Capítulo 27

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Ethan había pasado unos días bastante bien como para estropearlo a ahora. Se levantó con dolor de cabeza y las tripas revueltas a pesar de que la noche anterior había cenado un sándwich vegetal.

Se incorporó un poco en la cama e intentó que la cabeza no le diera vueltas, pero antes de que pudiera fijarse en la hora, tuvo que salir corriendo al baño a vomitar. En ese momento odio que el baño estuviera al final del pasillo. Además, al salir corriendo por la puerta despertó a Terence. Se despertó sobresaltado y vio la puerta abierta, se levantó, aún en pijama y sin zapatillas y fue hasta el baño, donde vio a Ethan salir del baño con cara de haber estado toda la noche de fiesta.

–Tío, ¿a que hora volviste anoche?

–Creo que me sentó mal la cena.

–¿La cena? Parece que vienes de de una discoteca.

–No sé que me ha pasado.– Dijo mientras volvían a la habitación.– Me he despertado fatal.

Terence frunció el ceño y le cogió la muñeca en la que tenía la pulsera de control.

–¿55%? ¿Cuando has subido tanto?– Dijo preocupado.

–No lo sé. Ayer por la tarde tenía solo cincuenta.– Ethan le miró.– ¿Pasa algo?

–Es que... es un porcentaje muy alto, y estas bien. Por qué estas bien, ¿no?

–He vomitado la cena de anoche, pero por lo demás estoy bien.

–Ya, bueno supongo que habrá sido la cena. Este sitio es uno de los peores en los que he reservado nunca.– Dijo Terence echando a andar hacia su cuarto de nuevo.

Ethan se miró la pulsera del porcentaje y se quedó pensando en si el tener el porcentaje tan alto le había hecho vomitar. Esperaba que no, pero entonces vio como las venas debajo de esta se le pusieron negras. Estuvo a punto de desmayarse por eso, pero entonces se volvieron normales de nuevo.

–Ey.– Le llamó Terence.– ¿Vienes? Tengo hambre, me gustaría desayunar.

–Si, si. Ya voy.– Dijo. Decidió no decir nada por el momento. Quedaba poco para llegar a San Francisco y una vez allí, podrían ayudarle. Controlar su capacidad y con un poco de suerte, dejarle como antes.

Después de desayunar, los chicos salieron a dar una vuelta y ver si con aquel nuevo ambiente, Ethan mejoraba algo más sus habilidades.

Durante toda la mañana, Ethan podía sentir como si alguien le estuviera tocando la nuca con la punta de una lanza o algo parecido. Se giraba repetidas veces para ver si alguien les seguía o si estaban a punto de dispararle, pero nunca había nadie y estaba empezando a volverse un pelín paranoico.

–Necesito una.– Le susurró al rato a Vera.

–¿Una que?– Dijo en tono normal.

–¡Sshh! Baja la voz.– Hizo una pausa.– Necesito una jeringuilla.

–¿Quieres drogarte ahora? Ni hablar.

–Vera, por favor. Necesito una. Solo una.

–No voy a dejar que te drogues delante de todos.

–Pues vamos a otra parte, pero necesito una. ¡Ya!

–No, Ethan. Estas bien, puedes aguantar perfectamente.– Zanjó ella para después seguir caminando. Ethan se quedó clavado en el sitio. Sintió un pequeño hormigueo en las manos y al mirarselas, vio que por las venas le corría una sustancia negra como si fueran pequeños gusanos.

–Yo no estoy tan seguro...

Ethan estuvo todo el día preocupado por lo que le pasaba en las venas y con ganas de usar otro calmante, pero Vera no dejaba su mochila por nada del mundo y abrirsela para coger una no quedaría bien.

–Solo tenemos tres horas hasta San Francisco.– Dijo Daniel mientras comían.– ¿Cuando tienes pensado ir?

–Pronto, esta tarde me gustaría hablar con la base para ponerles al corriente de la situación de Ethan y ver si tienen todo listo.

–Genial.– Dijo Arya.– ¿Y tiene que hacerle alguna prueba más?

–Eh... Si. Lo más seguro es que intenten incrementar un poco más su capacidad cerebral. Después, seguramente querrán ver porque él tiene esa capacidad y el resto no.

–¿Y crees que podrán hacer que todos alcanzásemos el mismo nivel que Ethan?– Preguntó Mika.

–Es posible.– Vera sonrió.

–Si yo tener que convertir zombie para ser 100%, no quiere.– Dijo Yurgen mirando a Ethan.

Tan pronto como dijo eso, todo el mundo le miró. Se le había quedado la cara muy pálida, se le habían vuelto los ojos de colores y había empezado a sudar mucho. Respiraba con dificultad y algunas venas de la cara se le estaban volviendo más visibles cuando empezaron a volverse un poco negras, también empezaban a volverse así al rededor de su cuello y brazos.

–Ethan.– Le llamó Terence preocupado.– ¿Puedes hablar? ¿Qué te pasa?

–No lo sé.– Dijo con voz ronca. Cuando habló, toda la gente que estaba allí empezó a fijarse en él como si fuera un enfermo de una enfermedad contagiosa.

–¿Se encuentra bien?– Dijo el encargado acercándose.– ¿Necesita una ambulancia?

–No, solo necesita tomar el aire.– Dijo Vera y todos lo tomaron como una señal para irse, pero cuando Daniel y Yurgen intentaron levantar a Ethan para sacarle de allí, este se cayó al suelo y empezó a jadear como si se estuviera muriendo.

–¡Ese chico necesita un médico!– Gritó una mujer a la vez que el resto se alejaba corriendo.

–¡Esta bien!– Aseguró Arya haciendo uso de todo su poder de convicción.

–Ethan.– Le llamó Vera.– Vamos, Ethan. ¿Puedes oírme?– Ethan no le contestó.

–Tenemos que hacer algo.– Le dijo Terence agachándose frente a ella y junto a su amigo.

–¿Y que quieres que haga?– Ethan comenzó a gritar y a agarrarse la cabeza.

–¡Evitar que se muera!

–¡No se va a morir!– Vera respiró con dificultad.

–¿A no? Mira esto.– Dijo enseñándole la pulsera de Ethan, que subía de porcentaje más rápido que el gas de un refresco.– Es imposible que sobreviva a esto.

–Sí si no está consciente.

–¿Pero que dices?

Vera rebuscó en su mochila y sacó una de las jeringuillas. Terence no hacía más que preguntarle que era eso, pero ella le ignoró completamente y se lo inyectó a Ethan en brazo. Él dejó de gritar cuando hizo efecto y se quedó tirado en el suelo inconsciente.

–¿¡Are you fucking crazy!?– Le gritó Terence enfadado.– ¿¡Que le has hecho!?

–¡Salvarle la vida! Lo que me has pedido.

–¿Qué le has chutado?

–¿Qué tal si discutís en otro sitio y nos vamos antes de que venga la policía y las ambulancias?– Les sugirió Mika.

Agar vah mar gaya, to main kasam khaata hoon ki main tumhen maar daaloonga.Dijo Terence mientras que con la ayuda de Yurgen, cogían el cuerpo de Ethan y salían todos de allí.

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