12. Soft Nat

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2 de marzo de 2019, 21.19 pm. Madrid

Desde el cabify que la está llevando al piso que comparte con Mikel Natalia llama a Alba. Solo para oír su voz, para tranquilizarse a sí misma. Para decirle que han sido dos horas maravillosas con ella y que ya la echa de menos. Pero Alba ha puesto el móvil en modo avión para ver la película sin interrupciones. Natalia se extraña un poco, le escribe un whatsapp, ve que Alba no lee el whatsapp. Mira con tristeza la ciudad anochecida a través de la ventanilla del coche. Tiene mil motivos para estar feliz: un futuro profesional prometedor, varios eventos importantes en los próximos días, sesiones en el estudio para grabar colaboraciones con otros artistas, reuniones con su representante y con Universal para hablar del avance de su disco. Pero la invade la melancolía y se dice a sí misma que tiene apenas unos minutos para recomponerse, llegar sonriendo, pasárselo bien en la fiesta... expulsar esa imagen que se ha introducido en su mente y que no puede sacar: Alba se está liando con otra.

Intenta pensar sobre el tema en términos deportivos: es un justo empate. Ella folla (poco, todo hay que decirlo) con Mikel y Alba folla con... otra. Tal vez en este mismo instante esté follando con la otra o se disponga a hacerlo en el transcurso de la noche. ¿Qué te pasa, Natalia Lacunza? Es injusto no querer compartir a Alba, tú estás jugando a dos bandas desde el principio y ella lo ha aceptado. Acepta tú la situación. Pero ahora misma está hecha un lío. ¿Y si dejase a Mikel? ¿Y si le dijese a Alba que solo quiere estar con ella? ¿Y si le dijesen a todo el mundo que Albalia es real en vez de seguir negándolo?

Pero es que lo han negado tantas veces que ahora sería muy chocante decir lo contrario. Lo negaron ante el claustro de profesores y ante todo el equipo de producción cuando estaban en la Academia. Lo han desmentido una y mil veces y ahora todo el mundo sabe que son buenas amigas y nada más. Buenísimas amigas. Ni siquiera Percebes sabe que es real. Ni los Javis. Ni siquiera la puta ama de María Villar, a quien se lo podrían contar todo sin problema porque es como una madre y una confidente fiable. Solo los lectores de este fic saben la verdad. Y son pocos, realmente pocos.

Una de las mayores virtudes de Natalia es ser muy buena actriz. La reina de la simulación. Mira con carita de penita a la persona que formula la pregunta y responde: lo siento, pero te prometo que Albalia no es real. Ja, ja. Si tú supieras que es más real que la puta vida misma. Natalia se da golpecitos con la mano en la pierna mientras su vista se pierde por entre las luces de Gran Vía. Intenta convencerse a sí misma de que hay que llevar las cosas con levedad, disfrutar del momento, no comprometerse. Está conociendo a muchísima gente estos días y quién sabe... Dios mío, aparta de mí este bollodrama -piensa riéndose a medias. Luego su mente es completamente ocupada por el cuerpo de Alba Reche sobre esa cama, por la boca de Alba Reche sobre su boca, por los dedos de Alba Reche dentro de su sexo, por los gemidos de Alba Reche cuando está a punto de correrse y luego las dos corriéndose a la vez. ¡Stop! Qué hacemos con esto...

Natalia Lacunza es más vulnerable de lo que generalmente se quiere pensar. Se dice a sí misma: estoy transitando una emoción. Se está enamorando mucho de Alba. Va a empezar una etapa de dependencia emocional muy grande y el sufrimiento va a entrar en escena. ¡Stop bollodrama! A las escasas y amables lectoras de este fic, gente seria de más de 28 años, les digo: no os preocupéis. Habrá bollodrama pero muy poco. El bollodrama forma parte de la vida. Pero volverán también el buen humor, la despreocupación y la sátira ligera.

Sed buenos y leed buenos libros. Leed Jane Eyre por ejemplo.

Agur.


Albalia y la máquina del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora