Dacrifília

Capitulo 12: Maldita Alicia

ALBA POV

Tenía que reconocer que Alicia me ponía un poco nerviosa. Llevaba unos short altos y esa sudadera que había mencionado era de su mejor amiga, su melena ondulada, larguísima y pelirroja descansaba entre su espalda y tu pecho, casi le llegaba al culo, y en los pies llevaba unos calcetines por encima del tobillo y unas vans negras. Tenía un estilo que me llamaba peculiarmente la atención, y siempre me había parecido muy skater a la par que atractivo.

Caminabamos en una dirección que desconocía, como casi todo lo que no fuese la calle que cogía de camino a casa.

-Casi no nos ha dado tiempo a hablar Alba.

-Es mi segundo día Alicia, ni siquiera he conseguido aún aprenderme todos vuestros nombres. -rebatí, pues era cierto que el primer diá habia salido pitando al acabar con la intención de descansar para hacer cosas en casa al día siguiente, y que hoy había llegado con la hora en el culo, así que el intercambio escaso de palabras había cosistido en un saludo y algún que otro favor en el turno de trabajo.-

-El mío si. -murmuró mientras me miraba expulsando el humo de su cigarro, tendiendome el mechero, el mío se había apagado.

-Eres la primera sonrisa que me encontré al llegar. -volví a encender el cigarrillo, devolviéndoselo.- Lo que odio del tabaco de liar es que se apaga rápido.

-Fumas muy despacio.

-Fumo poco, cuando lo hago lo disfruto.

-¿Que más cosas haces poco que disfrutes? -su comentario me pilló por sorpresa, pero a estas alturas sabía encajar este tipo de cosas.-

-¿Esperas que te hable de mi vida sexual tan pronto? -solté sin pensar.-

-Yo no te he preguntado por tu vida sexual, pero es una pena que folles poco. -me sonrojé hasta la raiz y casi de inmediato al notar el tono burlón de su voz, realmente no había dicho nada de sexo y yo acababa de soltarle la bomba de que estaba a dos velitas desde.. ¿cuado? Al menos tres meses.-

-Canto poco, pero lo disfruto muchísimo. -intenté desviar la conversación, tirando la colilla unos metros por delante para pisarla al llegar, continuábamos caminando en dirección recta.-

-Ojalá yo supiendo hacer algo más que no sea servir mesas. -giró sus paso al tiempo que su cabeza indicandome el nuevo camino, podía ver que estabamos cerca de la giralda.- Es mi segundo año de bellas artes, pero lo llevo como el culo.

-¿Enserio? Oye, si necesitas ayuda en lo que sea, yo acabé el año pasado. Tampoco es que sea buenísima en nada, pero... -me encojí de hombros con una sonrisa sincera- que eso, que puedo intentar echarte una mano en lo que quieras.

-¡Presiento que este año me va a ir mejor! -observo que se acerca un poco más y atrapa mi mano para tirar de mí en otra dirección, pero a pesar de que ya estamos posicionadas hacia donde vamos no me suelta, tampoco es que me moleste, así que acaricio con mi pulgar sus dedos entre los míos.- ¿Puedo hacerte una pregunta personal, Alba?

-Ehm... ¿puedo negarme a responderla? -al verla negar volví a sonreir, esta muchacha definitivamente me iba a caer muy pero que muy bien.-

-¿Te gustan las mujeres?

Su pregunta me pilla un poco por sorpresa, no me esperaba que fuese a decirme eso, quizá cualquier otra cosa relacionada con el tema de la carrera o algo parecido, pero no que fuese a preguntarme por mi sexualidad. El hecho de que lo haga me da a entender finalmente que se ha fijado en mí y en definitiva, que lleva tirandome fichas desde que llegué, practicamente como yo a ella pero con algo más de sutileza. Ser nueva en el restaurante me daba un poco margen con respecto a las relaciones personales, pero no estaba segura de si tener algo con Alicia iba a beneficiarme. Yo tenía muy claras mis prioridades y en ese momento mi intención era centrarme en los estudios, en que no me faltase un duro para mis obras/caprichos y para vivir a gusto y en pasarmelo bien. Pasarmelo bien y disfrutar incluía el conocer gente nueva, gente que me aportase, que realmente me fuese a beneficiar de alguna otra forma que no fuese sexual, aunque que quede patente, no iba a negarme a echar un buen polvo.