Capitulo 33. Una Ayudadita.

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Al día siguiente, Harry contó a Ron, Destiny y Hermione la misión que Dumbledore le había asignado, aunque lo hizo por separado, pues Hermione seguía negándose a permanecer en presencia de Ron más tiempo del imprescindible para lanzarle una mirada de desprecio.

Ron opinó que Harry no iba a tener ningún problema con Slughorn.

—Te adora —le dijo a la hora del desayuno, mientras movía con apatía el tenedor con que había pinchado un trozo de huevo frito—. ¿No ves que no te negaría nada? ¡Si eres su pequeño príncipe de las pociones! Sólo tienes que quedarte después de la clase y preguntárselo.

Harry observaba a Destiny, que estaba combatiendo con sus manos, y al observar que pasaba, como su pretendiente mas reciente, decidió acercarse unos centímetros, puesto que no habia podido abordar el tema de que ya no seria aurora. Aunque no pudo pensar con mucha claridad, cuando veía que eran vendajes los que se ponía.

—¿Qué te paso? —preguntaba preocupado, intentando tomar sus manos mal vendadas, pero la casi pelirroja las separo.

—Entrenamiento —gruñe—, además tienes que pensar como sonsacarle la información a ese gordo... pingüino —hablaba desesperada, porque no lograba colocarse las vendas, aunque el chico intentaba por una segunda vez ayudarle.

—Debió haber sido un duro entrenamiento —comentaba, desvendándola, y observando que las gasas que tenia en los nudillos, tenían manchones de sangre, intento que su cara no lo delatara, por lo preocupado que empezaba a ponerse.

—El enemigo es mas duro, y poderoso a cada instante Harry —le señalaba rendida, soltando un suspiro cansado, cuando este terminaba de vendarle—, ¿podrías vendarme la otra?

—Si —accedía—. ¿Y que me dices de los Horrocruxes?

—No soy amante de las artes oscuras, pero entre los libros que he echado un ojo —le respondía como si fuese confidencial, acercándose al chico para decirle lo primero al oído—, no, pero tal vez y tenga que ver con todo eso de los asesinatos, ya sabes, matar a alguien corrompe tu alma, tanto... que a veces termina destrozada... no lo se, lo digo porque a Voldemort le gusta matar.

Harry se quedo mirando a su amiga, que observaba a sus manos, vendarla, sonríe suavemente. En cambio, la visión de Hermione era más pesimista.

—Si Dumbledore no pudo sonsacárselo, es que quiere ocultar a toda costa lo que ocurrió —dijo en voz baja mientras ambos se hallaban en el patio, vacío y nevado, a la hora del recreo—. Horrocruxes... Horrocruxes... Nunca he oído mencionarlos...

—¿Nunca? Vaya. —Harry estaba decepcionado; tenía la esperanza de que su amiga pudiera darle alguna pista.

—Deben de ser magia oscura muy avanzada. Si no, ¿por qué se habría interesado Voldemort por ellos? Me parece que va a ser difícil obtener esa información, Harry; tendrás que pensar muy bien cómo abordas a Slughorn, preparar una estrategia...

—Ron dice que con sólo quedarme después de la clase de Pociones de esta tarde...

—Vale, si eso opina Ro-Ro, será mejor que le hagas caso —replicó Hermione enfureciéndose—. Al fin y al cabo, ¿alguna vez ha fallado el criterio de Ro-Ro?

—Hermione, ¿no puedes...?

—¡Pues no! —replicó ella, y se marchó muy enfadada dejando a Harry solo y hundido hasta los tobillos en la nieve.

Últimamente, las clases de Pociones resultaban un poco incómodas porque los cuanto amigos tenían que sentarse juntos. Ese día, Destiny y Hermione cambiaron de lugares, e ignoró a los otros dos chicos.

Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]Место, где живут истории. Откройте их для себя