[LIBRO V]
▸Se ve a la Luna elevarse. Hay problemas en el camino; terremotos y relámpagos azotan estos tiempos
Un consejo amigable: no salgas ésta noche. Los lobos merodean la ciudad.
Con la Luna en lo alto, un amigo te traicionará. El enemigo tocar...
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➻ Capítulo 23:
"The End of the Affair. (Parte 1)"
― No puedo creer que tengan tan poco sentido de la belleza. ― Klaus rodó los ojos, sacudiendo la cabeza. ― Belaga era mi fuente de inspiración. ―
― Lamento herir tus sentimientos, Niklaus ― intervino Elijah con una sonrisa ― pero no todo el mundo comparte tu sentido de... belleza. Indudablemente, Belaga era horrible. ―
― Lo único que puedo decir, y creo que Elijah estará de acuerdo conmigo, es que tuviste buen gusto cuando decidiste robarle su esposa y quedarte con ella; y es probablemente el único gesto de buen gusto. ―
Thalía dejó escapar una risita, escondiéndose detrás del vaso de limonada mientras Kol le guiñaba un ojo. Elijah simplemente rodó los ojos.
Kol procedió a ponerse de pie, sujetando un manojo de cartas, sacudiéndolas para remover la fina capa de polvo que habían juntado durante los años. ― De acuerdo, es hora de volver a lo nuestro. ― manifestó.
― ¿Tienes alguna idea? ― preguntó Thalía, buscando más cartas dentro de la caja de recuerdos de Klaus.
― Creo saber como encontrar a tus enemigos, Niklaus, y espero que nuestra nueva hermana no se moleste si le enseño un par de trucos nuevos. ― sostuvo en alto las cartas, girándose en dirección a su hermano, al tiempo que ladeaba levemente la cabeza hacia el costado. ― ¿Te molesta si las prendo fuego? ― Klaus lo observó curiosamente, pero luego negó.
Kol tomó un par de cosas que necesitaría para llevar a cabo el hechizo y procedió a reunirse con Freya, quién lo esperaba en el living junto a la mesita de café. Los demás permanecieron cerca, pero a una distancia moderada; habían decidido solemnemente dejarles un espacio para poder trabajar tranquilos y de paso para que pudiesen conocerse un poco más.
― Aquí ― dijo Kol, levantando con una mano un mortero de piedra blanca ― mezclando las cenizas de las cartas con tu sangre, Nik, nos mostrará dónde se encuentran tus enemigos. ―
Las hojas de papel fueron cortadas en trozos muy pequeños y luego Freya pasó su mano por encima: ―Phasmatos incendia. ―por unos instantes el mortero se vio consumido por las llamas que devoraron con rapidez el débil material de las cartas, transformándolas al cabo de unos segundos en cenizas de opaco color y de copiosa cantidad.
Con las cenizas ya listas, Kol sujetó una copa dorada en una mano y una daga en la otra. Klaus extendió su mano, permitiendo que la afilada hoja de metal se deslizara por su piel, generando un corte profundo que no tardó más que unos segundos que comenzar a sangrar.
― Procura que se llene bien. ― ordenó Kol, mientras Klaus cerraba la mano por encima de la boca de la copa, permitiendo que un hilo rojo de espesa sangre cayendo en su interior.
