Capitulo 47. The Fearless Golden Girl

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El chico se intentó acercar a la chica, pero esta inmediatamente se apartaba, llena de lagrimas en el rostro.

—Necesito estar sola —sentenciaba la casi pelirroja, haciendo distancia entre ellos.

—Lo siento, Des.

—Que bueno que sientas, Warrick —decía casi sin voz—, porque yo no sé, ni que sentir o como me debería sentir.

La chica retrocedió, y corrió a todo prisa, con las lágrimas nublándole la vista, entraba por el hueco del retrato, con las palabras de la señora Gorda, intentando saber su situación, pero se apresuro a decir la contraseña, como entrar al dormitorio, donde Hermione se encontraba ya vestida para dormir, aunque fue a la primera que abrazó.

—Rompió conmigo —le confesó llorando.

~*~

Destiny estaba algo herida, como para salir del dormitorio, por lo que se iba a saltar la primera, suponía que en que corrió, todo mundo sabría que corto con Warrick, más bien, el corto con ella, y seguía sin entender sus razones para cortar con ella, dejo sumirse una vez más en el sueño.

Mientras en la clase de Encantamientos, Harry, agotado pero muy satisfecho de la última clase particular con Dumbledore (y después de hacerles el hechizo muffliato a los que tenía más cerca), les explicó a Ron y Hermione lo que había sucedido. Sus dos amigos se mostraron muy impresionados por la manera como le había sonsacado el recuerdo a Slughorn y se sintieron sobrecogidos cuando les habló de los Horrocruxes de Voldemort y les contó que Dumbledore había prometido llevarlo con él si encontraba otro de éstos.

—¡Uau! —exclamó Ron embelesado, mientras agitaba distraídamente su varita apuntando al techo sin prestar la menor atención—. ¡Uau! Vas a ir con Dumbledore... para destruir... ¡Uau!

—Ron, estás provocando que nieve —le advirtió Hermione con paciencia, y le desvió la varita para que dejara de apuntar al techo, del que empezaban a caer unos gruesos y blancos copos. Lavender Brown, que tenía los ojos enrojecidos, fulminó con la mirada a Hermione desde una mesa cercana, y ésta soltó el brazo de Ron.

—¡Oh, vaya! —se asombró el muchacho, y se miró los hombros—. Lo siento... Ahora parece que todos tengamos una caspa horrible. —Sacudió la nieve falsa que Hermione tenía en el hombro y Lavender rompió a llorar. Ron puso cara de sentirse tremendamente culpable y le dio la espalda—. Es que anoche cortamos cuando me vio salir del dormitorio con Hermione —le explicó a Harry por lo bajo—. Como a ti no podía verte porque llevabas puesta la capa, creyó que habíamos estado solos.

—Bueno, pero no te importa que se haya acabado, ¿no?

—No —admitió Ron—. Fue muy desagradable cuando se puso a chillarme, pero al menos no tuve que cortar yo.

—Cobarde —dijo Hermione, aunque daba la impresión de que aquella historia le resultaba graciosa—. En fin, se ve que la pasada noche fue mala para los romances en general. Destiny y Warrick también han cortado, Harry.

A él le pareció que Hermione lo miraba con suspicacia, pero era imposible que ella supiera que de pronto sus entrañas se habían puesto a bailar la conga. Esforzándose por no cambiar la expresión y por hablar con un tono lo más indiferente posible, preguntó:

—¿Qué ha pasado?

—Pues no me pudo contar muy bien, al parecer después de la cena, se pusieron a hablar... y decidió romper con ella, sin razones justificables aparente.

Harry miró a Warrick, en el otro extremo del aula, y comprobó que no parecía nada contento, no se veía molesto, tan solo triste.

—Esto te plantea un pequeño dilema, ¿verdad? —dijo Hermione.

Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]Where stories live. Discover now