X (Parte 2)

197 33 43
                                    

HASTA QUE ME OLVIDE DE TI
Por Ami Mercury


X (parte 2)

Karl, sorprendido ante esa primera declaración, se acomodó en la silla que había ocupado y le instó con un gesto a que continuara.

—A mediados de agosto, usted recibió el aviso de que un renegado había convertido a otra persona. El trabajo me lo encargó a mí, pero con tan poca información que era casi imposible dar con ninguno de los dos. El ataque tuvo lugar en un callejón, en plena noche y sin testigos. Eso lo supe más tarde por deducción, y porque la casualidad quiso que me encontrara con el tipo recién convertido. Por desgracia, en ese momento confundí los síntomas con una resaca, algo que le habría pasado a cualquiera ya que el hombre apestaba a alcohol.

»Durante los siguientes días estuve pendiente de él. Yo no tenía ninguna sospecha de quién o qué era en realidad; para mí, solo se trataba de un infeliz borracho que no tenía a nadie que cuidara de él y yo, por mi parte, solo buscaba una excusa para estar en casa el menor tiempo posible. Supongo que sabe que me he divorciado hace poco, de ahí mi actitud.

»Pero entonces las señales empezaron a hacerse evidentes. Aquella resaca, que en un principio parecía haberse convertido en una simple gripe, se alargó más de lo normal. Su piel empezó a cambiar, estaba frío como el hielo, se le aclararon los ojos y acentuaron los rasgos faciales. Y, lo que es más importante, de alguna manera consiguió que mis ocasionales visitas por cortesía se convirtieran en una necesidad para mí. En una adicción. En solo dos semanas había logrado someterme y controlarme, y quiso convertirme en alimento fácil. Es lo que sucedió la mañana en que sufrí su ataque por primera vez. Me acosté con él y le di mi sangre, dejé que me mordiera y, oh, Dios... No sentí ningún temor cuando sentí que perdía la vida. Era como... si quisiera dársela.

»Comprendí lo que había hecho conmigo. La mente de los vampiros es mucho más fuerte, igual que su cuerpo, eso ya lo sabe. Pero no puede llegar a hacerse una idea exacta, ni de lejos, de hasta dónde pueden llegar. Debería experimentarlo para comprenderlo: la forma en que me sentí subyugado, atado a sus designios como un vulgar esclavo. La manera en que, día tras día, mi necesidad de él crecía y cómo, aquella mañana, me dejé desangrar sin la más mínima resistencia. Todo eso fue su obra; yo fui su obra, y me di cuenta a solas, en una cama de hospital como esta.

»Su influencia se extingue con el tiempo. Mi recuperación fue lenta y, gracias a ello, pude sacudir el control que ejercía sobre mí. Pero, del mismo modo, ese control es como una semilla plantada y a punto de germinar. Me creí a salvo en casa, pensé que me había librado del falso amor que sentía por él y estaba dispuesto a asesinarlo, pero él vino a buscarme y solo necesité mirarle una vez para sentir que mi determinación volvía a tambalearse.

»De nuevo, consiguió lo que quiso de mí y, lo que es peor, fui yo el que se lo pidió. Fui yo el que, cegado y ajeno a mí mismo, le ordenó que tomara mi sangre y él, por supuesto, lo hizo. Hizo lo que quiso conmigo y luego se durmió, tranquilo y confiado al saber que había logrado su objetivo. Que me había hecho suyo en el sentido más literal de la palabra: mi deseo en esos momentos era vivir por y para él. Convertirme en su único suministro de sangre.

»Por eso le ataqué. Aproveché que dormía, porque sabía que sería incapaz de acabar con él si me miraba a los ojos, y ni siquiera entonces pude lograrlo. Erré, él despertó, luchamos y... de nuevo, trató de asesinarme. Por qué me dejó vivo, sinceramente, no lo sé. Quizá su intención conmigo no haya cambiado; quizá confíe en que no le delate ahora que sabe a qué me dedico, y no iría desencaminado porque, aún ahora, soy incapaz de hacerlo. Hay algo... algo dentro de mí que me lo impide, y sé perfectamente que se trata de esa semilla, de ese poder que es posible que nunca deje de tener sobre mí.

Hasta que me olvide de ti (#LatinoAwards2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora