Estrellita, ¿Dónde Estás? [Taekook/Omegaverse] (PAUSADA)

Veintinueve💫

-Por ochenta años.

-¡Mamás!

Ambas mujeres se cruzaron de brazos a la vez mirando ceñudas a su hijo quejarse.

-¡Castigado dije! Ahora dinos porque nos tuviste preocupadas toda la noche.

-Sí. Explícanos porque no apareces por casa desde el sábado, siendo hoy lunes, Kim Taehyung.

Taehyung miró el suelo pensativo. Movió sus pies jugando a un ritmo en su cabeza. ¿Estaba bien si les decía? Sí, tal vez era la única manera.

Además, era mejor terminar con eso rápido. Comenzaba a tener punzadas muy dolorosas en el estómago y él sabía bien que significaban esos tirones. Necesitaba supresores y calmantes.

Le parecía muy extraño el que después de un par de cuadras lejos de la casa del castaño los dolores lo habían golpeado tan de repente.

-Luego del castigo vine aquí a cambiarme de ropa por el taller de astrología.

-Ah, si. Ese taller.- Jennie asintió mirándolo con los ojos entrecerrados.- yo no sabía que los talleres duraran días enteros.

Taehyung rodó los ojos al escuchar su tono irónico.

-Bueno, mentí un poco en eso. No entré en ningún taller.- tragó saliva al ver la expresión de peligro de omma Lisa.- en realidad, he comenzado a trabajar en un bar de noche. Hoy es mi segundo turno.

Oh, justo en ese momento pensó en que su celo y su turno eran el mismo día. Y estaba seguro que si pedía faltar al trabajo tan solo el segundo día lo terminarían despidiendo por incompetente. Por lo que tendría que ir.

-¿Qué? ¿Para que necesitas trabajo tú? Tienes todo aquí. No necesitas nada más.- habló Jennie frunciendo su ceño.

-Mamá, faltan tres meses para que este año termine, para que yo sea mayor de edad y para que comience la universidad. Ya he mandado algunas solicitudes pero las universidades que me gustan están en Busan, no Seoul. Y si me aceptan en alguna de esas, yo iré, por lo que necesito independizarme.

Ambas se miraron con los labios apretados. Parecían estarse comunicando con los ojos, en total silencio.

Ciertamente, si aceptaban al pelirrojo en alguna universidad de Busan, ninguna de sus madres podría ir con él ya que tenían sus trabajos se los impedía.

-¿De verdad es por eso?.- preguntó Lisa suspicaz. Sentía que se estaba perdiendo de algo.

-Si, mamá.- el alfa respondió seguro de si mismo.

Los tres se quedaron en silencio, pensando en ese triste momento a futuro en el que se tendrían que separar y tomar caminos distintos. Si, se verían en vacaciones y fechas importantes, y también hablarían por teléfono seguido pero no era lo mismo. No se comparaba a los diecisiete años en los que había vivido con ellas. ¿Como se sentiría volver a casa del colegio y no oler comida horneandose? O, el abrir una puerta y no encontrar a su madre pintando un cuadro. O, el comer los tres juntos en la mesa floreada del salón. El simplemente pensarlo le daba tristeza.

Quería ser Peter Pan para poder ser niño para siempre.

-De cualquier forma,- Jennie miró a su hijo con los ojos un poco llorosos.- el trabajo habrá sido un par de horas, ¿luego que hiciste? ¿Por qué ni siquiera nos llamaste?