VII (Parte 2)

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HASTA QUE ME OLVIDE DE TI
Por Ami Mercury



VII (2ª parte)


Niels podía sospechar y hacer conjeturas, pero no tenía la más mínima idea de hasta dónde alcanzaba la red de mentiras, tretas y engaños que el gobierno de El Reo extendía para mantener a su población ignorante de la realidad. El conocimiento hizo restallar una furia sorda en sus entrañas que pronto se transformó en impotencia al reconocer que poco o nada podría hacer para cambiarlo. Y, a ello, le acompañaron miles de preguntas más. La curiosidad se entremezclaba en su interior con la indignación y ambas creaban en él un estado similar a la euforia.

—¿Quién maneja todo esto? ¿Quién hace esa lista, quién controla a los vampiros? ¿Se trata de un ministerio público, un organismo privado...? Debe de existir alguien que mueva los hilos, no...

Olsen le detuvo con un gesto antes de que la larga lista continuara. Negó con la cabeza y Niels, frustrado, emitió un chasquido y se dejó caer sobre el respaldo de su silla.

—No sé nada de todo eso —admitió Olsen—. Me hago esas mismas preguntas a diario pero no está en mi mano obtener las respuestas.

—¡Pero yo necesito saberlas! —protestó Niels.

Ya habían transcurrido muchas horas desde que se alimentara de aquella narcotraficante y el hambre empezaba a hacerle mella. La excitación que los nuevos descubrimientos le provocaban hacía que su respiración fuera acelerada y errática, pero aún se mantenía despierto y activo. Debía pasar muchos días más sin beber nada de sangre para dejar de funcionar; por el momento tal solo necesitaba ignorar el malestar e intentar mantener los sentidos alerta.

Esa conversación y su interés en ella contribuían en gran medida.

—Si de verdad hay ahí fuera tantos como yo, quiero conocerles, Olsen. Quiero saber cómo aparecieron, de dónde o de cuándo vienen. Necesito saber cómo viven sin volverse locos.

Una nueva negativa de su amante aumentó la frustración que ya sentía.

—Te juro que no sé nada. Pero...

El corazón de Niels dio un pequeño vuelco aislado entre varios minutos de inactividad.

—¿Pero?

Olsen se levantó sin decir una palabra. Esquivó cristales sin prestar más atención alguna a todo el desastre de su alrededor y se dirigió hasta la estantería. Sacó de ella una simple libreta de anillas y, con un rotulador que descansaba en un bote junto a varios bolígrafos y lápices, escribió algo rápido antes de arrancar la hoja y regresar junto a Niels. Se la tendió de inmediato y este la aceptó sin preguntar pero con curiosidad palpable; en ella había una dirección.

—Si supiera más, te lo diría. Pero es todo lo que puedo hacer por ti. Ahí encontrarás a un censado; sospechamos de él, creemos que, de algún modo, no sigue el tratamiento y consigue burlar sus controles. Pero no son más que conjeturas aún.

—Iré a verle.

—Niels, es peligroso —advirtió—. Tiene vigilancia constante, ¿entiendes? Eso significa que, si te descubren, tú también serás sospechoso y ya no gozarás del anonimato de ahora.

—Pues ayúdame tú.

—No puedo hacer por ti más de lo que ya he hecho. A mí, a todos lo que hacen lo mismo que yo, nos controlan de forma tan exhaustiva como a los propios vampiros. Saben dónde y con quién vivimos, saben qué hacemos en nuestro tiempo libre, las amistades que tenemos, con quién hacemos deporte y hasta a quién nos follamos en una noche de juerga.

Hasta que me olvide de ti (#LatinoAwards2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora