Para pasar el rato

Capítulo 31

Jesus Oviedo.
20 de Abril, Jueves. 22.00.
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Ella sonrie alzando su rostro, rasca con suavidad la barba de mi mentón y asiente.
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-Sí, has sido la única persona que de ha preocupado por mí en toda mi vida, tal vez seas lo más parecido a un amigo o novio que he tenido jamás. -susurra.
-Conmigo te van a sobrar los demás. -aseguro.
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Ella sonrie cerrando los ojos y el miedo se apodera de mi ¿será capaz de llevar la relación en secreto? No puedo divorciarme de Pilar, ella se quería con mi bebé sin dejarme verla jamás y eso nunca me lo perdonaría.
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-¿Aquí hay comida? -pregunta relajada.
-Sí muñeca. -susurra.
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Se levanta llevandose la sábana con ella dejandome desnudo sobre la cama, se rie y agarro mi boxer de los pies de la cama.
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-Ponte mi camisa. -suplico.
-Estás obsesionado. -bromea.
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Muerdo su labio tras ponerme un pantalón de deporte que tengo en esos armarios y la agarro cuando, tras ponerse sus peculiares bragas, se dirige a la cocina.
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-¡Nena! No. -ordeno.
-Porfavor, quiero cocinarte. -pasa sus brazos por mis hombros.
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Asiento riendo, sirvo un par de copas mientras ella busca algo y comienza a echar harina sobre la encimera tras sacar verduras y queso de la nevera.
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-Para usted. -pongo la copa en la zona no manchada y la abrazo por la espalda con un brazo. -Estar juntos va a ser muy difícil. -susurro.
-No puedo hacerte eso Jesus, mereces a otra. -susurra.
-Eres para mi, creada entera para mi. -beso su mejilla.
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Ella sonrie dulce, mi teléfono suena y suspiro al ver que es mi esposa.
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-¿Que ocurre? -digo al cogerlo.
-¿Te corté el polvo? -pregunta riendo.
-Dejate de estupideces. -reprocho.
-Tu hija está llorando, ven a por ella porque no se que hacer con ese bicho. -protesta.
-¡También es tu hija! -le alzo la voz.
-¡Estás con la zorra que limpia por donde piso! Que bajo caiste. -se rie.
-Voy a por mi bebé. -digo serio.
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Cuelgo, Gabrielle me mira y me abraza.
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-¿Dónde estabas tú cuando necesitaba un abrazo? -pregunto cuando se me saltan las lágrimas.
-Cariño, ve a por tu hija. -susurra secando mis ojos.
-Esta noche era para pedirte que seas mi chica joder, ella siempre está ahi jodiendo todo. -digo frustrado.
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Sonrie acercándose a mis labios y me pega a ella abrazandome por la espalda.
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-Tu chica, tu amante y tu esposa si hace falta. -susurra haciendo que la bese.