Para pasar el rato

Capítulo 60

Gabrielle Patterson.
29 de Septiembre, Jueves. 12.00
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Ignoro lo dicho por evitar peleas pero sé que la cosa no va a quedar aqui.
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-La bebé, tiene fienre y está tosiendo mucho. -explico.
-Joder. -protesta.
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Se gira diciendole a la secretaria que se marcha, anulando todo y, tras montarnos en su coche, conduce directo al hospital, nisiquiera piensa el pasarse por el centro de salud.
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-La última vez que enfermó explicaron que a la minima la llevara al hospital, como la ingresen... -suspira.
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Entramos en el hospital privado, la mujer, tras explicarle todo y ver la ficha, la pasa a consulta.
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-No vamos a ingresarla. -anuncia tras revisarla.
-Mami. -protesta mientras su padre la viste tras la revisión.
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Acabo vistiendola yo mientras Jesus atiende a las explicaciones.
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-Mi hija a dejado la guardería y tomamos todos sus cuidados muy seriamente, es imposible que caiga mala. -protesta.
-La mejoría de Nicolle es lenta, señor. -explica.
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La cojo entre mis brazos, ella tose y me abraza cansada.
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21.30
Dejo a la bebé jugando un rato antes de llevarla a la cama, me acerco al baño y me asomo por la línea que ha dejado la puerta abierta.
Sacude su tupé, frota sus ojos y mira por el espejo pillandome aquí, mirandole pese que mi enfado con él se nota a kilómetros.
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-Veo a una nena un tanto curiosa. -me mira desde el reflejo.
-Vete a la mierda. -ataco.
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Hago el intento de salir de ahí, me agarra del brazo y coje aire.
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-Cariño, perdón joder. -dice.
-Sabías que iba con tu hija porque estaba enferma y tienes la cara de preguntarme por él ¿no confias en mi? -pregunto.
-Joder, siempre he confiado en ti, eres mi novia. -asegura.
-Soy tu amante Oviedo, tu amante y al parecer esto va más allá que el sexo. -reprocho.
-Que sea tu amo en el sexo y después sea un celoso no tiene nada que ver. -advierte.
-Es un simple profesor, no me atrae, no me gusta nada él, joder, a él no es a quien amo. -protesto.
-¿Me amas? -pregunta bajando el tono.
-¿A estas alturas dudas eso? -pregunta.
-No sueles decirlo. -murmura.
-Pues sí, Jesus, te amo como jamás he amado a nadie. -confieso.
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Agarra mi mano, me aparto y suspira.
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-Aprenderás a controlar los celos. -susurro.
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Llaman a la puerta y al abrir me sorprendo.
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-Vaya, la zorra pelirroja. -dice saqueada.
-Señora Pilar. -digo con respeto.
-Largo de mi casa. -ataca Jesús con tan solo un pantalón.