Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]

Capitulo 18.

Al darse cuenta, habían aparecido fuera de la cueva, estaba amaneciendo y la luz del sol demostró que los Merudians estaban algo lastimados, tal vez y al enfrentarse a esas criaturas que les causaron ciertas molestias, Midas se paraba con una sonrisa, yendo hacia Destiny.

—Así que lo has hecho —dice el hombre, tomándola del cuello, haciendo a Zander sobresaltar, sus ojos se volvieron en ese azul eléctrico, que desprendían rayos, mientras sus manos se convirtieron en garras, agarro al hombre del que sostenía a la chica.

—Tranquilo, Zane —dijo Destiny con una sonrisa.

Agarrando al hombre de su brazo, le apretaba con suficiente fuerza, para hacerlo quejar, luego agarro impulso, para meter una patada en el abdomen, este salía despedido, con la chica todavía sostenida del cuello, esta presiono su brazo escuchando los huesos del hombre crujir, y le enterraba en el suelo, levantando una gran cantidad de polvo, pero generando un cráter de en el suelo.

Sus sentidos habían incrementado más, que pudo generar justo a tiempo una densa pared de fuego, deteniendo a los Merudian por atacar, uno de ellos, que había sido engullido por el fuego, paso por él, se había quemado gran parte del cuerpo con tal de poder aprisionarla, pero siéndole tan fácil de darle impulso y fuerza con el aire, le daba una patada, haciéndolo estrellar y atravesar unos cuantos árboles.

Atacada por la espada, fue tomada nuevamente por el hombre Midas, dándole un golpe en el rostro, y hundiéndola en el suelo, intento darle el golpe final, pero Destiny tan solo extendió su mano para crear una enorme llamarada de fuego, luego dando otra patada, que hizo aterrizar en la casona Rutherford.

Con las manos apuntando hacia atrás, generaba dos grandes llamaradas, calcinando a sus otros dos atacantes, aunque la mujer a pesar de poder burlar a la chica, haciéndole creer que en verdad le había echo daño, le lanzo una clase de disparo, que le hizo retroceder, luego con la mujer intentando acertar un golpe, se dio cuenta que la chica esquivaba sin esfuerzos cada uno de sus golpes.

—¡¿Qué sucede contigo?! —le preguntaba estresada.

—Estas un poco débil —le aclaraba, agachándose para evadir su patada alta, luego con su mano en palma, le sacaba por completo el aire, luego sus dos palmadas hicieron a la mujer quedar con los ojos casi en blanco—, tu nivel de magia no esta tan alto, por lo que... —sosteniendo su cuerpo consciente—, dejare nuestro encuentro para otra ocasión —dejo el cuerpo de la mujer caer, dándole la espalda y caminando en dirección a donde escuchaba el tumulto—, y poder quedarme con tu libro, que se ve sumamente interesante.

Destiny se apresuro a llegar a la casa de los Rutherford, el jaleo y el rudio crecía, sus oídos se inundaban de gritos, al igual que escuchaba un ayuda despesperado.

—Denme algo para huir, ahora —ordenaba con su voz ronca Midas, teniendo a la señora de la casa, y contra ella tenia un espada generada por su magia de las auras, este aplicaba cada vez mas fuerza.

—Deje a mi esposa, por favor —suplicaba el hombre, mirando a su mujer para que se tranquilicé, este alcanzaba su varita que tenia entre sus botas, pero Midas se dio cuenta e iba a tomar represalias por intentar hacerse el valiente.

Estaba listo para degollar a la mujer, pero Destiny había llegado justo a tiempo, para zafar a la mujer del agarre del hombre de las auras, este miraba horrorizado a la chica, quien alcanzaba a ver como su aura mágica incremento, era tan descomunal y terrorífico de ver, como los diferentes colores del aura la conformaban, esta era enorme y sus auras oscuras y luminosas, tenían una mirada deseosa de matarlo. Intento herir nuevamente a la chica, salvo que esta detuvo su mano, sus dedos comenzaron a sonar.

—Te perdonare la vida, porque tu mismo me perdonaste un par de veces...

No supo si sentirse aliviado, pero luego sentía su cuerpo arder, quería desgarrarse la piel, este miraba a la chica que se levantaba, sus ojos platas eran tan gélidos, que no se inmutaban por verlo enloquecer hasta que su brazo explotaba.