¿Qué soy para ti? //Skam España - Norandro//

Una escena de película

Viernes 17:20

La calle estaba repleta de gente, Gran Vía recibía a mediados de julio constantemente turistas de muchos países extranjeros, y de otras zonas de España.
Nora caminaba al lado de Alejandro, no iban de la mano pero en el ambiente se podía notar la complicidad entre ambos.

- ¿Otra vez vamos a entrar? - preguntó Alejandro desesperado, odiaba ir de compras pero solo por ella lo hacía.

- Si quieres entro yo, es que al final sí que quiero comprar la chaqueta vaquera

- Te espero fuera, no te tardes mucho porque la película empieza en media hora - dijo Alejandro.

Nora entró como un rayo por la puerta de Pull & Bear, en busca de su chaqueta. Mientras buscaba desesperadamente la prenda, chocó con alguien. Esa persona la miró, ella en cambio bajó la mirada, no quería saber nada de él.

- Perdona Nora, no te vi

- Da igual - dijo la de Estados Unidos, queriéndose marchar hacia los probadores.

- ¿Cómo estás? Hace una semana que no te veo, ¿Todo bien?

Nora miró a Santiago, pero lo único que salió de su boca fue un "me va bien". No había palabras de afecto para él.

- Me imagino que estás algo molesta

- Tengo que irme. Adiós - dijo la de Estados Unidos con brusquedad.

Nora se marchó hacia la zona de la ropa Denim, y cuando se hizo con la chaqueta, se acercó al mostrador para pagar la prenda. Tras salir de la tienda, sintió una impotencia terrible pero no quería que Alejandro se diera cuenta de ello.

- Venga tía que te tardas la vida

- Bueno que ya vamos - dijo Nora con enfado.

- ¿Qué te ha pasado?

- Nada que he discutido con una persona, porque ambas queríamos la misma chaqueta. - dijo intentando ocultar la verdad, no quería más dramas.

- Pues me alegro que te la llevaras tú, a ti te queda mejor- dijo Alejandro con tono pícaro. Pero venga vamos al cine - dijo el joven arrastrando a la joven hasta Cines Callao.

Nora y Alejandro marcharon dirección a los cines Callao. Iban a ver el Rey León, Nora estaba muy emocionada, era su película favorita desde que era una niña, y poder compartirla con el chico que le gustaba, era todo un sueño. Todavía no sabían muy bien que eran, pero las etiquetas no formaban parte de ambos.

- Oye Nora, ¿Qué te dijo el gilipollas de Lindez? - preguntó el pijo de la moto, mientras compraba dos cajas de palomitas dulces y un refresco grande para dos.

- ¿Santiago? ¿Qué dices Álex?

- Eso mismo, joder que lo he visto salir de la tienda y enseguida he sabido que la persona que te hizo ponerte así, había sido él. No te creas que soy tonto, que haya suspendido inglés dos veces no significa que lo sea

- No me ha dicho gran cosa. Que tal estaba y poco más

- Lo mejor es que yo...

- Mira no, paso de movidas. Bastante tengo ya encima como para que venga don Alejandro Beltrán a hacer de héroe. Sabes que siempre me las he arreglado sola - dijo la joven interrumpiendo al joven, se imaginaba lo que saldría de su boca y lo quería frenar cuanto antes.

- Lo sé Grace, pero ese tío está pirado, yo que tú tendría cuidado. Mientras esté yo a tu lado, no te va a pasar nada - dijo Alejandro con tono heroico.