Capítulo 6

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Gabriele Patterson.
14 de Abril, Martes. 13.40.
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Recojo todos los productos, saco la llave de la sala de limpieza y la cierro. Giro chocando con el señor Oviedo golpeandome nuevamente en el morado del brazo y alzo la voz quejandome.
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-Cada vez que se choca conmigo le hago algo. -bromea.
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Sonrio amargadamente, miro hacia otro lado y él mete la mano en el bolsillo.
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-Tome, esto por el morado y un pequeño adelanto por el favor. -dice mostrando un billete de cincuenta.
-El morado no es nada y ya me pagará, no me debe nada por un simple moratón. -digo dulce.
-Cogalo, estoy seguro que le hace más falta que a mi. -insiste.
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Le miro preocupada, él alza las cejas y cedo agarrando los billetes.
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-Antes escapó de mi. -susurra.
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Mi corazón comienza a acelerarse y aparto la mirada nerviosa.
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-Necesito su consentimiento. -murmura.
-¿Por qué lo quiere? -pregunto.
-No voy a tocarla si no quiere. -susurra.
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Miro a mi lujoso alrededor, lo miro a él, con su traje con americana y su corbata, bajo la mirada observandome, tan pobre, estupida...¿Qué hago hablando con él?
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-Debo marcharme. -respondo.
-Paso por usted a las nueve ¿le parece bien? -pregunta.
-¿Usted? -pregunto.
-La tengo que llevar a casa. -dice obvio.
~
Asiento, salgo de ahí y cojo aire relajandome ¿qué quiere este hombre?
°
1.00
Necesito su consentimiento, no voy a tocarla si no quiere, no paro de pensar en usted... Malditas frases. Llevan en mi cabeza desde que me arropé en estas sábanas subiendo el ardor en mi vientre ¿por qué me habla de esa manera tan sexy y tan caliente? Ese hombre excita a cualquier mujer.
Mi mano se deliza por todo mi abdomen bajando a mi sexo, masajeo mi clítoris recordando esas profundas palabras y muerdo mi labio introduciendo dos dedos en mi interior.
Mi espalda se arquea, mi labios gimen y mi cabeza está imaginandose al señor Oviedo, aqui, con sus labios en mi sexo masturbandome y diciéndome esas frases tan ardientes. Puedo sentir su lengua en mi interior y sus manos sostenerme las nalgas mientras gimo su nombre.
La corriemte electrica explota, mi espalda cae sobre el colchón y cierro los ojos ¿me acabo de masturbar pensando en él?

Para pasar el ratoWhere stories live. Discover now