Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]

Capitulo 20. La cena de Eminencias.

Al día siguiente trasladaron a Tom al Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas. A esas alturas la noticia de que le habían echado una maldición se había extendido por todo el colegio, aunque los detalles eran confusos y parecía que nadie, excepto Harry, Destiny, Ron, Hermione, Warrick y Grayson, se había enterado de que Tom no era el destinatario del ataque.

Aunque en la tarde, cuando Harry seguía con su teoría de que Draco era un mortifago, en media comida Destiny fue llamada a salir del Gran Comedor, y en el vestíbulo, se encontraba su madre, junto con las trillizas, Tim y Rima, estos la observaban un poco preocupados, porque ella fue la que vio lo que le paso a Tom.

—Mama —dice sorprendida, llegando junto con sus hermanos—. ¿Qué haces aquí?

—Vayan por sus cosas —responde casi sin voz, examinando a la mujer, dolida por el ataque; bajo la mirada al suelo, hubo resistencia por los hijos—. Ahora niños, vendrán conmigo a los Estados Unidos, ahí terminarán sus estudios, vamos, vayan.

—Lamento mucho lo que le paso a Tom —soltó Destiny—, pero no me voy a ir, sin antes vengar su ataque.

—En especial, tu Destiny, no puede creer que hayas ido a Rumania, enfrentarte a Mortifagos, siendo menor de edad —le regañaba su madre, con la plana del periódico donde salía una foto suya, hablando con los aurores rumanos—, pudiste haber muerto, pudiste...

—No paso, estoy bien —le demostraba su cuerpo.

—Destiny.

—No —dijo con seguridad—, me voy a quedar aquí, a defender a mis amigos, a defender a todo Hogwarts de Voldemort —entonces la mujer le dejo su mano en la mejilla, fue algo involuntario.

—No digas ese nombre tan a la ligera —le regañaba, la chica respiro hondo, observando a su madre de manera hostil—. No ves que casi pierdo a tu hermano por las obras de esos mortifagos, y tu que andas ahí... haciéndote la heroína, yendo por ahí.

—Madre —decía intentando hacer que comprendiera—, no voy a quedarme cruzada de brazos y escuchar como asesinan a gente, mientras yo tenga el poder para defender a las personas que me importan, me quedare aquí para luchar.

—¿Luchar? —le preguntó no muy convencida.

—Si, mama, no me iré de aquí —respondía marchándose nuevamente al gran comedor.

Respiraba hondo, y entraba al gran comedor, con ganas de disfrutar su cena, pero no pudo, aunque al día siguiente, tuvo algo que hizo que su cabeza se despejara, desenredándose el cabello con la mano después del baño, y observándose en el espejo, se veía con unos grandes zapatos, tenia un suéter de felpa verde con detalles rojos y naranjas, parecido a un poncho, unos pantalones ajustados y su coleta caía hasta casi en su cintura.

—No puedo creer que me deje arrastrar hacia esta tonta reunión —se quejaba Destiny, aplicándose unas ondulaciones en la coleta, con la varita y cuando caían en perfectas ondulaciones. Sus compañeras las observaban llenas de envidia, por verlas partir a cenar y charlar con chicos, en un club que era lo mas exclusivo de todo Hogwarts.

Destiny salía del dormitorio, y yendo para salir de la sala común chocaba contra Warrick, casi se cai de espaldas, pero este la sostuvo, antes de que la chica pudiese caerse, le extendia una sonrisa al tenerla en sus brazos.

—Te has arreglado —señaló lleno de sorpresa—. ¿A que se debe la ocasión? —quisó saber el castaño oscuro, sin quitar su sonrisa maliciosa.

—Yo... —la chica se quedaba sin palabras.

—Tenemos una cena a la cual asistir —habló Hermione, que le daba unas palmadas en el hombro a su amiga, cuando la chica no podía articular ninguna palabra.