Capitulo 24. Invitaciones.

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Una vez más la nieve formaba remolinos tras las heladas ventanas; se acercaba la Navidad. Como todos los años y sin ayuda alguna, Hagrid ya había llevado los doce árboles navideños al Gran Comedor; había guirnaldas de acebo y espumillones enroscados en los pasamanos de las escaleras; dentro de los cascos de las armaduras ardían velas perennes, y del techo de los pasillos colgaban a intervalos regulares grandes ramos de muérdago, bajo los cuales se apiñaban las niñas cada vez que Harry pasaba por allí, y no solo Harry, Destiny tenia sus complicaciones tambien. Eso provocaba atascos en los pasillos, pero, afortunadamente, en sus frecuentes paseos nocturnos por el castillo Harry había descubierto diversos pasadizos secretos, de modo que no le costaba tomar rutas sin adornos de muérdago para ir de un aula a otra.

Ron, que en otras circunstancias se habría puesto celoso, se desternillaba de risa junto con Destiny, cada vez que Harry tenía que tomar uno de esos atajos para esquivar a sus admiradoras. Aunque su amiga estaba a favor de esos atajos, porque sin darse cuenta, encontró a Ernie llevándola en dirección a un muérdago, aunque fue detenido por Warrick, quien lo miraba con tanta ferocidad que no lo volvió a intentar.

A pesar de ello, el cambio de actitud resultaba mejor para soportar, risueño y bromista, antes que al malhumorado y agresivo compañero que había soportado las últimas semanas, no todo eran ventajas. En primer lugar, Harry y Destiny tenían que aguantar con frecuencia la presencia de Lavender Brown, quien opinaba que cualquier momento que no estuviera besándose con Ron era tiempo desperdiciado; y además, se hallaba otra vez en la difícil situación de ser el mejor amigo de dos personas que no parecían dispuestas a volver a dirigirse la palabra.

Ron, que todavía tenía arañazos y cortes en las manos y los antebrazos provocados por los belicosos canarios de Hermione, adoptaba una postura defensiva y resentida.

—No tiene derecho a quejarse, porque ella se besaba con Krum —les dijo—. Y ahora se ha enterado de que alguien quiere besarse conmigo. Pues mira, éste es un país libre. Yo no he hecho nada malo.

—Solo escoger a Lavartona —gruñía Destiny, quien era ahora la que revisaba los deberes de ambos chicos, Harry rio por lo bajo, ganando una mirada de la chica, aunque la cambio cuando Ron la miro un poco enojado.

Harry fingió estar enfrascado en el libro cuya lectura tenían que terminar antes de la clase de Encantamientos de la mañana siguiente (La búsqueda de la quintaesencia). Como estaban decidido a seguir siendo amigo de los dos, a veces no tenían más remedio que morderse la lengua cada tanto.

—Yo nunca le prometí nada a Hermione —farfulló Ron—. Hombre, sí, iba a ir con ella a la fiesta de Navidad de Slughorn, pero nunca me dijo... Sólo como amigos... Yo no he firmado nada...

Destiny giro los ojos, entregándole su ensayo de defensa contra las artes oscura, se levantaba con dejandole en el pecho su ensayo.

—Yo tampoco prometí ayudarte con tus deberes gratis —dijo Destiny, mirando con alivio a Warrick.

—No te enojes, Destiny.

—Hermione es mi amiga, Ron —replicaba intentando ganar apoyo con Harry, pero este evadia la mirada de la chica, volviendo una página de La búsqueda de la quintaesencia—. Bueno, me voy, porque si llega Lavender a intercambiar mas saliva contigo, vomitare.

El pelirrojo rodo los ojo, y comenzó a quejarse con Harry, la voz de Ron fue reduciéndose a un murmullo apenas audible a causa del chisporroteo del fuego, aunque a Harry le pareció distinguir otra vez las palabras «Krum» y «que no se queje».

Este miraba a Destiny caminar con Warrick fuera de la sala común, suponía que ya andaban en una relación, pero no andaban demostrándola como Ron y Lavender, ambos reían entre ellos, y rara vez los veías intercambiando un beso en publico pero no tardaban mucho, como Hagrid le había mencionado una tarde. Le comentó sobre verlos muy comprometedores en las orillas del lago.

Destiny y el Principe Mestizo [DEH #6]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu