[LIBRO V]
▸Se ve a la Luna elevarse. Hay problemas en el camino; terremotos y relámpagos azotan estos tiempos
Un consejo amigable: no salgas ésta noche. Los lobos merodean la ciudad.
Con la Luna en lo alto, un amigo te traicionará. El enemigo tocar...
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➻Capítulo 26:
"The Beauty and the Beast's Game"
Finn tiritaba y la piel de la frente se le iba perlando cada vez más; tenía una mordida profunda a la altura del cuello que lentamente iba tornándose más y más oscura, a medida que el veneno iba corroyendo piel, músculos e infectando su sangre.
― Vuela en fiebre. ― susurró Lexi para sí misma, colocando un paño embebido en agua tibia e hierbas destinadas a aplacar de alguna forma los síntomas de la mordida.
A pesar de haber tenido esa pequeña riña con Kol, su presencia había sido solicitada por Elijah para poder asistir a Finn; y a pesar de que el joven Mikaelson había protestado para llevar a su novia, su hermano insistió en todo debía permanecer en familia.
Lexi había extraído algunos libros de su madre junto algunos amuletos que podrían llegar a ser útiles para la recuperación; aunque creía, honestamente, que todo se solucionaría tan pronto la sangre de Klaus comenzase a hacer efecto.
― Gracias, hermano ― jadeó Finn, haciendo sus mejores esfuerzos para deglutir la sangre de Klaus.
― ¿Cómo te sientes? ― preguntó Freya, sujetándole las manos; tenía lágrimas estáticas en los ojos y se hallaba pálida. Pero intentaba sonreírle.
― Me siento... ― Finn cerró los ojos, abriendo y cerrando la boca, buscando lubricarla con saliva a pesar de que estaba reseca y pastosa ― extrañamente eufórico. ―
― Es sabido que tengo ese efecto. ― Klaus sonrió de lado.
Lexi humedeció un poco más las compresas dentro del cuenco con agua y volvió a pasarlo por la frente de Finn, recitando suavemente un hechizo; realmente le preocupaba que la herida no comenzase a sanar. Klaus había estado alimentándolo durante la última hora, pero no había señales de mejorías desde entonces. Miró a Klaus, ó incluso buscando la mirada de Elijah, intentando transmitirle su preocupación. Pero ambos parecían más preocupados por contemplar a su hermano.
Desde el otro lado de la habitación, comenzó a escucharse un suave y dramático aplauso. Todos se volvieron a la defensiva, listos para defenderse. Pero simplemente se trataba de Kol.
― Pero que momento más bello ― dijo, apoyándose contra la pared, ― Les suplico que me disculpen mientras me arranco los ojos con un atizador ardiendo. ― ninguno de sus hermanos parecía complacido por su actitud tan desagradable.
Pero a pesar de ello, Finn intentó reincorporarse en el sillón, a pesar de que las manos de Freya lo impedían, de modo que pudo ver un poco mejor a Kol, con una expresión seria.
― Te agradezco a ti también, hermano ― murmuró, ― tú y tus pequeñas brujas han hecho demasiado por mí. ―
La joven Ivannova buscó apartar la vista cuando los ojos de Kol recayeron sobre ella y volvió a humedecer el paño dentro del agua. Luego de la riña, había hablado con Davina transmitiéndole la preocupación de Cami, a lo que Davina parecía ser consciente de que sus sospechas eran acertadas.