Treinta💫

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-Taehyung-ah.

El alfa volteó al escuchar al peliverde. Caminó hasta él y lo abrazó.

-Hey, Suga.

Yoongi miró de arriba abajo al menor con una ceja alzada.

-¿Dónde están los ponchos, las orejas de gato y las corbatas raras?

Taehyung frunció el ceño.

-Mis corbatas no son raras, hyung, son exóticas.- sonrió y miró también su vestimenta.- ¿qué tiene de malo como voy vestido?

El pelirrojo tenía unos jeans oscuros y ajustados, unas converse celestes y una remera negra con fuegos artificiales. Lo único que se destaba eran los fuegos artificiales. Y eso era extraño. Era extraño ver a Taehyung con ropa normal.

-Uh, nada. Vistes... ¿normal? ¿Tu mamá por fin siguió mi consejo y quemó tu ropa?

-¡Hyung! Mi mamá no haría eso.- se quejó volviendo a caminar hacia la cafetería con Yoongi a su lado. Al no compartir todas las clases aveces solo se podían ver durante los recreos o el receso para comer.- y me vestí así porque fue lo primero que vi en el armario.

-Ay, ajá.- Yoongi rodó los ojos sin creerse sus palabras.

-De verdad, hoy se me hizo algo tarde.... bueno, llegué a la primera clase media hora después. Pero me perdonaron porque les dije que estaba en celo y me había costado levantarme de la cama por el dolor.

Yoongi tomó una bandeja azul y comenzó a llenarla con comida al azar. Taehyung lo imitó, evitando la carne.

-¿Y es verdad? Porque hueles más que antes.

Taehyung apretó los labios mirándolo.

-Tomé supresores y me puse perfume. No deberías oler nada.

-Es lo de los rangos - Yoongi se encogió de hombros sin querer darle demasiada importancia.- mi olfato es más sensible, puedo olerte.

-Debe ser genial.- murmuró Taehyung.- tener todos tus sentidos más activados y todo eso.

-Eh, depende.- Yoongi cabeceó y le pagó a la cocinera.- hay olores que prefiero no sentir. Por ejemplo cuando alguien no se baña, su olor natural se vuelve amargo y apesta a donde quiera que vaya. Agh.

Taehyung carcajeó al escuchar su tono disgustado. Dejó a una omega pasar frente a él en la fila al verla apresurada. Ella pagó y le agradeció con una sonrisa avergonzada al pelirrojo. Taehyung le devolvió la sonrisa y ella se alejó soltando risitas nerviosas. Luego de eso le pagó a la cocinera su propia comida.

-Bueno, tienes razón. Yo también puedo sentir eso pero al ser de un rango alto eso se debe multiplicar y no te envidio mucho.- sonrió de lado.

-Ah, igual me envidias. Yo sé que quisieras mis brazos de fideos.

Ambos rieron.

-Yo no sé cómo tienes tanta fuerza siendo que tienes esos bracitos.

-Magia.- contestó el peliverde con misterio.

Ambos se sentaron en la mesa de siempre, en sus lugares de siempre. Bueno, ese siempre constaba de varios meses nada más, pero se sentía de esa manera.

Luego de unos diez minutos aparecieron los omegas con sus bandejas y se sentaron al lado de sus alfas.

Jungkook le sonrió nerviosamente al mayor cuando lo tuvo en frente. Todavía no podía olvidarse de lo que había pasado a la madrugada, y de lo que podría haber sido.

Estrellita, ¿Dónde Estás? [Taekook/Omegaverse] (PAUSADA)Where stories live. Discover now