XI (Parte 1)

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HASTA QUE ME OLVIDE DE TI
Por Ami Mercury



XI (parte 1)

Niels se mordía el labio con indecisión. Hacía un rato que observaba el local de Viktor desde lejos, pero no encontraba el momento de acercarse. Sus reticencias eran fruto ya no de la desconfianza que, con el transcurso de las horas, había desaparecido casi del todo, sino del miedo. Le asustaba todo aquello que podría descubrir gracias a él, y es que estaba convencido de que nada sería igual a partir de ese día.

Esa misma mañana, tras despedirse, había deambulado un rato más por el vecindario hasta sentir que apenas podía levantar el peso de sus propias piernas. El tiempo había acompañado hasta cierto punto: unas nubes densas apenas habían dejado que la luz del sol asomara, pero seguía alumbrando y, por tanto, arrebatándole la energía. Al final forzó la puerta de un local abandonado y se acurrucó al fondo, entre un buen montón de antiguos panfletos de propaganda, excrementos de rata y muchísimo polvo acumulado. Allí logró conciliar el sueño y descansar algo menos de lo que le hubiera gustado, pero lo suficiente en todo caso. Se despertó con el tiempo justo de volver hasta donde debía encontrarse con Viktor.

No le extrañó verle esperándole en la puerta. Pasaban algunos minutos de las siete y su ex empezaba a impacientarse, pero Niels prefirió esperar un poco más y, de paso, observar la situación.

Había otro hombre con él. Más alto y muy maquillado, daba la sensación de estar muy compenetrado con Viktor, por lo que Niels imaginó que se trataba de Sigurd, su novio. De las chicas sospechosas que por la mañana habían visitado el establecimiento no quedaba ni el recuerdo, y nadie que pasara por allí se detenía un solo segundo ante la pareja. Si de veras Viktor estaba bajo vigilancia, tal y como le asegurara Olsen, en esos momentos no lo parecía en absoluto.

Escudriñó sus rostros desde la esquina tras la que se ocultaba y buscó en ellos algún rastro de tensión o nerviosismo que no encontró. Al contrario: la sonrisa de Viktor era tal y como la recordaba y Sigurd le inspiraba confianza. Parecía un buen tipo.

A las siete y cuarto, con un mohín de decepción, Viktor meneó la cabeza, le cogió el brazo a su pareja con suavidad y comenzó a caminar en la dirección opuesta a Niels. Este no tuvo más remedio que tomar una decisión de una vez por todas y eligió arriesgarse. Solo esperaba no tener que arrepentirse luego. Con un trote ligero, logró alcanzarles en pocos segundos.

—Siento el retraso —dijo a su espalda.

Sigurd, sobresaltado, dio un respingo y lanzó un grito agudo al aire mientras que Viktor se limitó a girarse: él sí había reparado en su presencia antes de que hablara.

—¿Eres un ninja o qué te pasa? —se burló. Niels rio nervioso—. Creíamos que ya no vendrías.

—Sí, lo siento. La verdad es que... no estaba seguro.

—Pues me alegro de que te hayas decidido. Mira, te presento a Sig; Sig, este es Niels.

Niels fue a estrecharle la mano, pero Sigurd la esquivó y le dio un abrazo. Fue entonces cuando lo notó: era humano. No había caído en la cuenta hasta ese momento y, por alguna razón, había dado por hecho que se trataba de un vampiro, pero la calidez de su piel y el olor que desprendía eran, sin duda, los de un humano. Lo primero que se preguntó, por supuesto, era si acaso conocería qué era Viktor en realidad.

—Encantado —saludó al cortar el abrazo—, Viktor me ha hablado de ti.

—Ah, ¿sí? Nada malo, espero.

Hasta que me olvide de ti (#LatinoAwards2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora