Capítulo 33

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Jesus Oviedo.
24 de Abril, Lunes. 9.15.
°
Ella me mira, agarra mi mejilla y sonrio.
~
-Necesito hablar contigo. -digo serio.
-¿Qué pasa? -pregunta asustada.
~
Se sienta delante de mi mesa mientras yo me siento en el sillón, me mira y agarro su mano sobre la mesa.
~
-He visto que te cuesta llegar a fin de mes. -susurro
-Llego bien cariño. -miente.
-He leído tu cuenta bancaria, se que tiene muchas deudas y que no puedes llegar a fin de mes. -digo haciendo que suelte su mano de la mía.
-No tienes que leer mis datos ¿como has entrado? -pregunta.
-Tengo contactos y... -me calla.
-No eres nadie para meterte en mi cuenta bancaria y mirar que dinero, deudas o gastos tengo. -dice seria.
-Solo quiero ayudarte, dejame llevarte los pagos, pagarte todo lo que necesites. -insisto.
-Llevo así años, le ruego que no se meta en mis problemas económicos. -dice seria.
-Tuteame muñeca. -me pongo en pie.
~
Me aproximo junto su silla y me pongo en cuclillas para poder mirarla mejor.
~
-Me he enamorado de ti Gabrielle. -susurra.
-Yo también te amo Jesus, pero las cosas no son así. -dice dolida.
~
Se pone en pie, agarro su brazo y suspira.
~
-Pasate por mi despacho antes de marcharte, por favor. -susurro.
-Hasta mañana. -dice.
°
21.00
Froto mis ojos tras todo el día trabajando, salgo de mi despacho y la veo guardar las cosas dentro del cuarto de la limpieza. Se gira cerrando la puerta y me mira.
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-Señor Oviedo. -saluda.
~
Agarro su brazo, miro alrededor y sostengo su mejilla.
~
-¿Puedo invitarte a cenar? -pregunto.
-Estoy cansada, mañana madrugo también, voy a casa. -dice esquivandome.
-Nena porfavor. -insisto.
~
Me acerco a ella chocando en la pared del pasillo y me pego a su cuerpo colocando mis labios sobre su oreja.
~
-Es la primer vez que siento esto, dame tiempo a cogerle las riendas a mi corazón. -murmuro.
-Este no es un buen lugar para que estemos así. -susurra.
-Ven a mi coche, quiero besarte. -digo en voz muy baja.
~
Agarro su brazo y salimos de la sede, entramos en mi coche y la siento sobre mi besando sus labios con ganas. Mi alma y la suya se entrelazan entre nuestros labios, sus caricias en mi nuca me hacen saber cuanto me ama y su risa a ras de mis labios me hace sentir como jamás me he sentido.
Escucho unos toquecitos en el cristal y me rio al ver a mi hermano haciendo que ella se avergüence.

Para pasar el ratoWhere stories live. Discover now