[LIBRO V]
▸Se ve a la Luna elevarse. Hay problemas en el camino; terremotos y relámpagos azotan estos tiempos
Un consejo amigable: no salgas ésta noche. Los lobos merodean la ciudad.
Con la Luna en lo alto, un amigo te traicionará. El enemigo tocar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Así que... ¿verbena? -
Tristan se encontraba débil, casi sin control de la totalidad de su cuerpo mientras que su cabeza colgaba sobre su hombro casi inerte, pero aún así se encontraba despierto, enclenque, pero despierto.
- No es nada comparado con el veneno de lobo. - Elijah lanzó una mirada mordaz, pero se mantuvo en silencio. Freya los observaba a ambos, mientras las yemas de sus dedos se colocaban suavemente sobre las sienes de Tristan. - Pero aun así, no ha dicho nada útil. -
Freya murmuró un hechizo y pronto el rostro de Tristan comenzó a contorsionarse de dolor, mientras apretaba los dientes para evitar dejar escapar algún sonido que anunciase que sufría; Elijah vio eso como un patético intento de valentía.
- Está débil. - anunció Freya, tan pronto acabo. - Pero no puedo presionarlo sin matarlo. -
Tristan jadeó exánime e intentó mantener los ojos abiertos, al tiempo que esbozaba una sonrisa burlona.
- Débil como estoy, todavía no lograron nada. -
Elijah dejó escapar un suspiró cansino, caminando hacia el círculo de sal parándose junto a su hermana, sin pudiendo evitar mirar a Tristan con molestia.
- Es desagradable tener que adentrarse en una mente tan depravada como la tuya. - el efecto del hechizo y la verbena comenzaron a hacer que Tristan comenzase a quedarse dormido. Elijah miró hacia adelante, mientras pateaba su pierna para mantenerlo despierto, sintiéndose mucho más exasperado que antes. - A menos que quieras que vaya a buscar la motosierra ... - se arrodilló frente a él, dando golpecitos bajo su barbilla. - te recomiendo que me des lo que busco.
Thalía chasqueó la lengua y se puso de pie, llamando la atención de Elijah; el Honorable enarcó una ceja y fue casi una invitación para que ella se acercase a la barrera. Y había sido casi un milagro que por fin pudiese dirigirle la palabra, aunque fuese para recriminarle el uso de la tortura; él lo consideraba un... avance.
- No podemos influenciarlo - dijo colocándose detrás de Tristan. - Pero hay algo más que se pueda hacer para ver aquí dentro. - se llevó la muñeca a la boca y mordió con la cantidad de fuerza necesaria para provocar dos pequeñas heridas; sin perder tiempo las colocó en la boca de Tristan, quién guiado por el dolor y la desesperación por acabar con la sensación de fuego en su interior, comenzó a beber. Ella se lo permitió por unos segundos, antes de remover su mano y finalmente situarse junto a él.
- ¿Qué harás? - preguntó Freya, con curiosidad al verla arrodillarse frente a Tristan y tomarle la mano.
- Se llama intercambio de sangre. - respondió Elijah. - Que dos vampiros compartan sangre significa la apertura de una brecha en el interior de cada uno, dónde se puede explorar y compartir todo lo que sienta cada uno. - Thalía lo observó, pero no dijo nada.
