Capítulo 12

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Dormirse la segunda vez fue mucho más fácil. Tras un largo suspiro todo se volvió aún más oscuro para Ethan.

Dormir sin soñar no era agradable. Todo era oscuridad y silencio, como si Ethan estuviera en una cueva él solo.
Cuando despertó, por un momento tuvo la esperanza de que Terence le hubiera llevado de vuelta a la cama para descansar, o puede que con un poco de suerte, le hubieran llevado a casa a morir. Desgraciadamente no fue así.

Lo primero que vio al despertar fue la sala donde le hicieron las pruebas la mañana anterior, aquella donde había hecho explotar un ordenador. No sabía que le había pasado, pero se sentía como si le hubieran pegado una paliza. Se pasó las manos por la cara para despejarse y cuando las subió para pasarelas por el pelo, se dio cuenta de que le habían vuelto a poner todos los cables que le habían puesto la mañana anterior.

–Eh, buenos días.– Dijo Vera y apareció a su lado.

Aquel día no se parecía a Lara Croft. Llevaba una camiseta ancha blanca y un pantalón de chándal gris. Llevaba el pelo suelto como si estuviera en su casa, pero parecía que no había dormido mucho.

–Hola.– Dijo con la voz ronca.– ¿Qué ha pasado?

–Dímelo tu.– Se sentó a su lado.– ¿Quieres un poco de agua?

–Preferiría un café.

–Aún no puedes tomar café.

–¿Por qué no?

–¿Qué recuerdos de lo que pasó?

–Pues...– Ethan se aclaró la garganta.– Me desperté en plena noche hecho una mierda, básicamente. Intenté pedir ayuda, pero al verme... Terence se asustó. Empezó a faltarme el aire y él salió corriendo a pedir ayuda. Después nada.– Vera asintió.– ¿Tu sabes algo?

–Creo que tenía razón.– Sonrió un poco.

–¿Razón en que?

Antes de que ella pudiera contestar, alguien tocó la puerta y Vera se levantó a ver quien era. Ethan solo pudo escuchar la voz de Terence, pero en cuanto Vera abrió la puerta del todo, vio que Terence venía acompañado de Yurgen, Mika, Arya y Daniel. Los dos últimos fueron directos a los ordenadores junto a Vera, quién les enseñó varias cosas.

–¿Cómo estás?– Le preguntó Terence. Le miraba como si le diera miedo, igual que la noche anterior.

–Bien, creo. Mejor que anoche.

–¿Pero que te pasó?

–No lo sé.

–¿No lo sabes?– Terence se puso nervioso.– Tío, tu... tus ojos se pusieron raros. Dabas auténtico miedo.

–¿Qué hacéis todos aquí?– Dijo Cory entrando.

–Nosotros trabajar.– Dijo Daniel incluyendo a Arya y a Vera.

–Nosotros venir a ver amigo.

–A mi no me apetecía ir a clase.– Mika sonrió.

–¿Alguien podría decirme que demonios pasó anoche?– Dijo Ethan.

–Vale, pero tenéis que iros todos.

–Y una mierda, Cory. Tu le metiste en mi habitación, y ahora no pienso irme.– Todos se quedaron en silencio.– ¿Qué es Ethan?– Cory se quedó callado un segundo mirando a Vera, y cuando ella asintió decidieron que ya era hora.

–Vale. Vera, conectale.

Vera se acercó a Ethan con una pulsera que le colocó en la muñeca derecha.

–¿Qué es eso?– Preguntó Ethan pero nadie le hizo caso.

–Vale, vamos directos al grano.– Dijo Cory acercándose a una pantalla y tras darle un toque, dos imágenes olograficas aparecieron frente a todos: una de un cerebro normal a la izquierda y otra de un cerebro en desarrollo a la derecha.– La imagen de la izquierda era tu cerebro hace unos días, y la de la derecha es la de tu cerebro ahora.

–¿Por qué son tan diferentes?– Preguntó Mika.

–La de la derecha está en desarrollo de una forma poco convencional.– Dijo Vera.– Ethan, tu capacidad cerebral aumenta por momentos dándote la capacidad de acceder a nuevas zonas de este y aumentar tu inteligencia por momentos.

–¿Puedes explicarlo para... tontos?– Dijo Ethan y Vera se rió.

–Te ha pasado algo... Que te está ayudando a desbloquear nuevos niveles de tu cerebro.

–¿Eso es verdad?– Dijo Daniel mirando a Cory.– Si lo que dice Vera es verdad, podríamos estar ante un momento histórico.

–Eh.– Dijo Ethan mirando su nueva pulsera.– ¿Esto va por batería? Porque creo que le queda un 20%.

–Eso no es la batería.– Aventuró Terence.– Es tu capacidad cerebral.

–Normal ser 10%.

Ethan se quedó sin habla.

–Ethan, creo que la gente que te está buscando tiene razón y que puedes llegar a controlar el 100% de tu capacidad cerebral.– Dijo Vera.

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