Diez💫

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Taehyung se removió cuando la luz del sol le dio de lleno en la cara.

Esa era la única desventaja de tener un techo de vidrio, el que siempre despertara por la luz del sol. Y eso era muy temprano usualmente, aunque el pelirrojo ya estaba acostumbrado así que no se quejaba.

Pero el castaño a su lado si se quejó y se dio la vuelta en la cama abrazando a su mayor por calor mientras tomaba la frazada y la ponía sobre su rostro para que el maldito sol dejara de pegarle en el rostro.

-Hyung, apaga eso.- pidió con la voz ronca de recién levantado.

-Es el sol, Kookie. No puedo apagarlo.- rió bajo.- Además vamos levantándonos, mis mamás ya se fueron y tengo hambre.

-Uh.- Jungkook restregó su nariz en el pecho del mayor. Se apegó más a él al sentir su característico olor a uvas y sandía.- no quiero.

Taehyung sonrió por el tono aniñado de la voz de Jungkook. Intentó levantar la frazada para ver su rostro pero esta fue fuertemente atrapada por el menor, impidiendoselo.

-Vamos, ya son las siete de la mañana. Hay que levantarse.

-¿¡Qué!?.- Taehyung se intentó alejar al escuchar el grito pero el menor reforzó el agarre.- Es sábado. Hay que dormir hasta que sea la cena.

-No puedo hacer eso, Jungkook.- Taehyung rió y escondió su nariz en el cabello del menor. Olía a chocolate y flores. Olía a San Valentin. Olía a amor. Taehyung alejó su nariz cuando ese pensamiento cruzó por su cabeza.- ¿vendrás conmigo?

-Shh. Ya me estaba durmiendo de nuevo.- Jungkook se quejó soltando al mayor y dándole la espalda con los ojos cerrados.

Taehyung suspiró y se inclinó sobre el rostro del menor con una sonrisa.

-¿Me regalas un hola, hyung antes de que me vaya?

Jungkook abrió los ojos y acarició el mentón del mayor mirándolo a los ojos grises casi gatunos.

-Lo quiero, hyung.- sonrió con los ojos cerrados al recibir un beso en su frente y se acurrucó de nuevo en la cama dispuesto a volver a dormir.

Él no podía despertarse tan temprano un sábado, era contra las reglas de ser un adolescente normal.

-Eso me gusta más.- escuchó el murmullo del mayor mientras se iba de la cama y buscaba ropa en su armario antes de internarse en el baño.

La nariz de Jungkook cosquilleó. Se dio la vuelta y se acostó en el cálido lado de la cama del mayor, durmiéndose por fin con su olor.

[•🌷•]

Taehyung se bañó y se vistió. Cuando terminó ya eran las ocho y media de la mañana y el menor todavía no se levantaba.

Bufando bajó a la cocina para buscar algo que comer. Sonrió al ver una nota roja pegada en la mesa del centro.

La tomó despegándola y la leyó con atención.

[Nuestro tren hacia Daegu ya está por salir. Sí, se nos hizo tarde, de nuevo :D
Lis me quiere matar (figurativamente, cariño).
Te dejamos comida en la heladera y las alacenas para que te alimentes como por un año, así que no te saltes ninguna comida, Taecito.
Por cierto, no creas que no vi a Jungkook subiendo el árbol y entrando a tu habitación.
Pero no te preocupes, no le diré nada a Lis mientras no hagan nada de que arrepentirse luego, eh, ya sabes de qué hablo, alfita 7-7
Yo también fui joven, así que quita esa cara de asco, Kim Taehyung.

Te quiere, Omma Jennie ❤]

Taehyung tiró la nota al tacho de basura con una sonrisa en sus labios. Definitivamente amaba a sus ommas.

Abrió la heladera y tomó un par de bananas del fondo de esta cuando se decidió qué comer. Subió las escaleras y se sentó frente a Jungkook en su escritorio mientras abría un libro de astrología y lo comenzaba a hojear.

[•🌷•]

-Jungkook, ¿haces ejercicio o algo? Porque tu cuerpo es realmente lindo.

Jungkook abrió los ojos sorprendido cuando escuchó ese murmulló cerca suyo, encontrándose a su mayor comiendo una banana frente a él, tan cerca y comiéndoselo con los ojos.

-Uh, hyung. Eso es extraño.- Jungkook desvió la mirada hacia el reloj. Recién era medio día. ¿Por que el mayor seguía levantándolo tan temprano? Casi quería llorar.

Taehyung se encogió de hombros y le dio una nueva mordida a su fruta.

-¿Por qué?

-Estas comiendo una b-banana frente a mi mientras me dices que mi cuerpo es lindo.- Jungkook se ruborizó mirando el techo para distraerse.

Taehyung miró su banana ya casi terminada y la dejó en el escritorio sin más apetito. Esa era su cuarta banana y un día normal podría comer más pero no en ese momento en el que su estómago se había cerrado.

-Uh, sí es extraño. Perdón, Kookie.- murmuró sintiéndose avergonzado.

Hasta su lobo estaba con el hocico bajo de la vergüenza. Sólo estaba pensando en voz alta, no tenía la intención de levantarlo.

-Bien. Ya que nos despertamos, ¿quieres salir? Podemos ir a almorzar a un Mac Donald's.

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Estrellita, ¿Dónde Estás? [Taekook/Omegaverse] (PAUSADA)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant