Para pasar el rato

Capítulo 12

Jesus Oviedo.
15 de Abril, Jueves. 8.30.
°
Observo los papeles chequeando que el comercial haya redactado todo correctamente mientras rasco la poca barba que tengo sobre mi mentón y me sorprendo cuando la puerta se abre viendola con todo los productos de limpieza.
~
-Disculpe señor, pensaba que se había marchado ya. -dice nerviosa.
-Pase, haga su trabajo, no importa. -digo seguro.
-No señor, trabaje tranquilo. -dice dulce.
~
Me rio negando, ella comienza a limpiar mis estanterías y me hace soltar los papeles centrándome en ella, su cuerpo y su fragil rostro.
Llamo a la secretaria desde mi teléfono de oficina.
~
-Señor Oviedo, me marcho ya.
-Busqueme mañana en el hotel de siempre una habitación, la más glamurosa, para dos y que tenga una buena cama. -digo.
-¿Para cuando? -pregunta.
-Sábado a Viernes. -ordeno.
~
Cuelgo, ella me mira de reojo mientras me quito la americana y tras mirar el reloj me doy cuenta que solo quedamos ella y yo en la sede.
~
-Me alegra que vaya a pasar la noche con su esposa. -me rio.
~
La giro pegandola al mueble acorralandola con mi cadera y ella deja caer su trapo nerviosa.
~
-Esa noche es para los dos. -murmuro.
~
Ella niega apartandome, se agacha cocgiendo su trapo y la miro.
~
-Buena broma señor. -dice totalmente seria.
-¿Broma? Te dije que quería hacerlo en una cama y hacertelo en condiciones. -me acerco.
-No, yo no voy a sitios lujosos. -dice seria mientras continúa limpiando.
-Te verías hermosa en sobre ese caro colchón. -dice sonriendo.
-Señor llevese a sus adineradas empleadas, a prostituta o a su esposa pero a una simple limpiadora no, no caiga tan bajo. -dice seria.
-No se menosprecie. -digo.
-Voy a limpiar otro despacho. -asegura.
-Marchese a casa, descanse que es tarde. -digo serio.
~
Ella niega, sale de mi despacho y me sirvo un whisky ñara después sentarme en mi sillón ¿qué tiene esa pelirroja que me llama tanto? ¿Por qué me preocupa tanto su manera de pensar?