para tomar un portafolio, mire alrededor notando que me encontraba solo, lo abrí un tanto inseguro pero al notar que solo había documentos dentro me sentí un tanto confundido, tomé los papeles para percatarme que se trataba de una propiedad, todos los documentos estaban bien arreglados, todo tenía un orden pero lo que mas me sorprendía es que todo estaba a mi nombre, cada escritura tenía mi nombre y la persona quien había aprobado cada documento como testigo era Korden Callum. El sonido de unos pasos rompiendo los cristales del suelo me sobresalto un poco, volví a guardar el maletin para girar y ver a la persona detrás de mi.

Más que un chico maloKde žijí příběhy. Začni objevovat