Nora siempre tenía todo bajo control, excepto cuando Alejandro aparecía, la joven perdía el mando de su vida, perdía la razón cuando él se encontraba cerca. Alejandro pasaba por ese mismo estado, el de perder el juicio al ver a su Nora Grace, tan guapa y deslumbrante como la primera vez que la vio. Aquel día en aquella fiesta, le dejó claro que con ella no se metía nadie, y solo bastó que le cerrara la boca para darse cuenta qué ella era la chica perfecta, era la chica con la que quería estar. Cuánto más le rechazaba, más se interesaba por ella, hasta que un día cometió la mayor locura de todas, irse con Inés a Cullera y empezar algo con la que antes era su amiga. Alejandro sabía que Nora iba a sufrir, pero en el fondo quería que tuviera un mejor partido en su vida, él mismo sabía que era poca cosa para la joven Grace.
Antes de que Nora bajara, Alejandro dejó los libros en una esquina de la escalera, la agarró del brazo y sus ojos volvieron a chocar, como tantas veces lo habían hecho ya.
- ¿Qué haces? - Quería decirte que lo siento - De nuevo no Alejandro... - Siento haber sido tan capullo, de verdad - Lo sientas o no, nunca dejarás de ser tú - ¿Eso qué quiere decir? - Interpretalo como quieras, tengo clase y me tengo que ir
Nora miró a Alejandro por última vez y se marchó, no quería estar cerca de él, cuanto más se acercaba, más daño se hacía a sí misma. Nunca se habían besado, ni habían pasado más de una hora solos, pero lo que sentían ambos era más intenso que cualquier historia de amor, de esas de las películas americanas. Nora era rebelde y cabezota, Alejandro era inmaduro y bastante hiriente, pero cuando estaban cerca el uno del otro, todos sus defectos pasaban a un menor plano. A veces sólo hay que mirar al costado, porque tal vez es donde uno encuentra a esa persona que le hace ser uno mismo, o al menos eso le ocurría a Alejandro. Sabía que Nora estaba allí, esperándole pero que por su culpa no podrían estar juntos, porque no quería hacer sufrir a Inés, que ya bastante mal se lo había echo pasar su ex Jorge y su amiga Eva, así que esta vez le tocaba comerse su orgullo y no herir a nadie más, ya había roto suficientes corazones y el que más le dolía haber destrozado, era el de ella, el de su querida y amada Nora Grace.
Lunes 15:30
Alejandro acababa de llegar a casa, después de un día duro en el instituto, lo único que le mantenía con vitalidad era jugar una partida de FIFA, no había cosa que le apasionara en el mundo como el fútbol y las motos. De repente un recuerdo invadió sus pensamientos, 1 de enero de 2019, ella con un vestido negro precioso y él en traje subido a su moto, la oportunidad perfecta para conocerse mejor.
1 de enero 2019//
Alejandro no sabía sí hacía bien o no en ir a buscar a Nora, pero no podía soportar la idea de no verla hasta que empezaran de nuevo las clases, solo estaría una semana sin verla pero a Alejandro eso le parecía una eternidad. Tras terminar la fiesta, se despidió de Cristian, Lara e Inés y se dirigió hasta una de las calles más cercanas donde se encontraba el local del cotillón de Nora y compañía. Sabía que a las 6:00 cerraban el local y estaba seguro que tarde o temprano iban a encontrarse. Pero no tuvo que esperar mucho, pues por una de las calles principales del centro, apareció la joven caminando a paso lento, mirando a ambos lados rezando para no encontrarse con ningún maleante que la quisiera hacer daño. Al ver que una persona se paraba en frente de ella, sintió un poco de inseguridad, pero en cuanto Alejandro se quitó el casco de la moto, su miedo despareció.
- ¿Te llevo?
- ¿Vas a seguir insistiendo en que salga contigo? Pensé que tus propósitos de año nuevo habrían cambiado Álex
- Y yo pensé que dejarías de llamarme Álex, ya ves Nora, hay cosas que nunca cambian...
- Ya ves que no Álex, no te preocupes pillaré un taxi
- ¿Teniendo aquí a tu motero personal, vas a irte en taxi? Que mal me parece eso
- Me da igual lo que te parezca, yo iba muy tranquila por la calle hasta que apareciste
- ¿Segura? Yo diría que estabas bien paranoica, pensando que alguien te podía hacer algo malo
- Déjame tranquila en serio, no sigas haciendo esto
- ¿Hacer el qué? Nora porfavor tienes la oportunidad de irte con un chico tan maravilloso como yo en moto, y que te deje en la puerta de casa como una reina y tú te niegas...
- Te detesto te lo digo de verdad
- Yo no estaría tan seguro de eso
- ¿Por qué no?
- Te gusto y se nota, sino te gustara habrías accedido a irte conmigo en moto
- Vale pues para que veas como no me gustas, accedo a que me lleves a casa
- Genial, al final era más fácil no negarse
- Venga vámonos
Nora se colocó en la parte trasera de la moto, agarrándose con fuerza del abdomen de Alejandro, al llegar al portal de su casa esta le hizo una señal y el chico frenó.
- Gracias por traerme. Por cierto feliz 2019
- Siempre que lo necesites, aquí voy a estar. Feliz 2019 para ti también
- Hasta dentro de una semana Álex
- Hasta dentro de una semana Nora
Nora se despidió de Alejandro con un beso en la mejilla y este se ruborizó. Nada más llegar a su habitación pudo sentir como sus mejillas ardían y su corazón latía a mil, antes de irse a dormir, decidió mandarle un mensaje.
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Fin del capítulo. A partir de ahora la historia incluirá capturas de pantalla de WhatsApp y de Instagram, creo que es una manera muy innovadora de hacer una historia.
