Capítulo 29

18.6K 725 8
                                    

Gabrielle Patterson.
20 de Abril, Jueves. 19.40.
°
Su pregunta me humedece mucho más mientras su labios se dedican a volverme loca.
~
-Sí, siempre estaré dispuesta a ti. -susurro.
-Vamos a empezar a poner normas aqui. -se pone en pie.
-¿Qué? -pregunto desconcertada.
-Me llamarás señor o amo cada vez que lo hagamos y obedeceras todo lo que te diga. -susurra sacando una botella de champán de la nevera.
-¿Todo esto por qué? -pregunto.
~
Sirve dos copas, me da una quedando de pie frente los pies de la cama.
~
-Siempre tube unos gustos... Peculiares, gustos que rara vez he podido saciar. -explica.
-¿Por qué? Eres muy atractivo y tienes a muchas mujeres detrás. -le hago reir amargadamente.
-Querer hacer a una mujer tu sumisa no le sienta bien a todas, tampoco quería con todas, mi esposa... Bueno, de esa mujer mejor no comento nada y yo no quería que las otras chicas llegarán mas allá que un simple polvo. -comenta mirado la pequeña ventana.
~
Me levanto abrazandolo por la espalda, escucho su sonrisa y desliza sus dedos por mis brazos.
~
-Quiero probarlo. -susurro.
~
Se gira, bebo de la copa y sostiene mi rostro.
~
-Empezaremos poco a poco ¿sí? -deliza su mano por mi cuello.
-Sí. -miro sus ojos.
~
Me besa de tal manera que hace caer las copas al suelo, me coge tal y como cogerían a una princesa dejándome sobre la cama y se acerca a un cajón sacando de ahí unas esposas junto a una venda de los ojos.
~
-Señor... -lo miro.
-Relajese. -muerde su labio.
~
Me esposa al cabecero tras quitar mi sosten, observo sus labios juguetear con los mios hasta que me censura la visión con unas vendas.
Sus labios masajean mis senos, los muerde, lamen y absorben a su antojo. Mis piernas se contraen con la intención de saciar el corazón que tengo ahí, palpitando y mojando cada rincón de mi feminidad.
~
-Las piernas separadas. -ordena.
~
Sus labios sueltan mis pechos dando paso a mi entrepierna.
Sus labios se mojan en mi humedad haciendo que muerda, noto como los acaricia dejando un suave mordisco en mi clítoris.
~
-¿De quién es esta humedad? -pregunta.
-De mi amo. -respondo.
~
Su lengua entra en mi feminidad haciendo que tire de las esposas, mis labios se abren y mis ojos se cierran dandole un mayor aumento a la oscuridad que ya tenía.
~
-Ahí señor, justo ahí. -gimo.
~
Continúa torturandome donde le indico y mi espalda se arquea sintiendo algo que jamás sentí; es una mezcla de amor, pasión, lujuria y excitación que me hace gritar, moverme y decir cosas que jamás pensé que llegaria a decir o hacer.
Mojo sus labios en mi más placentero climax, sube a mi cuello y se mezcla con mis labios con mucha más suavidad.
~
-¿Estas bien, mi muñeca? -murmura, mi Jesus, no mi amo.
-Sí cariño, estoy genial. -respondo.

Para pasar el ratoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن